miércoles, 31 de mayo de 2017

Se acerca Pentecostés

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, semejante a un viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”. Hechos 2, 1-4

- “Estaban todos en un mismo lugar…”: ¿Dónde estoy yo…? ¿Me encuentro cerca o lejos de la comunidad de Jesús…? ¿Me siento perteneciente a su familia?... Oremos con mucha atención pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado el Espíritu que nos una y nos mantenga firmes en la fe y perseverantes en la comunidad cristiana.

- “De repente vino del cielo un ruido…”: ¿Qué ruidos son los que llenan nuestro corazón? ¿Qué voces llenan nuestro interior…? ¿Qué deseos nos atrapan y arrastran…? ¿Busco el silencio como experiencia que me plenifica y humaniza…? Oremos con insistencia pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado, el Espíritu que nos sobresalte con su voz, que nos despierte de nuestros sueños…

- “Semejante a un viento impetuoso…”: El viento, al soplar mueve los árboles, empuja las velas de los barcos, hace rodar las aspas de los molinos… ¡es movimiento! ¿Hay en mi vida movimiento…? ¿Hacia dónde…? ¿Crezco… o estoy paralizado…? ¿Avanzo… o retrocedo…? Oremos en esta noche pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado el Espíritu que nos mueve hacia Dios y hacia los hermanos y nos hace crecer en fe y en caridad…

- “Llenó toda la casa donde estaban…”: ¿De qué está llena nuestra casa, nuestro domicilio particular…? ¿Abunda la comprensión…, el diálogo…, el servicio…, el perdón…, la paz…, el respeto…, el amor…? ¿O está lleno de tensión…, incomunicación…, egoísmo…, desconfianza…, envidias…, críticas…, injusticias? Oremos en este momento por nuestra familia pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado al Espíritu que llene nuestro domicilio de los dones del amor.

- “Entonces aparecieron lenguas como de fuego…”: El Espíritu del Señor se presenta unas veces como paloma, otras como viento,… ahora como fuego. Es un fuego que ilumina, que calienta, que purifica, que se expande… Oremos pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado el fuego de amor del Espíritu que nos ilumine porque estamos a oscuras…, que nos caliente porque estamos fríos…, que nos purifique porque estamos sucios…., que nos vivifique porque estamos como muertos…

- “Esas lenguas de fuego se repartían y se posaban sobre cada uno…”: Todos recibieron el Espíritu Santo. No quedó nadie sin el don del Espíritu.
Miremos ahora a nuestro alrededor… fijémonos en silencio en los rostros que nos rodean… pidamos el don del Espíritu para cada una de las personas a las que estamos viendo en este lugar… (se deja un tiempo)… pidamos el don del Espíritu para aquel de entre nosotros que más lo necesite…

- “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo…”: Oremos pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado el Espíritu que nos llene de la vida de Dios, que nos transforme porque no somos capaces de cambiar por nosotros mismos, que nos convierta en los cristianos que hoy el mundo necesita, que nos convierta en hombres y mujeres nuevos…

lunes, 29 de mayo de 2017

Papa Francisco y la familia: Ante el rezo del Santo Rosario



           
Estamos en el mes de mayo, mes dedicado a la Virgen María. Exhorto a todos y especialmente a los jóvenes, enfermos y matrimonios, a cultivar la devoción a la Madre de Dios, rezando diariamente el Rosario
Queridos jóvenes, cultiven la devoción a la Madre de Dios con el rezo cotidiano del Rosario; queridos enfermos, sientan la cercanía de María de Nazaret, en especial en la hora de cruz; y ustedes, queridos recién casados, récenle para que nunca falte en su hogar el amor y el respeto recíproco.
También saludo cordialmente a los peregrinos polacos. Ayer, en su país han celebrado a la Bienaventurada Virgen María, Reina de Polonia. La colecta de la Santa Misa de esta Solemnidad nos recuerda que Dios ha dado a su nación, en María Virgen, una admirable ayuda y protección, con el fin de que, gracias a su intercesión, la fe gozara de libertad continua y que su patria se desarrollara en la paz. Uniéndome a esta oración, bendigo de corazón a Polonia y a cada uno de ustedes.
Les aseguro que en María estamos en buenas manos, y que Jesús es el único verdadero Pastor, que nos da vida en abundancia.
Él nos acompaña, camina con nosotros. Escuchemos su Palabra con mente y corazón abiertos, para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir las enseñanzas del Evangelio. Jesús nunca nos deja solos. Ésa es la expresión fundamental de su misericordia. Que la presencia del Señor en sus vidas los haga cada vez más alegres misioneros del amor de Cristo. Muchas gracias.
                                                                                              Fernando


