domingo, 28 de febrero de 2016

¿Dónde estamos nosotros?

Unos desconocidos le comunican a Jesús la noticia de la horrible matanza de unos galileos en el recinto sagrado del templo. El autor ha sido, una vez más, Pilato. Lo que más les horroriza es que la sangre de aquellos hombres se haya mezclado con la sangre de los animales que estaban ofreciendo a Dios.
No sabemos por qué acuden a Jesús. ¿Desean que se solidarice con las víctimas? ¿Quieren que les explique qué horrendo pecado han podido cometer para merecer una muerte tan ignominiosa? Y si no han pecado, ¿por qué Dios ha permitido aquella muerte sacrílega en su propio templo?
Jesús responde recordando otro acontecimiento dramático ocurrido en Jerusalén: la muerte de dieciocho personas aplastadas por la caída de un torreón de la muralla cercana a la piscina de Siloé. Pues bien, de ambos sucesos hace Jesús la misma afirmación: las víctimas no eran más pecadores que los demás. Y termina su intervención con la misma advertencia: «si no os convertís, todos pereceréis».
La respuesta de Jesús hace pensar. Antes que nada, rechaza la creencia tradicional de que las desgracias son un castigo de Dios. Jesús no piensa en un Dios «justiciero» que va castigando a sus hijos e hijas repartiendo aquí o allá enfermedades, accidentes o desgracias, como respuesta a sus pecados.
Después, cambia la perspectiva del planteamiento. No se detiene en elucubraciones teóricas sobre el origen último de las desgracias, hablando de la culpa de las víctimas o de la voluntad de Dios. Vuelve su mirada hacia los presentes y los enfrenta consigo mismos:han de escuchar en estos acontecimientos la llamada de Dios a la conversión y al cambio de vida.
Todavía vivimos estremecidos por el trágico terremoto de Haití. ¿Cómo leer esta tragedia desde la actitud de Jesús? Ciertamente, lo primero no es preguntarnos dónde está Dios, sino dónde estamos nosotros. La pregunta que puede encaminarnos hacia una conversión no es «¿por qué permite Dios esta horrible desgracia?», sino «¿cómo consentimos nosotros que tantos seres humanos vivan en la miseria, tan indefensos ante la fuerza de la naturaleza?».
Al Dios crucificado no lo encontraremos pidiéndole cuentas a una divinidad lejana, sino identificándonos con las víctimas. No lo descubriremos protestando de su indiferencia o negando su existencia, sino colaborando de mil formas por mitigar el dolor en Haití y en el mundo entero. Entonces, tal vez, intuiremos entre luces y sombras que Dios está en las víctimas, defendiendo su dignidad eterna, y en los que luchan contra el mal, alentando su combate.
José Antonio Pagola
3 Cuaresma - C
(Lucas 13,1-9)
28 de febrero 2016

sábado, 27 de febrero de 2016

Escalera de la vida (Reflexión)

Sube los escalones de tu existencia, despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y buena voluntad, sube los escalones. 
Pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la escalera que estas subiendo, no cedas ni un segundo, al desánimo, no permitas que la indecisión te domine. 
Los problemas y las malas situaciones que se te presentan en la vida aprende a superarlas, el mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros, nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentiroso  y deshonestos. 
Estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera, prosigue en  línea recta buscando tus sagrados objetivos en nombre del Creador a quien debemos la vida…hónrala. 
Si alguien no te recibe de buena gana ni acepta tu buena intención, no pierdas el tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no soluciona el problema. 
Y si te caes antes de llegar al escalón al que te propusiste llegar, no te desanimes porque el caer es una oportunidad para levantarte y reaccionar, continúa subiendo nuevamente con más fuerza y altruismo. 
Victoria no es nunca haber caído, sino levantarse de la caída y seguir alegremente prometiéndote a ti mismo mirar con orgullo los demás escalones que se encuentran adelante y altivamente seguir subiendo. 
Sube, sube siempre con coraje, con firmeza, con sabiduría y un fuerte deseo de vencer imponiéndote el más alto concepto de una vida digna honrada y bien vivida. 
Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe y el ideal de la vida. 
Si no vences es porque te dejaste contaminar de la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final, porque quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida al bien y persiste sin retroceder…vencerá 
“Todos los que creen en sus ideales y se esfuerzan por alcanzarlos…vencen”. 

