viernes, 31 de agosto de 2012

Oración: Mi cotidiana tensión

Señor, a veces me siento pequeño, insatisfecho, incapaz.
Se me escapan los sueños y me puede la realidad cotidiana;
el día a día se me queda vacío, o no me llena tanto como querría.
No te encuentro, y tampoco a los otros. La soledad me muerde.
Miro a otras vidas, con añoranza, con nostalgia, ¿con envidia?
Y aunque sé que tengo mucho por lo que dar gracias, me siento triste.
Y quisiera gritar. Pero sospecho que es parte de la vida.
A veces quiero conseguir tanto…quiero llegar lejos, vivir mucho, sentirlo todo.
Quiero amar y ser amado con pasión. Tener días más largos.
Reír con estruendo. Conseguir metas, y seguir adelante.
También me veo peregrino, arquitecto, amigo, aventurero, amante, discípulo…
Y me siento ligero caminando en esta tierra de deseos, donde la sed se vuelve un estímulo,
donde una y mil veces lo vas dando todo, mi Señor
Y habitar a ratos en esta tierra me hace sentir vivo, y encontrar motivos para avanzar.
Luego me toca despertar. Saber que, si bien uno debo hallar la tierra de los sueños,
también he de caminar por este otro suelo de lo cotidiano y lo real,
donde no todo se siente intensamente ni todo es profundo, apasionante y espectacular.
Es este otro terreno hecho de rutinas y dinámicas familiares.
Donde hay menos aventura y más silencio, donde la entrega es callada,
donde las gentes (reales) a veces me gustan y otras me enervan –y sospecho que lo mismo dirán de mí.
Esta tierra, Señor,  donde hay horas baldías, tardes aburridas,
trabajo monótono –que a veces me parece insignificante-,
deseos insatisfechos e ilusión aterrizada.
Es esa tensión Señor, entre el sueño y la realidad, define mucho de mi vida.
Y sospecho que así está bien, y hoy la dejo en tus manos Señor.
Amén.

Adaptación de texto extraído de www.pastoralsj.org

lunes, 27 de agosto de 2012

Caritas Internationalis ha hecho un nuevo llamamiento para continuar con su trabajo en las áreas afectadas por la sequía en Etiopía

Caritas Internationalis ha hecho un nuevo llamamiento para continuar con su trabajo en las áreas afectadas por la sequía en Etiopía, cuyos programas ayudarán a los agricultores y ganaderos a producir más alimentos y a mejorar las infraestructuras de acceso al agua en áreas remotas.
“Lo peor de la sequía se produjo en el año 2011 y sus efectos se sienten aún en algunas partes del país, por lo que no podemos abandonar nuestros esfuerzos ahora”, dijo Shiferaw Mamo, coordinador del programa de desarrollo social de Caritas Etiopía, tal como se informa en la página web de la Institución Internacional.
Las lluvias se esperaban a mediados de este año, pero han sido escasas, lo que ocasionó numerosos problemas en diversas áreas agrícolas. Por su parte, el gobierno de Etiopía indicó que casi cuatro millones de personas necesitan ayuda alimentaria de aquí a fin de este año.
El nuevo programa de Caritas, dirigido a más de 60.000 familias les proporcionará el ganado que perdieron durante la sequía. Mientras para hacer que el agua sea accesible se construirán pozos y cisternas y se restaurará otros sistemas hídricos. Los granjeros recibirán semillas, plantones y forraje para los animales. Asimismo Caritas mejorará el acceso a las áreas rurales construyendo carreteras.
“Incluso aunque el Cuerno de África no está en las noticias en estos días, mucha gente está sufriendo todavía. Es crucial que no nos olvidemos de nuestros hermanos y hermanas que están allí”, afirmó Michel Roy, secretario general de Caritas Internacional.
(María Fernanda Bernasconi – RV).