domingo, 28 de mayo de 2017

Abrir el horizonte

Ocupados solo en el logro inmediato de un mayor bienestar y atraídos por pequeñas aspiraciones y esperanzas, corremos el riesgo de empobrecer el horizonte de nuestra existencia perdiendo el anhelo de eternidad. ¿Es un progreso? ¿Es un error?
Hay dos hechos que no es difícil comprobar en este nuevo milenio en el que vivimos desde hace unos años. Por una parte está creciendo en la comunidad humana la expectativa y el deseo de un mundo mejor. No nos contentamos con cualquier cosa: necesitamos progresar hacia un mundo más digno, más humano y dichoso.
Por otra está creciendo al mismo tiempo el desencanto, el escepticismo y la incertidumbre ante el futuro. Hay tanto sufrimiento absurdo en la vida de las personas y de los pueblos, tantos conflictos envenenados, tales abusos contra el planeta, que no es fácil mantener la fe en el ser humano.
Es cierto que el desarrollo de la ciencia y la tecnología están logrando resolver muchos males y sufrimientos. En el futuro se lograrán, sin duda, éxitos todavía más espectaculares. Aún no somos capaces de intuir la capacidad que se encierra en el ser humano para desarrollar un bienestar físico, psíquico y social.
Pero no sería honesto olvidar que este desarrollo prodigioso nos va «salvando» solo de algunos males y solo de manera limitada. Ahora precisamente que disfrutamos cada vez más del progreso humano empezamos a percibir mejor que el ser humano no puede darse a sí mismo todo lo que anhela y busca.
¿Quién nos salvará del envejecimiento, de la muerte inevitable o del poder extraño del mal? No nos ha de sorprender que muchos comiencen a sentir la necesidad de algo que no es ni técnica ni ciencia, tampoco ideología o doctrina religiosa. El ser humano se resiste a vivir encerrado para siempre en esta condición caduca y mortal. Busca un horizonte, necesita una esperanza más definitiva.
No pocos cristianos viven hoy mirando exclusivamente a la tierra. Al parecer no nos atrevemos a levantar la mirada más allá de lo inmediato de cada día. En esta fiesta cristiana de la Ascensión del Señor quiero recordar unas palabras de aquel gran científico y místico que fue P. Teilhard de Chardin: «Cristianos a solo veinte siglos de la Ascensión. ¿Qué habéis hecho de la esperanza cristiana?».
En medio de interrogantes e incertidumbres, los seguidores de Jesús seguimos caminando por la vida trabajados por una confianza y una convicción. Cuando parece que la vida se cierra o se extingue, Dios permanece. El misterio último de la realidad es un misterio de amor salvador. Dios es una puerta abierta a la vida eterna. Nadie la puede cerrar.
José Antonio Pagola
Ascensión del Señor - A
(Mateo 28,16-20)
28 de mayo 2017

sábado, 27 de mayo de 2017

Un proyecto esperanzador que apuesta por la paz

Ante la locura asesina del Estado islámico ha surgido un proyecto esperanzador. Un proyecto de diálogo y encuentro que involucra a los jóvenes, para construir una convivencia común que vaya más allá de sus respectivas religiones.
Lo lidera el padre Samir, párroco de una diócesis del Kurdistán, que atiende a 3.500 familias de refugiados cristianos, musulmanes y yazidíes que en el año 2014 huyeron de sus casas y propiedades en Mosul y la Llanura de Nínive para escapar de los yihadistas.
El objetivo es identificar a jóvenes que estén deseosos de testimoniar que la convivencia es posible. Y a partir de aquí impulsar un “modelo” que pueda ser replicado en todo el país, e incluso más allá.
Para ello ya se ha formado un primer grupo compuesto por una doce cristianos, ocho musulmanes, siete yazidíes, dos sabeos y dos turcomanos.
Al explicar su proyecto el padre Samir toma como referencia el último viaje del Papa Francisco a Egipto. Una visita que ha brindado un gran testimonio en el camino del diálogo y del encuentro.
Pretenden que este grupo pueda volverse sal y luz de esta tierra, involucrando a toda la población. Dialogando en el ámbito de sus hogares, explicando los temas y los contenidos tratados durante los encuentros. Es un modo de hacer que las familias puedan conocer a las otras religiones, creando una base común para el diálogo. "A menudo ocurre que las cosas grandes nacen a partir de cosas pequeñas”.
El párroco quiere promover muchas ideas y proyectos en estas reuniones: el testimonio de niños “especiales”, que vivieron prisioneros del Estado Islámico (EI), o de aquellos que perdieron al padre o a la madre a manos de los yihadistas; organizar campamentos de verano que estén abiertos a los jóvenes de todos las religiones; crear una web que narre los encuentros, los viajes, los testimonios. Una página que, a diferencia de las redes sociales que demasiado a menudo son vehículo de odio y divisiones, sea “un lugar virtual de encuentro y confrontación, un testimonio de la vida en común”.
Alejandro Córdoba