jueves, 25 de febrero de 2016


Nuestra ruta es un cruce y entrecruce de caminos.
Pararse es:
Buscar el camino, o confirmar la ruta, o rectificar el rumbo, o acelerar el ritmo.
Pararse, por consiguiente, es totalmente indispensable para llegar a la meta.

miércoles, 24 de febrero de 2016

¿Para qué sirve un minuto?

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.
Un minuto sirve para escuchar el silencio.
Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar , esperar, creer, vencer y ser.
En un minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.
Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.
Minutos…….. cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos ”es un minuto” que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.
Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a vivir la vida intensamente.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que ” sí no es hoy , será mañana “.
Recuerda que tu tiempo es hoy.
La vida es hoy.
Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

María Julia La Fuente

martes, 23 de febrero de 2016

Papa Francisco y la Familia: Ante la Misericordia, en las Escrituras


La misericordia de Dios está presente a lo largo de la historia del Pueblo de Israel, en el camino de los Patriarcas:
             1 - les dona hijos no obstante su condición de esterilidad,
             2 - los conduce por caminos de gracia y de reconciliación: historia de José y de sus hermanos (Cfr. Gen 37-50). Ahora pienso en tantos hermanos que están alejados dentro de una familia y no se hablan. En este Año de la Misericordia es una buena ocasión para reencontrarse, abrazarse y perdonarse, ¡eh! Olvidar las cosas feas. Pero, como sabemos, en Egipto la vida para el pueblo se hace dura. Y es ahí cuando los Israelitas están cerca de perecer; pero el Señor interviene y realiza la salvación: está en Éxodo (2,23-25).
Sí, la misericordia no puede permanecer indiferente delante del sufrimiento de los oprimidos, del grito de quien padece la violencia, reducido a la esclavitud, condenado a muerte. Es una dolorosa realidad que aflige toda época, incluida la nuestra, y que muchas veces nos hace sentir impotentes, tentados a endurecer el corazón y pensar en otra cosa. Dios en cambio «no es indiferente», no desvía jamás la mirada del dolor humano. El Dios de misericordia responde y cuida de los pobres, de aquellos que gritan su desesperación. Dios escucha e interviene para salvar, suscitando hombres capaces de oír el gemido del sufrimiento y de obrar en favor de los oprimidos.
3 – Y Dios envió a Moisés como mediador de liberación para el pueblo. Él afronta al Faraón para convencerlo en dejar salir a Israel; y luego guiará al pueblo, a través del Mar Rojo y el desierto, hacia la libertad. Moisés, que la misericordia divina ha salvado apenas nacido de la muerte en las aguas del Nilo, se hace mediador de aquella misma misericordia, permitiendo al pueblo nacer a la libertad salvado de las aguas del Mar Rojo.
También nosotros en este Año de la Misericordia podemos hacer este trabajo de ser mediadores de misericordia con las obras de misericordia para acercarnos, para dar alivio, para hacer unidad. Tantas cosas buenas se pueden hacer.
La misericordia de Dios actúa siempre para salvar. Es todo lo contrario de las obras de aquellos que actúan siempre para matar: por ejemplo aquellos que hacen las guerras. El Señor, mediante su siervo Moisés, guía a Israel en el desierto como si fuera un hijo, lo educa en la fe y realiza la alianza con él, creando una relación de amor fuerte, como aquel del padre con el hijo, y, el del esposo con la esposa.
A tanto llega la misericordia divina. Dios propone una relación de amor particular, exclusiva, privilegiada. Cuando da instrucciones a Moisés acerca de la alianza, dice: «Ahora, si escucháis mi voz y observáis mi alianza, seréis mi propiedad exclusiva entre todos los pueblos, porque toda la tierra me pertenece. Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación que me está consagrada» (Ex 19,5-6).
Cierto, Dios posee ya toda la tierra porque la ha creado; pero el pueblo se convierte para Él en una posesión diversa, especial: su personal “reserva de oro y plata” como aquella que el rey David afirmaba haber donado para la construcción del Templo.
Por lo tanto, esto lo hacemos para Dios acogiendo su alianza y dejándonos salvar por Él. La misericordia del Señor hace al hombre precioso, como una riqueza personal que le pertenece, que Él custodia y en la cual se complace.
Son estas las maravillas de la misericordia divina, que llega a pleno cumplimiento en el Señor Jesús, en aquella “nueva y eterna alianza” consumada con su sangre, que, con el perdón, destruye nuestro pecado y nos hace definitivamente hijos de Dios (Cfr. 1 Jn 3,1), joyas preciosas en las manos del Padre bueno y misericordioso.
Y si nosotros somos hijos de Dios y tenemos la posibilidad de tener esta herencia – aquella de la bondad y de la misericordia – en relación con los demás, pidamos al Señor que en este Año de la Misericordia también nosotros hagamos cosas de misericordia; abramos nuestro corazón para llegar a todos con las obras de misericordia, la herencia misericordiosa que Dios Padre ha tenido con nosotros. Gracias.                                                               Fernando


