martes, 30 de julio de 2013

¡SÉ FELIZ!... ¡Tú puedes!.

Mira el lado positivo de lo que te ocurra, así no culparás a quien se equivoca, sino que lo acompañarás y le ayudarás a enmendar la falla, enseñándole que: "Aprendemos más de los errores que de los aciertos".

No juzgues al equivocado, más bien dialoga con él(ella), sugiriéndole como mejorar. Si alguien te rechaza, no te dejes enganchar por su mala actitud, bríndale el enriquecedor ejemplo de una actitud noble y comprensiva.

Haz como los pájaros: comienza el día cantando. La música es alimento para el espíritu. Canta cualquier cosa, canta desafinando, pero canta. Cantar dilata los pulmones y abre el alma para todo lo bueno que la vida te ofrece. Si insistes en no cantar, por lo menos escucha mucha música y déjate llevar por ella.

Ríete de la vida, ríete de los problemas, ríete de ti mismo. La gente comienza a ser feliz cuando es capaz de reírse de sí misma. Ríete de las cosas buenas que te suceden. Ríete abiertamente para que todos se puedan contagiar de tu alegría.

No te dejes abatir por los problemas. Si procuras convencerte de que estás bien, vas a terminar
convenciéndote de que realmente lo estás, y cuando menos lo pienses te vas a sentir realmente bien.

El buen humor, así como el mal humor, se contagian. ¿Cuál de ellos vas a escoger?. Si estás de buen humor, las personas a tu alrededor también lo estarán y eso te dará más fuerza.

Lee cosas positivas. Lee buenos libros, lee poesía, porque la poesía es el arte de aceitar el alma. Lee romances, historias de amor, o cualquier cosa que haga reavivar tus sentimientos más íntimos y más puros.

Practica algún deporte. El peso de la cabeza es muy grande y tiene que ser contrabalanceado con algo!; además te vas a sentir bien dispuesto, más animado, más joven.

Encara tus obligaciones con satisfacción. Es maravilloso disfrutar de lo que se hace. Pon amor en todo lo que está a tu alcance. Cuando te propongas hacer algo, ¡métete de cabeza!.

No dejes escapar las oportunidades que la vida te ofrece, ellas no vuelven. No eres tú que está pasando, son las oportunidades que dejaste ir. Ninguna barrera es infranqueable si estás dispuesto a luchar contra ella. Si tus propósitos son positivos, nada podrá detenerlos.

No dejes que tus problemas se acumulen, resuélvelos lo antes posible.
Habla, conversa, explica, discute, ¡perdona!... lo que mata es el silencio y el rencor. Exterioriza todo, deja que las personas sepan que las estimas, las amas, que las necesitas, y principalmente en
familia.

Vuelve a las cosas puras, dedícate a la naturaleza. Cultiva tu interior y hará que brote belleza de todos tus poros.


lunes, 29 de julio de 2013

El Papa destaca el papel de los abuelos en la transmisión de la fe

(Diogo Ximenes/InfoCatólica) El Papa recordó que hoy se celebra la memoria de un santo matrimonio, «abuelos» de Jesús, los santos Joaquín y Ana, y los puso como ejemplo de servicio a la vida y a la fe, como modelo para las viejas generaciones, que hoy son tratadas como «descartables».
«En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad», explicó.
Apuntó que los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido el amor de Dios en el calor que sólo da la familia, hasta llegar a María «que acogió en su seno al hijo de Dios y lo dio al mundo, nos lo ha dado a nosotros».
A través de esta corriente generacional aconteció lo que - dijo- es un acontecimiento luminoso que ha transformado la historia: «la Encarnación, el hijo de Dios se ha hecho hombre en Jesús de Nazareth».
Citando el Documento de Aparecida señaló que «niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos, los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque nos transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida».
Para el Obispo de Roma el dialogo intergeneracional es un tesoro que se debe preservar y alimentar y dijo a miles de fieles - sobre todo adultos - que se congregaron a escucharlo bajo el balcón del Palacio Arzobispal - que lleva el nombre de San Joaquin - que en esta Jornada Mundial de la Juventud los jóvenes quieren saludar a los abuelos.
El dialogo entre generaciones fue también abordado ayer por el Pontífice en el encuentro con los peregrinos argentinos, en la Catedral Metropolitana:
«Yo les pido de corazón a los ancianos: no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro pueblo que trasmite la justicia, que trasmite la historia, que trasmite los valores, que trasmite la memoria del pueblo. Y ustedes (jóvenes), por favor, no se metan contra los viejos; déjenlos hablar, escúchenlos, y lleven adelante. Pero sepan, sepan que, en este momento, ustedes, los jóvenes, y los ancianos, están condenados al mismo destino: exclusión; no se dejen excluir. ¿Está claro? Por eso, creo que tienen que trabajar juntos»