viernes, 26 de mayo de 2017

Mujer de espíritu

Mujer del Espíritu
que, al soplo de su presencia,
te dejaste llevar por el viento de su gracia:
Empújanos a la SABIDURIA
y apreciar en lo que vemos los signos de la presencia de Dios.
Empújanos al ENTENDIMIENTO
y podamos vivir cerca de Dios
Empújanos al buen CONSEJO
y podamos recibirlo y darlo según Dios
Empújanos a la FORTALEZA
y, ante la debilidad, saquemos fuerza de lo sobrenatural
Empújanos a la CIENCIA
y sepamos conocer lo auténticamente esencial
Empújanos a la PIEDAD
que no seamos fríos ni con Dios ni con los que nos rodean
Empújanos al SANTO TEMOR
y sepamos comprender que Dios está
en el principio y fin de todo y de todas las cosas.
Amén

miércoles, 24 de mayo de 2017

Oración para sonreir

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.
Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.

martes, 23 de mayo de 2017

EN LA CASA DEL PADRE




D. MELCHOR CAMINERO CALVO, 90 años.  Consiliario del primer equipo del Sector de Palencia y Región Noroeste que en 1961 pilotó el matrimonio Díaz Mauriño desde Madrid. El entonces Obispo de Palencia, Mons. José Souto le encomendó la misión de visitar al Padre Caffarel para conocer nuestro Movimiento. 







En homenaje a su trayectoria os dejamos un vídeo con su intervención en el Acto Institucional del 50 Aniversario del Sector de Palencia y de la Región Noroeste

lunes, 22 de mayo de 2017

Papa Francisco y la familia: cuidado con ser “momias espirituales”



Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida; sin embargo, hay fieles que no viven con coherencia el Evangelio y terminan convirtiéndose en cristianos vagabundos, o en “momias espirituales”, porque se quedan parados y no avanzan, no hacen daño, pero no hacen el bien.
 Sí,  Jesús dice  a Tomás: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, y el que me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Jesús es el camino justo de la vida cristiana, por lo que es importante verificar constantemente si lo seguimos con coherencia, si hemos perdido la experiencia de fe, o se nos ha quedado por el camino. Por este camino, hay diversos tipos de cristianos: ‘cristianos momias’, ‘cristianos vagabundos’, ‘cristianos testarudos’, ‘cristianos a mitad de camino’.
Las características de estos cristianos que están confundidos, empiezan por que el cristiano que ‘no camina’, que parece que estuviera embalsamado.   Y un cristiano que no camina, que no hace camino, es un cristiano no cristiano. No se sabe lo que es. Es un cristiano un poco ‘paganizado’: está allí, estancado, no va adelante en la vida cristiana, no hace florecer las Bienaventuranzas en su vida, no hace las obras de misericordia… Está parado. Perdónenme la palabra, pero es como si fuera una ‘momia’, allí… una ‘momia espiritual’. Y hay cristianos que son ‘momias espirituales’. Parados, allí. No hacen daño, pero no hacen el bien.
Luego, también hay cristianos porfiados. Si bien cuando se camina es posible equivocarse de rumbo, lo peor es la tragedia es ser testarudo y decir: ‘éste es el camino’. Y no dejar que la voz del Señor nos diga que no lo es, y no dejar que nos diga: ‘vuelve atrás y toma el camino verdadero’.
Asimismo, están los cristianos que caminan, pero no saben dónde van. Son errantes en la vida cristiana, vagabundos. Su vida es un ir dando vueltas, aquí y allá, y así se pierden la belleza de acercarse a Jesús, al camino de Jesús. Pierden el camino, porque van dando vueltas, y tantas veces ese vagabundear, los lleva a una vida sin salida: el vagabundear demasiado se transforma en un laberinto, y después no saben cómo salir. Han perdido esa llamada de Jesús. Estos cristianos no tienen brújula para salir, y dan vueltas, buscan.
Hay otros que en el camino quedan seducidos por una belleza, por algo, y se quedan a mitad de camino, fascinados por lo que ven, por una idea, una propuesta, un paisaje… ¡Y se detienen! ¡La vida cristiana no es una fascinación: es una verdad! ¡Es Jesucristo!.
Ante esto, os invito a preguntaros: ¿cómo va el camino cristiano que empecé en el Bautismo? ¿Estancado? ¿Equivocado? ¿Vagabundeando espiritualmente? ¿Me detengo ante lo que me gusta: mundanidad, vanidad? O… ¿sigo siempre hacia adelante, haciendo que sean concretas las Bienaventuranzas y las obras de misericordia?.
Recordad que el camino de Jesús está lleno de consolaciones, de gloria y también de cruz, pero siempre con la paz en el alma. Os aliento a preguntaros cómo es vuestro caminar.
Quedémonos hoy con la pregunta, pero preguntémonos, cinco minutitos… ¿Cómo estoy yo en este camino cristiano? ¿Estancado, equivocado, dando vueltas, parándome ante las cosas que me gustan, o en el camino de Jesús: ‘Yo soy el Camino’?