domingo, 21 de febrero de 2016

Escuchar sólo a Jesús

Esta escena es considerada tradicionalmente como «la transfiguración de Jesús». No es posible reconstruir con certeza la experiencia que dio origen a este sorprendente relato, solo sabemos que los evangelistas le dan gran importancia pues, según su relato, es una experiencia que deja entrever algo de la verdadera identidad de Jesús.
En un primer momento, el relato destaca la transformación de su rostro y, aunque vienen a conversar con él Moisés y Elías, tal vez como representantes de la ley y los profetas respectivamente, solo el rostro de Jesús permanece transfigurado y resplandeciente en el centro de la escena.
Al parecer, los discípulos no captan el contenido profundo de lo que están viviendo, pues Pedro dice a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Coloca a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que a los dos grandes personajes bíblicos. A cada uno su tienda. Jesús no ocupa todavía un lugar central y absoluto en su corazón.
La voz de Dios le va a corregir, revelando la verdadera identidad de Jesús: «Este es mi Hijo, el escogido», el que tiene el rostro transfigurado. No ha de ser confundido con los deMoisés o Elías, que están apagados. «Escuchadle a él». A nadie más. Su Palabra es la única decisiva. Las demás nos han de llevar hasta él.
Es urgente recuperar en la Iglesia actual la importancia decisiva que tuvo en sus comienzos la experiencia de escuchar en el seno de las comunidades cristianas el relato de Jesús recogido en los evangelios. Estos cuatro escritos constituyen para los cristianos una obra única que no hemos de equiparar al resto de los libros bíblicos.
Hay algo que solo en ellos podemos encontrar: el impacto causado por Jesús a los primeros que se sintieron atraídos por él y le siguieron. Los evangelios no son libros didácticos que exponen doctrina académica sobre Jesús. Tampoco biografías redactadas para informar con detalle sobre su trayectoria histórica. Son «relatos de conversión» que invitan al cambio, al seguimiento a Jesús y a la identificación con su proyecto.
Por eso piden ser escuchados en actitud de conversión. Y en esa actitud han de ser leídos, predicados, meditados y guardados en el corazón de cada creyente y de cada comunidad. Una comunidad cristiana que sabe escuchar cada domingo el relato evangélico de Jesús en actitud de conversión, comienza a transformarse. No tiene la Iglesia un potencial más vigoroso de renovación que el que se encierra en estos cuatro pequeños libros.
2 Cuaresma - C
(Lucas 9,28-36)