domingo, 26 de agosto de 2012

EL EVANGELIO DE HOY

Texto del Evangelio (Jn 6,60-69): En aquel tiempo, muchos de los que hasta entonces habían seguido a Jesús dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?». Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen». Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre». 
Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con Él. Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios».
Comentario: Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero (Viladecans, Barcelona, España)
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna
Hoy, el Evangelio nos sitúa en Cafarnaúm, donde Jesús es seguido por muchos por haber visto sus milagros, en especial por la multiplicación espectacular de los panes. Socialmente, Jesús allí tiene el riesgo de morir de éxito, como se dice frecuentemente; incluso lo quieren nombrar rey. Es un momento clave dentro de la catequesis de Jesús. Es el momento en el que comienza a exponer con toda claridad la dimensión sobrenatural de su mensaje. Y, como que Jesús es tan buen catequista, sacerdote perfecto, el mejor obispo y papa, les deja marchar, siente pena, pero Él es fiel a su mensaje, el éxito popular no lo ciega.
Decía un gran sacerdote que, a lo largo de la historia de la Iglesia, han caído personas que parecían columnas imprescindibles: «Se volvieron atrás y ya no andaban con Él» (Jn 6,66). Tú y yo podemos caer, “pasar”, marchar, criticar, “ir a la nuestra”. Con humildad y confianza digámosle al buen Jesús que queremos serle fieles hoy, mañana y todos los días; que nos haga ver el poco sentido evangélico que tiene discutir las enseñanzas de Dios o de la Iglesia por el hecho de que “no los entiendo”: «Señor, ¿a quién iremos?» (Jn 6,68). Pidamos más sentido sobrenatural. Sólo en Jesús y dentro de su Iglesia encontramos la Palabra de vida eterna: «Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).
Como Pedro, nosotros sabemos que Jesús nos habla con lenguaje sobrenatural, lenguaje que hay que sintonizar correctamente para entrar en su pleno sentido; en caso contrario sólo oímos ruidos incoherentes y desagradables; hay que afinar la sintonía. Como Pedro, también en nuestra vida de cristianos tenemos momentos en los que hay que renovar y manifestar que estamos en Jesús y que queremos seguir con Él. Pedro amaba a Jesucristo, por eso se quedó; los otros lo querían por el pan, por los “caramelos”, por razones políticas y lo dejan. El secreto de la fidelidad es amar, confiar. Pidamos a la Virgo fidelis que nos ayude hoy y ahora a ser fieles a la Iglesia que tenemos.

sábado, 25 de agosto de 2012

Señora del silencio

En los momentos de mayor griterío y confusión, puede hacernos bien recuperar el silencio, a través de María. 


 Madre del silencio y de la humildad,

Tu vives perdida y encontrada

en el mar sin fondo del Misterio del Señor



Eres disponibilidad y receptividad.

Eres fecundidad y plenitud.

Eres atención y solicitud por los hermanos.

Estas vestida de fortaleza.



En ti resplandecen la madurez humana

y la elegancia espiritual.

Eres señora de Ti misma

antes de ser señora nuestra.



No existe dispersión en Ti.

En un acto simple y total,

tu alma, toda inmóvil,

esta paralizada e identificada con el Señor.

Estas dentro de Dios y Dios dentro de Ti.

El Misterio total te envuelve y te penetra,

te posee, ocupa e integra todo tu ser.



Parece que todo quedo paralizado en Ti,

todo se identifico contigo;

el tiempo, el espacio, la palabra,

la música, el silencio, la mujer, Dios.

Todo quedo asumido en Ti, y divinizado.



Jamás se vio estampa humana

de tanta dulzura,

ni se volverá a ver en la tierra

mujer tan inefablemente evocadora.



Sin embargo, tu silencio no es ausencia

sino presencia.

Estas abismada en el Señor,

y al mismo tiempo,

atenta a los hermanos, como en Cana.



Nunca la comunicación es tan profunda

como cuando no se dice nada,

y nunca el silencio es tan elocuente

como cuando nada se comunica.



Haznos comprender

que el silencio

no es desinterés por los hermanos

sino fuente de energía e irradiación;

no es repliegue sino despliegue,

y que, para derramarse,

es necesario cargarse.



El mundo se ahoga

en el mar de la dispersión,

y no es posible amar a los hermanos

con un corazón disperso.

Haznos comprender que el apostolado,

sin silencio,

es alineación;

y que el silencio,

sin el apostolado,

es comodidad.



Envuélvenos en el manto de tu silencio,

y comunícanos la fortaleza de tu Fe,

la altura de tu Esperanza,

y la profundidad de tu AMOR

Quédate con los que quedan,

y vente con lo que nos vamos.