¡Y pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe a caminar bien, siempre! Y, cuando nos cansemos, un pequeño refresco, y adelante. Pidamos esta gracia.                                                     Fernando

domingo, 21 de mayo de 2017

El Espíritu de la verdad

Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ve tristes y abatidos. Pronto no le tendrán a él. ¿Quién podrá llenar su vacío? Hasta ahora ha sido él quien ha cuidado de ellos, los ha defendido de los escribas y fariseos, ha sostenido su fe débil y vacilante, les ha ido descubriendo la verdad de Dios y los ha iniciado en su proyecto humanizador.
Jesús les habla apasionadamente del Espíritu. No los quiere dejar huérfanos. Él mismo pedirá al Padre que no los abandone, que les dé "otro Defensor" para que "esté siempre con ellos". Jesús lo llama "el Espíritu de la verdad". ¿Qué se esconde en estas palabras de Jesús?
Este "Espíritu de la verdad" no ha de ser confundido con una doctrina. Esta verdad no hay que buscarla en los libros de los teólogos ni en los documentos de la jerarquía. Es algo mucho más profundo. Jesús dice que "vive con nosotros y está en nosotros". Es aliento, fuerza, luz, amor... que nos llega del misterio último de Dios. Lo hemos de acoger con corazón sencillo y confiado.
Este "Espíritu de la verdad" no nos convierte en "propietarios" de la verdad. No viene para que impongamos a otros nuestra fe ni para que controlemos su ortodoxia. Viene para no dejarnos huérfanos de Jesús, y nos invita a abrirnos a su verdad escuchando, acogiendo y viviendo su Evangelio.
Este "Espíritu de la verdad" no nos hace tampoco "guardianes" de la verdad, sino testigos. Nuestro quehacer no es disputar, combatir ni derrotar adversarios, sino vivir la verdad del Evangelio y "amar a Jesús guardando sus preceptos".
Este "Espíritu de la verdad" está en el interior de cada uno de nosotros defendiéndonos de todo lo que nos pueda apartar de Jesús. Nos invita a abrirnos con sencillez al misterio de un Dios Amigo de la vida. Quien busca a este Dios con honradez y verdad no está lejos de él. Jesús dijo en cierta ocasión: "Todo el que es de la verdad escucha mi voz". Es cierto.
Este "Espíritu de la verdad" nos invita a vivir en la verdad de Jesús en medio de una sociedad donde con frecuencia a la mentira se la llama estrategia; a la explotación, negocio; a la irresponsabilidad, tolerancia; a la injusticia, orden establecido; a la arbitrariedad, libertad; a la falta de respeto, sinceridad...
¿Qué sentido puede tener la Iglesia de Jesús si dejamos que se pierda en nuestras comunidades el "Espíritu de la verdad"?
¿Quién podrá salvarla del autoengaño, las desviaciones y la mediocridad generalizada?
¿Quién anunciará la Buena Noticia de Jesús en una sociedad tan necesitada de aliento y esperanza?
6 Pascua - A
(Juan 14,15-21)
21 de mayo 2017