José Antonio Pagola

sábado, 20 de febrero de 2016

AYUNA

Sonreír, un cristiano siempre es alegre  Dar las gracias (aunque no “debas” hacerlo)  Recordarles a los demás cuánto los amas  Saludar con alegría a esas personas que ves a diario  Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita  Levantarle los ánimos a alguien  Celebrar las cualidades o éxitos de otro  Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita  Ayudar cuando se necesite para que otro descanse Corregir con amor, no callar por miedo  Tener buenos detalles con los que están cerca de ti  Limpiar lo que uso en casa  Ayudar a los demás a superar obstáculos Llamar por teléfono a tus padres, si tienes la fortuna de tenerlos 

AYUNA

 De palabras hirientes y transmite palabras bondadosas  De descontentos y llénate de gratitud  De enfados y llénate de mansedumbre y de paciencia  De pesimismo y llénate de esperanza y optimismo  De preocupaciones y llénate de confianza en Dios De quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida  De presiones y llénate de oración  De tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón  De egoísmo y llénate de compasión por los demás  De falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación  De palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros 

Si todos intentamos este ayuno,
lo cotidiano se llenará de
Paz, Confianza, Alegría y Vida

viernes, 19 de febrero de 2016

Dios nuestro, concédenos tiempo.

Dios nuestro, concédenos tiempo.
Impídenos que queramos ir más de prisa
de lo que permite el intenso oleaje de nuestro corazón.

Haz que tengamos paciencia con nosotros mismos,
pues el tiempo actúa a la sombra de nuestras irritaciones;
el tiempo prosigue y cicatriza,
por más que nos moleste su lentitud y nos inquieten sus vaivenes.

Danos tiempo para tomar y para aprender,
pues en modo alguno estamos hechos para vencer sin convencer,
para tomar  sin habitar, ni para recorrer sin permanecer.

Danos la familiaridad que sigue a la curiosidad, y que permite el contacto.
Danos la ternura que acompaña al deseo y que permite el amor.
Danos la constancia que sigue al descubrimiento y que permite la felicidad.

Danos la lentitud que sigue a la brusquedad y que permite la convicción.
Danos tiempo para la aproximación y el afecto.

Danos también tiempo para desprendernos y curarnos,
pues de ninguna manera estamos hechos para la obstinación
en el atractivo del despropósito,
de la destrucción y del mal sin más, sufrido o cometido.

Concédenos que demos con el camino de nuestras vidas
en medio de los matorrales de nuestras pasiones.
Haz que aceptemos que el tiempo de la convalecencia
pase tan despacio como el de la fiebre.

Señor, enséñanos a esperar en el tiempo para nuestras propias vidas
y para todo el mundo, pues tú también usaste el tiempo sin acusarlo.
Tú también caminas lentamente y reconstruyes de generación en generación.
Tienes constancia y anuncias lo que solo se realizará
más allá de nuestras maquinaciones.

Tú no eres el encantamiento del instante, ni la inmutabilidad de la eternidad.
tú eres la semilla enterrada en la tierra del mundo,
para una cosecha que todavía no ha llegado.

Dios nuestro, danos confianza en el tiempo,
en esos días en los que parece que patinamos y retrocedemos.
No te pedimos impaciencia ni pasividad,
te pedimos que la paciencia del tiempo pacifique nuestros corazones.

En nombre de Jesús, que creció en silencio durante treinta años,
que habló con poder durante tres años,
que lo perdió todo en tres días de abandono y que lo recuperó todo para todos,
ofreciéndonos el tiempo como esperanza. Amén.

Raoul Follerau.

jueves, 18 de febrero de 2016

web de la Región Noroeste



Ya tenemos :


Iremos mejorándola y completándola.Está casi desnuda.