OH MADRE ADMIRABLE DEL SILENCIO

jueves, 23 de agosto de 2012

Diez reglas para comunicar la fe


Publicamos el artículo que ha escrito en “L´Osservatore Romano” Juan Manuel Mora, vicerrector de la Universidad de Navarra con el título “Diez reglas para comunicar la fe”.
La comunicación de la fe es una cuestión antigua, presente en los dos mil años de vida de la comunidad cristiana, que siempre se ha considerado portadora de un mensaje, mensajera de una noticia que le ha sido revelada y es digna de ser comunicada.

Es una cuestión antigua, pero es también un tema de candente actualidad. Desde Pablo VI hasta Benedicto XVI, los Papas no han dejado de señalar la necesidad de mejorar la forma de comunicar la fe.

Con frecuencia, la comunicación de la fe se plantea en el contexto de la “nueva evangelización”. Me parece interesante preguntarse por la razón del adjetivo “nueva”, que se usa especialmente para referirse a la evangelización que tiene lugar en Europa.

Por una parte, la evangelización es nueva porque se dirige a culturas que ya fueron evangelizadas en el pasado. Volvemos a relatar nuestra historia a alguien que ya la conoce, aunque en muchos lugares de antigua tradición cristiana, se ha “perdido la memoria” de las propias raíces. Se siguen usando palabras cuyo sentido se ha olvidado.

A este propósito, un colega me contó un caso de confusión en ámbito periodístico. Durante la retransmisión de una ceremonia pontificia, el locutor afirmó: "en este momento, el santo Padre se dispone a incinerar a los asistentes”. Lógicamente, quería decir incensar, pero confundió los términos.

El cardenal Ratzinger, en el libro-entrevista “La sal de la tierra”, menciona la palabra “tabernáculo”: a muchos les resulta familiar, pero pocos conocen su significado. Esas personas tienen la vaga sensación de estar informadas y, por tanto, no perciben la necesidad de saber más. Ante ese escenario, Ratzinger concluye que la nueva evangelización comienza por suscitar una “nueva curiosidad”, fomentar la demanda antes de presentar la oferta, diríamos en términos comerciales.

La evangelización es novedosa también en otro sentido. Juan Pablo II lo resumía diciendo que la comunicación de la fe ha de ser nueva "en su ardor, en sus métodos, en su expresión".

Aquí nos referiremos en particular a la novedad de los métodos.

Al tratar estos temas es legítimo plantearse una pregunta preliminar: ¿Es posible comunicar la fe en un contexto plural, democrático, relativista y complejo? ¿Vale la pena esforzarse por difundir el mensaje cristiano en una sociedad que desconoce el léxico necesario para descifrarlo? ¿Puede llegar ese mensaje a culturas construidas desde otras bases, con otros paradigmas, que tienen su propia jerarquía de valores y su propia agenda de intereses?

Hay factores externos que obstaculizan la difusión del mensaje cristiano, sobre los que es difícil incidir. Pero cabe avanzar en otros factores que están a nuestro alcance. En ese sentido, quien pretende comunicar la experiencia cristiana necesita conocer la fe que desea transmitir, y debe conocer también las reglas de juego de la comunicación pública. Porque así como existen leyes universales de la Física o de la Química, se pueden identificar también leyes de la comunicación, que poseen casi el mismo carácter universal, aunque de otro orden. 

Veamos primero los principios relativos al mensaje.

Ante todo, el mensaje ha de ser ser positivo. Los públicos atienden a informaciones de todo género, y toman buena nota de las protestas y las críticas. Pero secundan sobre todo proyectos, propuestas y causas positivas.

Juan Pablo II afirma en la encíclica “Familiaris consortio” que la moral es un camino hacia la felicidad y no una serie de prohibiciones. Esta idea ha sido repetida con frecuencia por Benedicto XVI, de diferentes maneras: Dios nos da todo y no nos quita nada; la enseñanza de la Iglesia no es un código de limitaciones, sino una luz que se recibe en libertad.

Un episodio puede ayudarnos a ilustrar esta idea. Benedicto XVI viajó a Valencia en junio de 2006, con motivo de la Jornada Mundial de la Familia. Durante sus intervenciones, no hizo referencias críticas a la legislación española sobre la familia, que era conocida por su discutible base antropológica. En realidad, el Papa disponía de pocos minutos, sólo dos homilías, dirigidas a una audiencia potencialmente universal. Si se hubiera limitado a exponer los puntos en los que la Iglesia discrepa del Gobierno español, no habría tenido tiempo de exponer todas las luces del Evangelio sobre la familia. No podía dedicar la mayor parte del tiempo a condenar; era preferible invertirlo en proponer. Ya llegaría el momento de denunciar esas leyes.