domingo, 28 de julio de 2013

Tres llamadas a Jesús

Yo os digo: Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá”. Es fácil que Jesús haya pronunciado estas palabras cuando se movía por las aldeas de Galilea pidiendo algo de comer, buscando acogida y llamando a la puerta de los vecinos. Él sabía aprovechar las experiencias más sencillas de la vida para despertar la confianza de sus seguidores en el Padre Bueno de todos.
Curiosamente, en ningún momento se nos dice qué hemos de pedir o buscar ni a qué puerta hemos de llamar. Lo importante para Jesús es la actitud. Ante el Padre hemos de vivir como pobres que piden lo que necesitan para vivir, como perdidos que buscan el camino que no conocen bien, como desvalidos que llaman a la puerta de Dios.
Las tres llamadas de Jesús nos invitan a despertar la confianza en el Padre, pero lo hacen con matices diferentes. “Pedir” es la actitud propia del pobre. A Dios hemos de pedir lo que no nos podemos dar a nosotros mismos: el aliento de la vida, el perdón, la paz interior, la salvación. “Buscar” no es solo pedir. Es, además, dar pasos para conseguir lo que no está a nuestro alcance. Así hemos de buscar ante todo el reino de Dios y su justicia: un mundo más humano y digno para todos. “Llamar” es dar golpes a la puerta, insistir, gritar a Dios cuando lo sentimos lejos.
La confianza de Jesús en el Padre es absoluta. Quiere que sus seguidores no lo olviden nunca: “el que pide, está recibiendo; el que busca, está hallando y al que llama, se le abre”. Jesús no dice que reciben concretamente lo que están pidiendo, que encuentran lo que andan buscando o que alcanzan lo que gritan. Su promesa es otra: a quienes confían en él, Dios se les da; quienes acuden a él, reciben “cosas buenas”.
Jesús no da explicaciones complicadas. Pone tres ejemplos que pueden entender los padres y las madres de todos los tiempos. “¿Qué padre o qué madre, cuando el hijo le pide una hogaza de pan, le da una piedra de forma redonda como las que pueden ver por los caminos? ¿O, si le pide un pez, le dará una de esas culebras de agua que a veces aparecen en las redes de pesca? ¿O, si le pide un huevo, le dará un escorpión apelotonado de los que se ven por la orilla del lago?
Los padres no se burlan de sus hijos. No los engañan ni les dan algo que pueda hacerles daño sino “cosas buenas”. Jesús saca rápidamente la conclusión: “Cuánto más vuestro Padre del cielo dará su Espíritu Santo a los que se lo pidan”. Para Jesús, lo mejor que podemos pedir y recibir de Dios es su Aliento que sostiene y salva nuestra vida.

sábado, 27 de julio de 2013

¡¡¡ Se paró el reloj en la estación !!!

Proyectos rotos, vidas paralizadas, ilusiones perdidas, sueños sin realizar... Sufrimiento de familiares, sentimientos encontrados, dolor extremo...
Silencios cortados por las llamadas de auxilio, voluntarios que lo ofrecen todo para ayudar a pesar de la gran impotencia, despliegue de ambulancias y personal sanitario, asombro de periodistas...
El tren se salió de la vía y el reloj se paró... 
Consternación, silencio que envuelve a un país, y al mundo entero, ante la catástrofe incomprensible que rompe el mañana y se paraliza en el presente.
El tren que recoge pasajeros a lo largo del recorrido sin llegar felizmente a su destino.
Despliegue de imágenes y videos en los que se encoge el corazón.
Lista de nombres de los fallecidos, gritos de dolor... 
¡Se paró el reloj en la estación!
El presente se impone al futuro y, desde la fe que profesamos, nos unimos en oración por las víctimas de este terrible accidente.
Acoge, Dios nuestro, a los fallecidos, cuida a los heridos y da calor a las familias.
¡Unidos en oración!