Os animamos a visitarla con frecuencia

miércoles, 17 de febrero de 2016

COLEGIO REGIÓN NOROESTE EN VALLADOLID


El sábado, día 13 se reunió el Colegio de la Región Noroeste en Valladolid. El lugar de encuentro fue el Centro Diocesano de Espiritualidad del Sagrado Corazón. ¡Qué buen sitio! Allí fuimos llegando de los cinco sectores de nuestra Región (Asturias, León, Astorga, Palencia y los anfitriones, Valladolid). Desde el primer momento la temperatura fue muy alta: ¡qué bien estar juntos!, ¡sentir la cercanía de personas que nos queremos! Isabel y Julián nos tenían preparado un cafetito y ¡unas zapatillas!, un dulce para saborear mejor el café. La sala espléndida, el lugar ideal para el recogimiento, el motivo magnífico: compartir experiencias ENS, porque todo lo que viven los equipistas nos interesa. 

Rezamos, compartimos lo que nos pasa y cómo nos encontramos, hablamos de la vida de los ENS en nuestra Súper Región España, descendimos a nuestra Región Noroeste y nos paramos en los sectores. Todos vamos en la misma barca, todos caminamos en la misma dirección, todos encontramos obstáculos, todos vivimos la alegría de ser de ENS. Y todo eso lo compartimos. Porque eso es amar.
Julián e Isabel, Diego y Blanca, Angel y María, Viti y Elvira, Angel y Pilar, Pepe y Merche, Dionisio y Trini, Pepe y Teresa y Herminio y Mª Nieves. Nos faltaron algunos: Jesús y Conchi, Jose y Adela, Paco, los tuvimos en cuanta.   Los nombramos expresamente. También a otros.

El encuentro vino a ser una reunión de equipo. Julián e Isabel nos recibieron en este lugar de oración, nos abrazamos y compartimos los primeros saludos. Rezamos. Claro que sí rezamos. Y visitamos el Santuario y nos detuvimos en la capilla y en la iglesia. Pisamos este centro de espiritualidad donde está el origen de la devoción de nuestro país al Sagrado Corazón, gracias al impulso del Beato Padre Hoyos, allá por el comienzo del siglo XVIII.  Trabajamos. Expusimos el pulso de los Equipos en toda nuestra Súper Región. Nos detuvimos en las necesidades detectadas y dimos cuenta de cómo estamos afrontando esas necesidades. Hay mucho trabajo, hay muchas inquietudes, hay muchas ideas, hay mucha ilusión, hay mucha vida en los equipos. Confianza en Nuestra Señora de los hogares y voluntad. Ambas son necesarias. Dios nos ha dotado de muchas cualidades y dones que no podemos enterrar. Cada uno de nosotros somos portadores de una vida matrimonial que la sociedad tiene derecho a conocer. Porque nuestra forma de vida es buena y gusta a mucha gente. ¡El matrimonio es actual! ¡Los Equipos sientan bien! Por eso este curso hemos elegido como reto de la Región Noroeste “Destapa el Tesoro ENS” Porque los equipos son un bien social. Somos conscientes que nuestro Movimiento es un movimiento de Iglesia, la amamos, a pesar de sus pecados, y por eso el lema de este curso de toda España es “Vivir la misericordia con alegría”. Porque estamos en el año de la misericordia.

Había que reponer fuerzas. Allí mismo comimos. Que a gusto estuvimos. Y de nuevo al trabajo. Para compartir experiencias entre los sectores. Preocupaciones, trabajos, esfuerzos, desánimos, entrega, entusiasmo, proyectos. De todo eso se habló y en abundancia. Y con cariño. Porque todos queremos lo mejor para los Equipos.

A eso de media tarde, pusimos el punto y seguido. Con el Magnificat, cada uno de nosotros, enlazados-unidos, alabamos a Dios y dimos gracias por este encuentro. Resultó magnífico. Ahora toca ponerlo en marcha cada día, en nuestras vidas, en nuestros sectores.