El mensaje cristiano ha de transmitirse como lo que es: un sí inmenso al hombre, a la mujer, a la vida, a la libertad, a la paz, al desarrollo, a la solidaridad, a las virtudes... Para lograrlo, antes hay que entender y experimentar la fe de ese modo. Es posible que a veces no se comunique con el enfoque adecuado porque el mensajero no termina de percibir la fe en todo su valor positivo.

Adquieren particular valor en este contexto unas palabras del Cardenal Ratzinger: “La fuerza con que la verdad se impone tiene que ser la alegría, que es su expresión más clara. Por ella deberían apostar los cristianos y en ella deberían darse a conocer al mundo”. La comunicación mediante la irradiación de la alegría es el más positivo de los planteamientos.

Lo contrario de un enfoque positivo es una actitud reactiva, que modela la propia visión del mundo en función del paradigma que critica y no en función de una propuesta constructiva. Lo dice la expresión popular: “enciende una lumbre y deja de maldecir la oscuridad”.

En segundo lugar, el mensaje ha de serrelevante. Significativo para quien escucha, no solamente para quien habla.

Al describir el coloquio de los ángeles entre sí, Tomás de Aquino afirma que hay dos tipos de comunicación: la locutio, un fluir de palabras que no interesan en absoluto a quienes escuchan; y la illuminatio, que consiste en decir algo que ilustra la mente y el corazón de los interlocutores sobre algún aspecto que realmente les afecta.

Comunicar la fe no es discutir para vencer, sino dialogar para convencer. No se trata de derrotar a nadie. En el caso del aborto, por ejemplo, el esfuerzo se encamina a intentar que quien hoy está a favor llegue por su propia convicción y con su propia libertad a la conclusión de que lo mejor que puede hacer en este mundo es defender la vida.

El deseo de convencer sin derrotar marca profundamente la actitud de quien comunica. La escucha se convierte en algo fundamental: permite saber qué interesa, qué preocupa al interlocutor. Conocer sus preguntas antes de proponer las respuestas.

Lo contrario de la relevancia es la auto-referencialidad, uno de los grandes obstáculos de la auténtica comunicación. Limitarse a hablar de uno mismo no es buena base para el diálogo.

La comunicación no es principalmente lo que el emisor explica, sino lo que el destinatario entiende. Sucede en todos los campos del saber (ciencia, tecnología, economía): para comunicar es preciso evitar la complejidad argumental y la oscuridad del lenguaje. También en materia religiosa conviene buscar palabras sencillas y argumentos claros, que no quiere decir banales.

En este sentido, habría que reivindicar el valor de la retórica, de la literatura, de las metáforas, del cine, de la publicidad, de las imágenes, de los símbolos, para transmitir el mensaje cristiano.

Me viene a la memoria la noticia de un informativo de la televisión que pude ver hace unos años. Un político italiano, cuyo partido estaba atravesando un mal momento, se vio acorralado por varios periodistas que le preguntaban micrófono en mano por la gravedad de la crisis. El político respondió con rapidez: “mi partido es como la torre de Pisa: siempre inclinada, nunca cae”. El poder de una buena metáfora.

A veces, cuando la comunicación no funciona, se adopta una actitud equivocada y se traslada la responsabilidad al receptor: se considera a los demás como ignorantes, incapaces de entender. Más bien, la norma ha de ser la contraria: esforzarse por ser cada vez más claros, hasta lograr el objetivo que se pretende.

La experiencia muestra que en los debates públicos proliferan los insultos personales y las descalificaciones mutuas. En ese marco, si no se cuidan las formas, se corre el riesgo de que la propuesta cristiana sea vista como una más de las posturas radicales que están en el ambiente.

Aun a riesgo de parecer ingenuo, pienso que conviene desmarcarse de este planteamiento. La claridad no es incompatible con la amabilidad. No es sólo una cuestión de ética y de caridad. Existen también numerosas razones profesionales que confirman que la dialógica es preferible a la dialéctica.