Encar_AM

viernes, 26 de julio de 2013

ABRAZAR LA VIDA A CADA INSTANTE

Hay que abrazar la vida a cada instante. No pierdan el tiempo lamentándose por el pasado, el pasado ya acabó. Hay que perdonar el pasado y a la gente que nos hizo daño. No pasarse la vida acusando y lamentándose.

Que pena da la gente que vive quejándose por lo que hicieron los padres.
¿Saben lo que hicieron los padres?. Lo mejor que podían hacer, lo único que sabían y podían hacer. Nadie se propone hacer daño a su hijo adrede, a menos que sea un psicótico.

¿Puedes perdonar?, ¿Puedes olvidar?, ¿Eres capaz de comprenderlos?, ¿Eres capaz de abrazarlos? Abrázate a ti mismo. Comprende una vez más que eres un ser especial, único y maravilloso. ¡Que en todo el mundo hay uno solo como tú!

Abrázate querido amigo... Claro que estás tensionado, que a veces cometes tonterías, que te olvidas de que eres un ser humano, pero lo más importante de ti es que pese a todo, tienes la capacidad de crecer... ¡Sólo estás comenzando!.

jueves, 25 de julio de 2013

ORACIÓN DEL PEREGRINO

Vengo a peregrinar, Señor de los espacios,
hasta lo más profundo del Misterio.
Me atrae, irresistible, la luz de tu horizonte;
tu voz me mana de dentro, y…
se hace fuerza impulsora en mis sueños.
Peregrino, Señor…
¡Ser peregrino!…
Ahondando la hondonada
donde habite el silencio.
Peregrino, Señor…
¡Ser peregrino!…
Con equipaje austero,
con voluntad y empeño.
Puebla, Señor, mi alma de caminos,
cálzame con tu llamada,
tensa el arco de mis pasos
y lánzame al país de tus secretos.
Llena de entrega el cuenco de tus manos
y amánsala en la vieira de mi espera.
Pon en mis dedos el bastón de marcha;
fiel amigo en mis horas de cansancio,
cruz aupando mi débil resistencia
tras la dura verdad de la calzada.
Acabo de beber el agua fresca,
aquí en la tarde,
y ya mi cantimplora se estremece
con sed ardiente, con ausencias nuevas.
Llénala de tu paz y tu presencia,
¡que yo pueda saciarme, oh Dios, con ellas!
Ponme el manto,
y reviste mi silueta
con la audacia que brota del desierto.
Abre mi ser, Señor, a la sorpresa
que se esconde en la aurora de mi senda
y en la llama del último destello.
Hazme, Señor, sentirme compañero
en ruta hacia la fe y la confidencia.
Hazme, Señor, sentirme compañero,
hermano de las aves y los vientos,
del río, de las rocas y las estrellas,
de los chopos y el tiempo.
Hazme, Señor, vivir en compañero,
compartiendo palabras, pan y suelo,
comprendiendo la historia de las gentes
y sintiendo el latido de los pueblos.
Peregrino, Señor…
¡Ser peregrino!…
Inventando caminos tierra adentro.
Peregrino, Señor…
¡Ser peregrino…
De Europa hasta Santiago
y hasta el Cielo!