Herminio y Mª Nieves.    

martes, 16 de febrero de 2016

El Papa Francisco y la Familia: Ante la cuaresma.


Como sabemos, tres son los elementos que caracterizan nuestro camino en la Cuaresma:

1. La oración, que es la fuerza del cristiano y de cada persona creyente: En la debilidad y en la fragilidad de nuestra vida, podemos dirigirnos a Dios con confianza de hijos, y entrar en comunión con Él. Y ante tantas heridas que nos hacen mal, y que nos podrían endurecer el corazón, estamos llamados a ‘zambullirnos en el mar de la oración, en el mar del amor ilimitado de Dios, para gustar su ternura`.

2. El ayuno: Y hemos de estar atentos a no hacer ´un ayuno formal`, puesto que el ayuno tiene sentido si verdaderamente “mella nuestra seguridad”, y si también de él deriva un beneficio para los demás, si nos ayuda a cultivar el estilo del Buen Samaritano, que se inclina sobre el hermano en dificultad y se hace cargo de él.
          Por eso, el ayuno comporta la elección de una vida sobria, que no derrocha, que no “descarta”. Ayunar ayuda a entrenar el corazón hacia lo esencial, y,  al compartir. Es un signo de toma de conciencia y de responsabilidad frente a las injusticias, a los atropellos, especialmente con respecto a los pobres y a los pequeños, y es signo de la confianza que ponemos en Dios y en su providencia.

3.- La limosna, la gratuidad, ya que en la limosna ´se da a alguien de quien no se espera recibir algo a cambio`. Hoy, con frecuencia, la gratuidad no forma parte de la vida cotidiana, donde ´todo se vende y se compra`, todo es cálculo y medida.

Os invito, pues, a la conversión, ya que la Cuaresma, providencialmente, viene ´a despertarnos, a despabilarnos del entumecimiento y del riesgo de ir adelante por inercia`.
¿Por qué, pues, debemos volver a Dios?. Porque algo no va bien en nosotros, en la sociedad, en la Iglesia, y, … tenemos necesidad de cambiar, de dar un cambio, de convertirnos.
La Cuaresma viene nuevamente a dirigir su llamamiento profético, para recordarnos que es posible realizar algo nuevo en nosotros mismos y en torno a nosotros, sencillamente porque Dios es fiel, sigue siendo rico en bondad y en misericordia, y está siempre dispuesto a perdonar, y volver a comenzar de nuevo.

¡Con esta confianza filial, todos,  pongámonos en camino!. Muchas gracias.

                                                                       Fernando

lunes, 15 de febrero de 2016

Arranca la VIII Semana de Cine Espiritual

Del 15 al 24 de febrero, el Cine Ortega acogerá la VIII Semana de Cine Espiritual, que lleva el título de “El sexto sentido: la mirada interior”.

Ver, oír, oler, gustar, tocar y... contemplar. Uno de los objetivos de la Semana es aprender toda la densidad del ver, pues  el cine puede enseñar a ver con paciencia, serenidad, en silencio, hacia lo profundo o reflexionando. La contemplación es la forma de mirar a Dios, es el asombro extasiado por la presencia del Amor.

Hoy se ha instalado una forma distinta de ver las cosas y las personas. El audiovisual se dirige sobre todo a la afectividad para desde los sentimientos mostrarnos un modo de vida. En la película de Wim Wenders “Tan lejos, tan cerca”, Cassiel, el ángel que se hizo hombre, dirá de los seres humanos: “Sus ojos ya sólo reciben. Reciben, perciben, pero sus miradas ya no dan”. Y Rafaela, confirmará: “Han olvidado que la luz llega al corazón por los ojos e irradia desde el corazón, a través de los ojos,el exterior”. Así, buscamos descubrir el sexto sentido, el que da sentido al ver, oír, oler, gustar y tocar. Ello implica abrirse a la luz que viene a visitarnos.