Con amabilidad se puede dialogar; sin amabilidad, el fracaso está asegurado de antemano: quien era partidario antes de la discusión, lo seguirá siendo después; y quien era contrario raramente cambiará de postura.

Recuerdo un cartel situado a la entrada de un “pub” cercano al Castillo de Windsor, en el Reino Unido. Decía, más o menos: En este local son bienvenidos los caballeros. Y un caballero lo es antes de beber cerveza y también después.

Podríamos añadir: un caballero lo es cuando le dan la razón y cuando le llevan la contraria.

En definitiva, el principio de la cortesía ayuda a evitar la trampa de la radicalidad y la violencia verbal.

El sociólogo Rodney Stark, dedicó un libro a la extensión del cristianismo en la época de la decadencia del Imperio Romano. Este autor se pregunta: ¿Por qué se abrió paso el cristianismo en aquella época? Se ha dicho que el derrumbamiento del Imperio dejó un vacío que el cristianismo vino a llenar. Stark propone otra explicación. En su opinión, el Imperio Romano había alcanzado increíbles cotas de cultura y de arte, pero a la vez era una sociedad dura y a veces incluso cruel con las personas. En ese ambiente, la Iglesia se extendió porque era una comunidad acogedora, donde era posible vivir una experiencia de amor y libertad. Los católicos trataban al prójimo con caridad, cuidaban de los niños, los pobres, los ancianos, los enfermos. Todo eso se convirtió en un irresistible imán de atracción.

La caridad es el contenido, el método y el estilo de la comunicación de la fe; la caridad convierte el mensaje cristiano en positivo, relevante y atractivo; proporciona credibilidad, empatía y amabilidad a las personas que comunican; y es la fuerza que permite actuar de forma paciente, integradora y abierta.

Porque el mundo en que vivimos es también con demasiada frecuencia un mundo duro y frío, donde muchas personas se sienten excluidas y maltratadas y esperan algo de luz y de calor. En este mundo, el gran argumento de los católicos es la caridad. Gracias a la caridad, la evangelización es siempre y verdaderamente, nueva.

(Fuente: zenit.org)

miércoles, 22 de agosto de 2012

Nativity (Película)

Inspirada en los Evangelios Bíblicos de Mateo y Lucas, El Nacimiento, narra el viaje de María y José, la Anunciación y el milagro mediante el cual María se convierte en Virgen y Madre.
El Nacimiento cuenta el peligroso viaje de una joven pareja que debe viajar desde su hogar en Nazareth hasta Belén, el lugar ancestral de José, para registrarse en un censo ordenado por el Rey Herodes. Es un viaje de más de 160 kilometros, a través de un terreno tramposo, que se hace más difícil aún por el embarazo de María de nueve meses.
Llegados a Belén se cumplió la hora de nacer y ante la falta de lugar para que nazca el Salvador, un pesebre lo abrigó.
Guiados por la estrella llegaron tres reyes magos de oriente, personas sabias que supieron leer aquel signo de la luz y la siguieron para encontrase con Jesús.
El Nacimiento relata con rigurosa exactitud de detalles y con una singular precisión histórica, todo lo humano, todo lo dramático y todo lo increíblemente inspirador de este viaje de fe.
Fue la primera película que se estrenó mundialmente en el Vaticano, y nos acerca el nacimiento de un niño que cambiará al mundo para siempre. El nacimiento nos hará conocer el verdadero sentido de lo que es la Navidad.

martes, 21 de agosto de 2012

Dame el día de hoy

Señor, dame en el día de hoy fe para seguir adelante,
grandeza de espíritu para perdonar,
paciencia para comprender y esperar,
voluntad para no caer.

Te pido fuerza para levantarme si caído estoy.
Ruego me des amor para dar.
Dame lo que necesito y no lo que quiero,
elocuencia para decir lo que debo decir,
Haz que yo sea mejor ejemplo para mis compañeros.
Haz que yo sea mejor amigo de mis amigos.
Haz de mi un instrumento de tu voluntad.