miércoles, 24 de julio de 2013

Lectura creyente de la ecología

¿Qué dirán de nosotros las generaciones futuras? ¿Nos considerarán la especie problemática que hizo naufragar el barco de la vida? ¿O la generación que por fin recobró el juicio y logró dar un golpe de timón?
El monje Grün y el ejecutivo Zeitz, en su libro “Dios el dinero y la conciencia”, entablan un dialogo en el que miran el mundo con realismo, pero negándose a hacerlo con lentes oscuras. Prefieren hacerlo con las lentes de la confianza y la esperanza.
Parten de la hipótesis de que nuestra civilización está en peligro. Y citan como pruebas la explosión demográfica, el efecto invernadero, la desigualdad económica que no solo se reduce sino que aumenta, las guerras o la sobreexplotación de los recursos naturales. Y,transversal a todo ello, el desprecio de la ética.
Pese a ese diagnóstico crítico se marcan como objetivo contagiar su esperanzado modo de ver las cosas.
Reconocen que no disponen de la panacea para resolver los problemas del mundo pero están convencidos de que sus ideas están alineadas con el anhelo de otra cultura de la actividad económica: sostenible, limpia, justa, social vital y creativa.
Saben que ese anhelo late en numerosas personas y argumentan sobre la conveniencia de mantener ese anhelo.
Basándose en Ernst Bloch confían en que no solo suscitan esperanza en las personas sino que también insuflan esperanza al mundo, a fin de que este sea para todos nosotros, a la larga, un espacio digno de ser habitado y digno de ser amado.
¿Cómo hacerlo?
Recuerdan que en el curso de la historia se han derruido numerosos muros levantados por el ser humano: la esclavitud, el apartheid y el muro de Berlín han caído. Y animan a hacer caer los muros que existen dentro de nosotros. Esos muros que obstaculizan la toma de conciencia y la asunción de la responsabilidad sobre lo que acontece en nuestro alrededor.
Nos proponen sustituir los muros de prejuicios, de cortedad de miras, de terquedad intelectual o de intereses egoístas por la toma de conciencia de que somos ciudadanos de un mundo en peligro.
Ojalá que la primavera que ahora se inicia obre el milagro de suscitar el compromiso con la naturaleza
Alejandro Córdoba

lunes, 22 de julio de 2013

LA TERNURA

Confundimos la ternura con la ñoñería, y esto hace que la escondamos en lo más profundo de nuestro corazón para no ser señalados como mimosos o sensibleros.
Preferimos ir por la vida sacando pecho y demostrando una fortaleza que no siempre se corresponde con nuestra realidad interior.
La palabra ternura, tan poco usada en nuestro vocabulario habitual, entraña un contenido que va más allá de lo visible.
La ternura se manifiesta en una simple mirada, en unas manos unidas que transmiten empatía, en un gesto cariñoso hacia conocidos y desconocidos, en una palabra oportuna dicha en un momento especial, en un silencio que acoge y en una sonrisa solidaria.
¡Cuánta ternura necesitamos en la vida! ¡Cuántos momentos vivimos en los que requerimos gestos de amor, de ese amor verdadero que llega al corazón!
La ternura llega sin buscarla y la damos cuando somos sensibles a la realidad que nos rodea. “Felices los tiernos de corazón, porque ellos verán a Dios”… y yo digo: “Felices aquellos que con su vida nos muestran una forma diferente de ir por el mundo, un camino a seguir y un modelo a imitar”.
Llamamos “tierno” a lo blando, a aquello que está aún sin hacer… y yo me pregunto: “¿Lo rígido, fuerte y maduro es capaz de doblegarse ante el dolor, la misericordia y compasión?”
El Papa Francisco nos hace una llamada a testimoniar a Jesucristo desde la palabra y la vida, nos habla de la ternura de Dios hecha realidad en nuestra vida si le seguimos con fe y coherencia.