Como en anteriores ocasiones, las sesiones matinales están dirigidas a escolares y la sesión de las 20.00 se abre al público en general.

Parrilla de las sesiones de las 20.00:
  • Lunes, 15 de febrero: Selma.
  • Martes, 16 de febrero: Little Boy.
  • Miércoles, 17 de febrero: Trash.
  • Jueves, 18 de febrero: La Historia de Marie Heurtin.
  • Viernes, 19 de febrero: El Apóstol.
Otras películas que se proyectarán son: La Buena Mentira, Meñique y el Espejo Mágico y La Canción del Mar.

domingo, 14 de febrero de 2016

Identificar las tentaciones


Según los evangelios, las tentaciones experimentadas por Jesús no son propiamente de orden moral. Son planteamientos en los que se le proponen maneras falsas de entender y vivir su misión. Por eso, su reacción nos sirve de modelo para nuestro comportamiento moral, pero, sobre todo, nos alerta para no desviarnos de la misión que Jesús ha confiado a sus seguidores.
Antes que nada, sus tentaciones nos ayudan a identificar con más lucidez y responsabilidad las que puede experimentar hoy su Iglesia y quienes la formamos. ¿Cómo seremos una Iglesia fiel a Jesús si no somos conscientes de las tentaciones más peligrosas que nos pueden desviar hoy de su proyecto y estilo de vida?
En la primera tentación, Jesús renuncia a utilizar a Dios para «convertir» las piedras en panes y saciar así su hambre. No seguirá ese camino. No vivirá buscando su propio interés. No utilizará al Padre de manera egoísta. Se alimentará de la Palabra viva de Dios, solo «multiplicará» los panes para alimentar el hambre de la gente.
Esta es probablemente la tentación más grave de los cristianos de los países ricos: utilizar la religión para completar nuestro bienestar material, tranquilizar nuestras conciencias yvaciar nuestro cristianismo de compasión, viviendo sordos a la voz de Dios que nos sigue gritando ¿dónde están vuestros hermanos?
En la segunda tentación, Jesús renuncia a obtener «poder y gloria» a condición de someterse como todos los poderosos a los abusos, mentiras e injusticias en que se apoya el poder inspirado por el «diablo». El reino de Dios no se impone, se ofrece con amor, solo adorará al Dios de los pobres, débiles e indefensos.
En estos tiempos de pérdida de poder social es tentador para la Iglesia tratar de recuperar el «poder y la gloria» de otros tiempos pretendiendo incluso un poder absoluto sobre la sociedad. Estamos perdiendo una oportunidad histórica para entrar por un camino nuevo de servicio humilde y de acompañamiento fraterno al hombre y a la mujer de hoy, tan necesitados de amor y de esperanza.
En la tercera tentación, Jesús renuncia a cumplir su misión recurriendo al éxito fácil y la ostentación. No será un Mesías triunfalista. Nunca pondrá a Dios al servicio de su vanagloria. Estará entre los suyos como el que sirve.
Siempre será tentador para algunos utilizar el espacio religioso para buscar reputación, renombre y prestigio. Pocas cosas son más ridículas en el seguimiento a Jesús que la ostentación y la búsqueda de honores. Hacen daño a la Iglesia y la vacían de verdad.
1 Cuaresma - C
(Lucas 4,1-13)

José Antonio Pagola

sábado, 13 de febrero de 2016

Papa Francisco y la Familia: Ante la fiesta de San Valentín



             El Papa Francisco, hace un par de años,  escribió el siguiente twit, en su cuenta:
  
“Queridos jóvenes, no tengan miedo a casarse. Unidos en matrimonio fiel y fecundo, serán felices”.
                Luego, aprovechó para exhortar a los jóvenes a vivir el perdón y la gratitud, cotidianamente, en el matrimonio. Y les escribió la siguiente