Hazme fuerte para recibir los golpes que me da la vida,
déjame saber que es lo que tu quieres de mi.
Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga,
Y por último, anda conmigo y déjame saber que así es.

sábado, 18 de agosto de 2012



Los héroes son aquellos que se enfrentan a su propia realidad, con sus satisfacciones y con sus dolores. Aquellos que miran de frente a la vida y a todo lo que han vivido para conocerlo, amarlo y superar las adversidades que el paso del tiempo va presentando.
Somos héroes cuando nos armamos de valor para mirar atrás y vemos en el paso de nuestra historia un camino de salvación en el que salimos de la esclavitud que a veces hemos podido sentir.
Gracias a todos aquellos que nos ayudan a mirarnos por dentro para descubrir la grandeza y poder que albergamos dentro de forma que no nos paralice ni colapse para seguir siendo lo que somos.
Gracias a todos mis héroes.
Encar_AM

Como un libro
Que no sabes el final
Y te asusta lo que lees
Asi la vida es

Cuando naces
Ya te expones al dolor
Y de a poco y con valor
logras crecer.

[Chorus]
Y como libro el corazon
Nos ensena que hay temor
Que Hay fracasos y maldad
Que hay batallas que ganar

Y en cada pagina el amor
Nos comvierte en luchador
Y descubres lo comun
No hay un heroe como tu.

Son muy pocos
Que se arriesgan por amor
Pero tu tienes la fe
Y eso lo es todo.

No decaigas
Que vivir es aprender
Y no hay nada que temer
Si crees en ti

Y Como libro el corazon
Nos ensena que hay temor
Que hay fracasos y maldad
Que hay batallas que ganar.

Y en cada pagina el amor
Nos comvierte en luchador
Y descrubes lo comun
No hay un heroe como tu.

Solo Dios
Sabe donde y cuando
La vida no sera
Los has echo bien
Solo con un sueno todo
Sabras como vencer.

Y Como libro el corazon
Nos ensena que hay temor
Que hay fracasos y maldad
Que hay batallas que ganar.

Y en cada pagina el amor
Nos comvierte en luchador
Y descubres lo comun
No hay un horoe como tu.

viernes, 17 de agosto de 2012

Atrévete a sonreír para decir al mundo que es importante ser feliz. A pesar de las contrariedades es posible mirar la vida desde el optimismo y el futuro por llegar.
Cuando sonreímos una nueva estrella aparece en el firmamento y esa estrella forma una constelación llamada "felicidad".
¡Cuánto bien nos hacen las personas que a pesar de los problemas y sufrimientos miran de frente dibujando en sus labios una sonrisa!
Las circunstancias pueden ser adversas, los problemas pueden ser duraderos, los dolores pueden parecer largos... pero la estrella de la "felicidad" brilla cada noche mientras dormimos para decir al mundo que existe, que luce y que siempre estará ahí para que la contemplemos desde abajo.

Encar_AM

jueves, 16 de agosto de 2012

¡ Enséñame !

Señor, enséñanos a orar sin olvidar el trabajo,
a dar sin mirar a quién,
a servir sin preguntar hasta cuando,
a sufrir sin perder la fe,
a progresar sin perder la simplicidad,
a hacer el bien sin pensar en resultados,
a disculpar sin condiciones,
a marchar para el frente sin contar los obstáculos,
a creer sin malicias,
a escuchar sin herir,
a comprender al próximo, sin exigir entendimientos,
a respetar los semejantes sin reclamar consideraciones,
a dar lo mejor de nosotros.
Enséñanos también la ejecución del propio deber,
sin cobrar reconocimiento...

Enséñame Señor, a caminar en las sombras,
que yo sabré procurar la luz, amén!

miércoles, 15 de agosto de 2012

Urgente…

Urgente… Es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.

Urgente…
Es la manera mas pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron urgentes.

Urgente…
Es que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un instante te veas y te preguntes: ¿qué significado tiene todo esto que hago?

Urgente…
Es que te detengas y veas… cuan grande eres!

Urgente…
Es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves…¡a la gente!

Urgente…
Es que seamos más humanos… más hermanos!

Urgente…
Es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.

Urgente…
Es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, siente su calor y dale gracias a Dios por tan grande regalo.

Urgente…
Es que te sientas vivo en cuerpo y alma!… que veas tus brazos, tus piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad, ¡ vibres con la vida que te ha regalado el Padre celestial !

Urgente…
Es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo; y sientas como el aire llena tus pulmones… estas vivo!

Urgente…
Es que le digas a la gente que la quieres, cuanto la amas hoy, no esperes hasta mañana.

Urgente…
Es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires atrás, seas ya un anciano, que no puede echar el tiempo atrás, que todo lo hizo.