Encar_AM

domingo, 21 de julio de 2013

EL EVANGELIO DE HOY

El episodio es algo sorprendente. Los discípulos que acompañan a Jesús han desaparecido de la escena.Lázaro, el hermano de Marta y María, está ausente. En la casa de la pequeña aldea de Betania, Jesús se encuentra a solas con dos mujeres que adoptan ante su llegada dos actitudes diferentes.
Marta, que sin duda es la hermana mayor, acoge a Jesús como ama de casa, y se pone totalmente a su servicio. Es natural. Según la mentalidad de la época, la dedicación a las faenas del hogar era tarea exclusiva de la mujer. María, por el contrario, la hermana más joven, se sienta a los pies de Jesús para escuchar su palabra. Su actitud es sorprendente pues está ocupando el lugar propio de un “discípulo” que solo correspondía a los varones.
En un momento determinado, Marta, absorbida por el trabajo y desbordada por el cansancio, se siente abandonada por su hermana e incomprendida por Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano”. ¿Por qué no manda a su hermana que se dedique a las tareas propias de toda mujer y deje de ocupar el lugar reservado a los discípulos varones?
La respuesta de Jesús es de gran importancia. Lucas la redacta pensando probablemente en las desavenencias y pequeños conflictos que se producen en las primeras comunidades a la hora de fijar las diversas tareas: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; solo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán”.
En ningún momento critica Jesús a Marta su actitud de servicio, tarea fundamental en todo seguimiento a Jesús, pero le invita a no dejarse absorber por su trabajo hasta el punto de perder la paz. Y recuerda que la escucha de su Palabra ha de ser lo prioritario para todos, también para las mujeres, y no una especie de privilegio de los varones.
Es urgente hoy entender y organizar la comunidad cristiana como un lugar donde se cuida, antes de nada, la acogida del Evangelio en medio de la sociedad secular y plural de nuestros días. Nada hay más importante. Nada más necesario. Hemos de aprender a reunirnos mujeres y varones, creyentes y menos creyentes, en pequeños grupos para escuchar y compartir juntos las palabras de Jesús.
Esta escucha del Evangelio en pequeñas “células” puede ser hoy la “matriz” desde la que se vaya regenerando el tejido de nuestras parroquias en crisis. Si el pueblo sencillo conoce de primera mano el Evangelio de Jesús, lo disfruta y lo reclama a la jerarquía, nos arrastrará a todos hacia Jesús.
José Antonio Pagola
21 de julio de 2013
16 Tiempo ordinario (C)
Lucas 10, 38-42

sábado, 20 de julio de 2013

Te reflejas en los demás...

Buscarse a sí mismo no es sencillo.
Con frecuencia el rostro que vemos en nuestro espejo está cargado de errores o limitaciones que obstaculizan la visión de la gran persona que albergamos.
Cuando nos vemos reflejados en el agua la imagen se distorsiona, el vaivén del agua deforma nuestra verdadera imagen.
En la vida también sucede esto, a veces no somos capaces de ver la gran obra que somos porque los reflejos que captamos en los demás pueden devolvernos una imagen no real o con la que no nos sentimos identificados.
Por eso es importante que el rostro que mostremos a los demás sea claro, nítido y transparente... Cuanto más transparentemos nuestro yo profundo más sinceros estaremos siendo con nosotros mismos y con los que nos rodean.
Si tu reflejo lo ves en los otros airado, prepotente, violento o suspicaz... analízate, revísalo en ti mismo pues no dudes que aquello que ves es los demás reside en ti con fuerza.
Contèmplate y da gracias por todo lo bueno que ves, del mismo modo, pule y trabaja aquello que menos te gusta.
Dios no quiere seres humanos perfectos, solo quiere personas que luchan cada día por ser mejores de lo que ya son.

Encar_AM

viernes, 19 de julio de 2013

Lo que depende de nosotros...

Siempre hay en la vida cosas que escapan de nuestras manos. Una pierna que se rompe la víspera de las vacaciones, un despertador que se olvida de sonar el día de un examen, o el encuentro imprevisto con una persona que cambiará el curso de nuestra vida. El misterioso poder de Dios que vela sobre nosotros, es inútil tratar de combatirlo.

Lo esencial consiste en encontrar el lado bueno de cada acontecimiento inesperado e imprevisible que viene. El resto se hará naturalmente. Lo cual no significa en absoluto que tengamos que
convertirnos en espectadores de nuestra propia vida sino aprender a modular nuestras acciones y nuestros deseos, conservando en la memoria lo siguiente: podemos ejercer nuestra voluntad y nuestra acción sobre ciertas cosas, pero es inútil desolarse por las que no podemos hacer nada.

Una vez convencidos de esto, la vida se vuelve de pronto mucho más satisfactoria.

Llamamos imprevisto a aquello que no pudimos prever, a aquello que sucede y que no imaginamos que puede ocurrir y que por lo tanto es inesperado... ¡pero sucede!, y no hay explicación ni planteamiento que puedan detener su aparición.

Es común que, muchas veces, detrás de su aparición nos sintamos mal si lo sucedido es negativo. Nos culpamos o nos sentimos inútiles ya que nada pudimos hacer. Pero no debemos optar por sentir esto, al contrario tenemos que comprender que hay cosas que se nos escapan, que no podemos hacer "magia" y que no podemos adivinar lo que viene, ni la razón por la que viene.

Hablamos del destino y la suerte, decimos "estaba en el destino que tenía que pasar por esto...", o "el destino quiso que fuera así", o " es obra del destino", o "que mala suerte que tengo", y así miles de frases tratan de aliviarnos, de hacer más fácil su comprensión.