Oración de los novios:
     Dios Padre, fuente de Amor,
Abre nuestros corazones y nuestras mentes
para reconocer en Ti el origen y la meta de nuestro camino de novios.
     Jesucristo, esposo amado,
enséñanos la vida  de la fidelidad y del respeto,
muéstranos la verdad de nuestros afectos,
haznos disponibles al don de la vida.
     Espíritu Santo, fuego del amor,
enciende en nosotros la pasión para el Reino,
la valentía de asumir decisiones grandes y responsables,
la sabiduría de la ternura y del perdón.
     Dios, Trinidad del Amor,
guía nuestros pasos,
     Amén

                                                                                                              Fernando

viernes, 12 de febrero de 2016

Vestir al desnudo

Se han vuelto a poner de moda los programas de televisión de cambios de estilo. En ellos, personas que quieren un “cambio” se presentan sin recursos, emocionalmente inestables, “desnudos" ante situaciones que no saben gestionar: una imagen para un trabajo, crisis que les han dejado sin medios, etc. Los estilistas les aconsejan, les visten con un nuevo look y a la vez parecen acompañarles en lo que será una nueva etapa de su vida.
La situación es cómica, el estilista comenta con desfachatez su estilo, a la vez que intenta sacarle lo más íntimo y profundo que le lleva a la televisión. Hay mucha superficialidad, emotividad y acogida barata.
La desnudez se presenta de muchas maneras, por supuesto que no podemos olvidar a quienes necesitan de nuestra ayuda para vestir con dignidad.  Hay momentos donde el vestido se convierte en una urgencia.
Dice Marko Rupnik sj que “el vestido tiene que ver con la identidad más profunda de la persona. Tan es así que la desnudez es la pérdida de esa identidad y expresa su cercanía a la muerte”. Entonces, lo de vestir al desnudo ya no es solamente dar nuestra ropa pasada de moda a Cáritas, sino que se convierte en la obra de ayudar a recuperar la intimidad y la profundidad de la persona, crear espacios, situaciones, relaciones que colaboren en la rehabilitación del que ha perdido sus rasgos más íntimos.

Vestir al desnudo exige un profundo respeto, pues no se trata de imponer mis gustos o mi visión de la vida. Se trata de acompañar a quien necesita restaurar su humanidad, lo mejor de su modo de proceder y de situarse ante la vida; es ofrecer abrigo al que siente frío para que no bajen sus defensas. Vestir al desnudo no es hacer de estilista que crea algo nuevo, que experimenta con colores, tejidos y peinados, sino ayudar a descubrir o redescubrir el fin para el que ha sido creado, a vivir vidas con sentido y horizonte, a ver lo que Dios nos ha dado para que nuestra vida vaya a más.

David Ortiz

jueves, 11 de febrero de 2016

¿Por qué sufrimos?

Si existe Dios y dicen que es bueno y todopoderoso… ¿por qué no impide el mal en el mundo?, ¿por qué sufrimos? Nos encontramos ante el problema del mal, nunca completamente resuelto. Pero si quieres investigar un poco más, si no te vale cualquier respuesta, con este vídeo puedes seguir buscando.



miércoles, 10 de febrero de 2016

MIÉRCOLES DE CENIZA


La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
*“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”
*“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
ORIGEN DE LA COSTUMBRE
Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA
El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
LA ORACIÓN:
La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior.
Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.
Para que nuestra Oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:
La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.
La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.
La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar.
EL SACRIFICIO:
Al hacer sacrificios (cuyo significado es "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar.
“Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6,6).
CONCLUSIÓN:
Como vemos, la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.
Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.


En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.
Está Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión.
El arrepentimiento: Debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Credo: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer.
La confesión de nuestros pecados: El arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión.
La penitencia: Que debemos cumplir empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo.
Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.
Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás.
Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.