Eclesiastes 3
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

martes, 14 de agosto de 2012

¡ FLORECER !



Para todas las personas que nutren nuestra vida y nos hacen crecer.
Para quienes han abonado nuestro corazón y nos hacen personas más bellas.
En este día que comienza a florecer.

lunes, 13 de agosto de 2012

¡ Te necesito, Señor!

¡Te necesito, Señor!,
porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio
se sitúa de frente a mí, ante Ti.
¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza
que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.
¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus sacramentos,
En el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical.
¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.
Amén.
  
P. Pierre Teilhard de Chardin S.J

domingo, 12 de agosto de 2012

Elijo amar

Señor, que sepa elegir amar en lugar de odiar,
reír en lugar de llorar,
crear en lugar de destruir,
perseverar en lugar de renunciar,
alabar en lugar de criticar,
curar en lugar de herir,
dar en lugar de robar,
actuar en lugar de aplazar,
crecer en lugar de consumirme,
bendecir en lugar de blasfemar,
perdonar en lugar de reprobar,
vivir en lugar de morir.

Porque quiero tener amor en el corazón y no odios y resentimientos;
quiero tener felicidad y no amargura; quiero ser realizador y no destructor;
quiero ser fiel y no un claudicador; quiero ser bendecidor y no un maldiciente.
Quiero ser un buen samaritano y no un fariseo;
quiero entregarme y no ser un ave de rapiña; quiero ser un hombre y no un robot.
Quiero unión con vos, mi  Dios y no con la carroña.
Quiero optar siempre por la verdadera plenitud! Opto por la felicidad! Amén!

sábado, 11 de agosto de 2012

¿ Para qué sirve un minuto?

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.
Un minuto sirve para escuchar el silencio.
Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar , esperar, creer, vencer y ser.
En un minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.
Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.
Minutos…….. cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos ”es un minuto” que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.
Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a vivir la vida intensamente.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que ” sí no es hoy , será mañana “.
Recuerda que tu tiempo es hoy.
La vida es hoy.
Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.
María Julia La Fuente

sábado, 4 de agosto de 2012

¿1 + 1 = 2?

Que uno + uno es igual a dos es algo evidente ¿verdad?
Y, ¿por qué lo traigo al "Compartiendo vida" de hoy?... sencillamente porque a veces lo evidente es lo que menos somos capaces de asimilar.
Con frecuencia nos enredamos buscando razones para descifrar fórmulas matemáticas que se van generando dentro de nosotros sin orden ni concierto, de ahí lo importante de analizar las cosas tal cual son sin buscarle "tres pies al gato".
Uno y uno = dos. Tú y yo podemos estar unidos, ser afines, sintonizar en miles de cosas y  vivir juntos un proyecto de vida concreto... pero cada uno conservamos nuestra individualidad, no somos clones el uno del otro, no tenemos que pensar lo mismo ni actuar de la misma manera.
Lo bonito de una amistad es conservar la esencia que hay dentro de cada uno, porque unidas se multiplican y expanden invitando a quien nos ve a ser "uno mismo y a mirar en una única dirección".
Uno y uno = dos... aunque yo más bien diría "uno más uno = tres" porque lo que nos une está por encima de nosotros mismos, porque Dios está presente en nuestra vida y porque sin Él perderíamos lo más importante que tiene nuestra amistad: el poder mirar bajo el prisma del Amor y la Paz.
Que Dios existe y que une nuestros lazos de amistad "Sí es evidente" tanto como que uno más uno es igual a tres ¿no crees?
Encar_AM

jueves, 2 de agosto de 2012

Contemplando

Para contemplar un paisaje en tu totalidad es necesario estar lejos de él... tomar un buen ángulo desde el que podamos mirar el espacio abierto con su grandeza y plenitud.
Para analizar una realidad concreta también es necesario, a veces, tomar distancia... guardar silencio y dejar que dicha realidad nos hable.
Si estoy dentro del río solo veré agua, pero si estoy fuera y observo su caudal el mismo río me hablará de forma diferente.
Por eso, arriésgate a mirar la vida desde diferentes ángulos, cada uno de ellos te dará una respuesta concreta para seguir viviendo desde lo que crees y vives.
No te lances absurdamente al vacío sin ser consciente de lo que la vida te va diciendo a cada paso del camino.
¡Vive!
Encar_AM