Pero está en nosotros saber que la vida no es de un solo color, que por más que nos guste el azul muchas veces aparecen grises, rosas o plateados que no dependen de nosotros, pero aparecen y sólo podemos aprender a contemplar esos matices y ver si podemos rescatar algo bueno en sus trazos.

¡Es más hermoso ver la vida "en colores" que solamente "en blanco y negro"!.

miércoles, 17 de julio de 2013

Lo que te hace diferente

Lo que te hace diferente a los demás no se ve a simple vista, tan solo se ve con los ojos del corazón.
Aquellos que son capaces de entrar en nuestro interior tienen el privilegio de conocernos a plena luz del día ya que nosotros les abrimos las puertas de nuestra alma para que pasen y se sienten cómodamente y así poder conocer cada recodo de nuestro ser.
Esto no siempre es fácil, hay muchos factores que intervienen para que nos abramos con libertad y confianza a los otros... pero el factor más importante es la CONFIANZA que tenemos en esas personas, la posibilidad que les ofrecemos de conocernos "a todo color", sin vergüenza, sin tapujos y tal cual somos.
¡Qué importante y que grande es cuando a los demás podemos mostrarles nuestro color externo e interno!
Dios nos sondea y nos conoce cuando son sentamos, cuando nos levantamos o nos derrumbamos... de lejos conoce nuestro pensamiento, distingue nuestro camino y nuestro descanso.

Encar_AM

martes, 16 de julio de 2013

Virgen del Carmen


Hay una cosa que no quiero ser. Un hombre envejecido, que se empeña en desconocer su origen y su destino; que vaga por el mundo sin razón de ser ni horizonte que alcanzar; que está convencido de que su verdad es la única verdad; que ha perdido la capacidad de agradecimiento; que no se percata de que el egoísmo le ha secado el alma; que cree que sólo él quiere y que a él nadie le quiere; que ha perdido la capacidad de gozar y de esperar. Yo quiero tener la esperanza de que siempre tendré motivos para agradecer. Y lucharé por ello.
Charles Péguy, en "La pequeña esperanza", lo describe muy bien:
Yo soy, dice Dios, Maestro de las Tres Virtudes.
La Fe es la que se mantiene firme por los siglos de los siglos.
La Caridad es la que se da por los siglos de los siglos.
Pero mi pequeña esperanza es la que se levanta todas las mañanas.
Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.
La Fe es una iglesia, una catedral enraizada en el suelo de alguna ciudad.
La Caridad es un hospital, un sanatorio que recoge todas las desgracias del mundo.
Pero sin esperanza, todo eso no sería más que un cementerio.
Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.
La Fe es la que vela por los siglos de los siglos.
La Caridad es la que ayuda por los siglos de los siglos.
Pero mi pequeña esperanza es la que se acuesta todas las noches, se levanta todas las mañanas y duerme realmente tranquila.
Yo soy, dice Dios, Señor de las Tres Virtudes.
La Fe es un gran árbol, un roble arraigado en el corazón de la tierra.
Bajo las alas de ese árbol mi hija la Caridad ampara todos los infortunios del mundo.
Mi esperanza es esa pequeña promesa de brote que se anuncia justo al principio de abril.
Alejandro Córdoba

domingo, 14 de julio de 2013

EL EVANGELIO DE HOY

“Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”. Esta es laherencia que Jesús ha dejado a la humanidad. Para comprender la revolución que quiere introducir en la historia, hemos de leer con atención su relato del “buen samaritano”. En él se nos describe la actitud que hemos de promover, más allá de nuestras creencias y posiciones ideológicas o religiosas, para construir un mundo más humano.
En la cuneta de un camino solitario yace un ser humano, robado, agredido, despojado de todo, medio muerto, abandonado a su suerte. En este herido sin nombre y sin patria resume Jesús la situación de tantas víctimas inocentes maltratadasinjustamente y abandonadas en las cunetas de tantos caminos de la historia.
En el horizonte aparecen dos viajeros: primero un sacerdote, luego un levita. Los dos pertenecen al mundo respetado de la religión oficial de Jerusalén. Los dos actúan de manera idéntica: “ven al herido, dan un rodeo y pasan de largo”. Los dos cierran sus ojos y su corazón, aquel hombre no existe para ellos, pasan sin detenerse. Esta es la crítica radical de Jesús a toda religión incapaz de generar en sus miembros un corazón compasivo. ¿Qué sentido tiene una religión tan poco humana?
Por el camino viene un tercer personaje. No es sacerdote ni levita. Ni siquiera pertenece a la religión del Templo. Sin embargo, al llegar, “ve al herido, se conmueve y se acerca”. Luego, hace por aquel desconocido todo lo que puede para rescatarlo con vida y restaurar su dignidad. Esta es la dinámica que Jesús quiere introducir en el mundo.
Lo primero es no cerrar los ojos. Saber “mirar” de manera atenta y responsable al que sufre. Esta mirada nos puede liberar del egoísmo y la indiferencia que nos permiten vivir con la conciencia tranquila y la ilusión de inocencia en medio de tantas víctimas inocentes. Al mismo tiempo, “conmovernos” y dejar que su sufrimiento nos duela también a nosotros.
Lo decisivo es reaccionar y “acercarnos” al que sufre, no para preguntarnos si tengo o no alguna obligación de ayudarle, sino para descubrir de cerca que es un ser necesitado que nos está llamando. Nuestra actuación concreta nos revelará nuestra calidad humana.
Todo esto no es teoría. El samaritano del relato no se siente obligado a cumplir un determinado código religioso o moral. Sencillamente, responde a la situación del herido inventando toda clase de gestos prácticos orientados a aliviar su sufrimiento y restaurar su vida y su dignidad. Jesús concluye con estas palabras. “Vete y haz tú lo mismo”.

sábado, 13 de julio de 2013

El violín

Se cuenta que con un viejo violín, un pobre hombre se ganaba la vida.

Iba por los pueblos, comenzaba a tocar y la gente se reunía a su alrededor. Tocaba y al final pasaba entre la concurrencia una agujereada boina con la esperanza de que algún día se llenara.
Cierto día comenzó a tocar como solía, se reunió la gente, y salió lo de costumbre: unos ruidos más o menos armoniosos. No daba para más ni el violín ni el violinista.

Acertó a pasar por allí un famoso compositor y virtuoso del violín. Se acercó también al grupo y al final le dejaron entre sus manos el instrumento. Con una mirada valoró las posibilidades, lo afinó, lo
preparó... y tocó una pieza asombrosamente bella. El mismo dueño del violín estaba perplejo y lleno de asombro. Iba de un lado para otro gritando: "es mi violín!, es mi violín!, es mi violín!". Nunca pensó que aquellas viejas cuerdas encerraran tantas posibilidades.

No es difícil que cada uno de nosotros, profundizando un poco en nosotros mismos, reconozcamos que no estamos rindiendo al máximo de nuestras posibilidades. Somos en muchas ocasiones como un viejo violín estropeado, y nos falta incluso alguna cuerda. Somos un instrumento flojo, y además con frecuencia... desafinado.

Si intentamos tocar algo serio en la vida, sale eso... unos ruidos faltos de armonía. Y al final, cada vez que hacemos algo, necesitamos también pasar nuestra agujereada boina; necesitamos aplausos,
consideración, alabanzas... Nos alimentamos de esas cosas; y si los que nos rodean no nos echan
mucho, nos sentimos defraudados; viene el pesimismo. En el mejor de los casos se cumple el refrán: "Quien se alimenta de migajas anda siempre hambriento"; no acaban de llenarnos profundamente las cosas.

Que diferencia cuando dejamos que ese gran compositor, Dios, nos afine, nos arregle, ponga esa cuerda que falta, y dejamos ¡que Él toque!. Pero también en la vida terrenal existen violinistas que
nos pueden afinar: un amigo, un compañero, un maestro, o cualquier persona de la que podamos obtener conocimientos, un consejo, una buena idea, una corrección fraterna... y quedaremos sorprendidos de las posibilidades que había encerradas en nuestra vida.

Comprobamos que nuestra vida es bella y grandiosa; que somos instrumentos capaces de ser perfeccionados y, si nos proponemos ser mejores, lucharemos constante e incansablemente por
ser: ¡un violín cada vez mejor afinado!.

viernes, 12 de julio de 2013

Toma tú la inicativa

Si estas enojado con alguien, y nadie hace nada por arreglar la situación...arréglala tú!.
Tal vez hoy, esa persona todavía quiera ser tu amiga, y si no la arreglas, tal vez mañana puede ser muy tarde.

Si estas enamorado de alguien, pero esa persona no lo sabe...díselo!.
Tal vez hoy, esa persona también este enamorada de ti y si no lo dices hoy, tal vez mañana puede ser muy tarde.

Si te mueres con ganas por darle un beso a alguien... dáselo!.
Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, si no se lo das hoy, tal vez mañana será muy tarde.

Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado... díselo!.
Tal vez esa persona siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.

Si necesitas un abrazo de un amigo... pídeselo!.
Tal vez ellos lo necesitan más que tú, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.

Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias... díselo!.
Tal vez también te aprecian, y si se van o se alejan, tal vez mañana puede ser muy tarde.

miércoles, 10 de julio de 2013

La historia del burro

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.

Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, dejó de llorar después de unas cuantas paladas de tierra.

El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio... con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: ¡se sacudía la tierra y daba un paso encima de ella!. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando.

La vida va a tirarte tierra... todo tipo de tierra; el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos.

¡Usa la tierra que te echan para salir adelante!.

Recuerda las 5 reglas para ser feliz:
1- Libera tu corazón del odio.
2- Libera tu mente de las preocupaciones.
3- Simplifica tu vida.
4- Da más y espera menos.
5- Ama más y libera tu temores, sacúdete la tierra que tienes encima.

¡En esta vida hay que ser solución y no problema!.

domingo, 7 de julio de 2013

Sin miedo a la novedad

El Papa Francisco está llamando a la Iglesia a salir de sí misma olvidando miedos e intereses propios, para ponerse en contacto con la vida real de las gentes y hacer presente el Evangelio allí donde los hombres y mujeres de hoy sufren y gozan, luchan y trabajan.
Con su lenguaje inconfundible y sus palabras vivas y concretas,nos está abriendo los ojos para advertirnos del riesgo de una Iglesia que se asfixia en una actitud autodefensiva: “cuando la Iglesia se encierra, se enferma”; “prefiero mil veces una Iglesia accidentada a una que esté enferma por encerrarse en sí misma”.
La consigna de Francisco es clara: “La Iglesia ha de salir de sí misma a la periferia, a dar testimonio del Evangelio y a encontrarse con los demás”. No está pensando en planteamientos teóricos, sino en pasos muy concretos: “Salgamos de nosotros mismos para encontrarnos con la pobreza”.
El Papa sabe lo que está diciendo. Quiere arrastrar a la Iglesia actual hacia una renovación evangélica profunda. No es fácil. “La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros, si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos y planificamos nuestra vida según nuestros esquemas, seguridades y gustos”.
Pero Francisco no tiene miedo a la “novedad de Dios”. En la fiesta de Pentecostés ha formulado a toda la Iglesia una pregunta decisiva a la que tendremos que ir respondiendo en los próximos años: “¿Estamos decididos a recorrer caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheraremos en estructuras caducas que han erdido la capacidad de respuesta?
No quiero ocultar mi alegría al ver que el Papa Francisco nos llama a reavivar en la Iglesia el aliento evangelizador que Jesús quiso que animara siempre a sus seguidores. El evangelista Lucas nos recuerda sus consignas. “Poneos en camino”. No hay que esperar a nada. No hemos de retener a Jesús dentro nuestras parroquias. Hay que darlo a conocer en la vida.
“No llevéis bolsas, alforjas ni sandalias de repuesto”. Hay que salir a la vida de manera sencilla y humilde. Sin privilegios ni estructuras de poder. El Evangelio no se impone por la fuerza. Se contagia desde la fe en Jesús y la confianza en el Padre.
Cuando entréis en una casa, decid :”Paz a esta casa”. Esto es lo primero. Dejad a un lado las condenas, curad a los enfermos, aliviad los sufrimientos que hay en el mundo. Decid a todos que Dios está cerca y nos quiere ver trabajando por una vida más humana. Esta es la gran noticia del reino de Dios.
José Antonio Pagola
7 de julio de 2013
14 Tiempo ordinario (C)
Lucas 10, 1-12. 17-20