sábado, 20 de mayo de 2017

Voces sabias

Ante nuestra vida y ante las circunstancias que nos ha tocado vivir tenemos que saber jugar nuestras cartas. Y hay pensadores que nos ayudan a hacerlo. Comparto las ideas de algunos que me han gustado.
Tienes que activar tu optimismo para ser más feliz, recomienda Florence Servan-Schreiber. Y añade: “ser feliz es estar enamorado de la propia vida”.
Martin Seligman apuesta por ser realista. No se puede ser positivo en todas las ocasiones. Y dice, como ejemplo, que la persecución sistemática de la felicidad no te hace feliz, porque el perfeccionismo es dañino.
Lo que esperamos es lo que nos hará felices, dice Daniel Gilbert.
La felicidad no depende del dinero, dice Ricahrd Layard. Y ha demostrado que desde 1946 la renta se ha cuadriplicado y la felicidad se ha estancado.
Barbara Fredrickson habla de la espiral de lo positivo: saborear los momentos y confiar en uno mismo. Porque “Nuestra actitud ante un acontecimiento tiene el poder de transformarlo”.
Ben-Shahar recomienda “el optimismo, la pasión y el esfuerzo” como elementos indispensables para tener éxito.
Para David Watson “hay más felicidad en perseguir un objetivo que en alcanzarlo”. Recomienda, por ello, encontrar nuestra vocación, disfrutar del viaje, fijarse objetivos, analizar nuestras cualidades. Y ser imperfecto, porque “el perfeccionismo es el primo hermano del pesimismo”.
Muchos autores dan recomendaciones para vivir la vida y amarla: cuidar nuestras relaciones, conectarnos, espolear la curiosidad, conversar, escribir, gratitud, rituales, reflexionar, hacer ejercicio, benevolencia, meditación, creer en nosotros y en los demás, aprender a errar, errar al aprender, darnos permiso para ser humanos, confiarnos, simplificar, no olvidar nuestro cuerpo.
Alejandro Córdoba

viernes, 19 de mayo de 2017

La grandeza de VIVIR

Un día del que tengo un bello recuerdo visité la casa de Neruda. Comparto el recuerdo con una poesía suya.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo Neruda
(Veinte poemas de amor y una canción desesperada, 1924)

miércoles, 17 de mayo de 2017

María

María, 
haznos sentir tu mirada de madre, 
guíanos a tu Hijo, 
haz que no seamos cristianos de escaparate, 
sino de los que saben mancharse las manos 
para construir con tu Hijo Jesús 
su Reino de amor, de alegría y de paz. 
Amén.

martes, 16 de mayo de 2017

CENTENARIO DE FÁTIMA, CELEBRACIÓN JUBILAR E INDULGENCIA PLENARIA

En el Monasterio de la Madre de Dios de Buenafuente de Sistal puedes celebrar el jubileo y obtener la indulgencia plenaria, que el Papa Francisco concedió para todo el mundo con ocasión del Centenario de las Apariciones de Fátima.
¿CUÁNDO?
El 13 de cada mes desde Mayo hasta Octubre
¿CÓMO?
Las condiciones habituales: confesarse durante los 15 días próximos a la celebración jubilar, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre, rezar un Padrenuestro, hacer profesión de fe con el Credo e invocar a la Virgen de Fátima.
Y visitar con devoción una imagen de Nuestra Señora de Fátima expuesta solemnemente a la veneración pública en los días de los aniversarios de las apariciones.
CELEBRACIIONES JUBILARES
-Veneración pública durante los días jubilares de la imagen de la Virgen de Fátima que las hermanas cistercienses tienen en clausura y a la que tanta devoción tenía Sor Teresita (Foto adjunta).
-Celebración de la Eucaristía en memoria de la Virgen María (Consultar horario).
-Rezo comunitario del Santo Rosario a las 17:30 h.
-Exposición del Santísimo a las 18:00 h.
-Vísperas y Bendición del Santísimo a las 18:30 h.
MENSAJE DE FÁTIMA: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por lo que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”.
“Al recordar las palabras que el Ángel les enseñó a los tres pastorcitos en Fátima: “Dios mío, yo creo, adoro, espero, y te amo”, me asalta la duda de si estas expresiones las puede comprender un niño de la edad de Jacinta, de Francisco y de Lucía. (…) Una niña dijo: “Yo tengo la edad de Jacinta”, y me repitió enteramente las palabras del Ángel”. Y añadió: “Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman”. En este momento intervino un adulto, que me preguntó: “¿Por qué tengo que pedir perdón por lo que yo no he hecho?”. A lo que le respondí: “Si en una familia, un hijo sale rebelde, quizá otro redobla su cariño a sus padres. No es cuestión de asumir culpas, sino de amar más. (…) Quise saber si habían comprendido lo que significaba adorar, a lo que me respondió un muchacho: “Dar un beso”. En definitiva, en esto consiste la fe, en saberse amado de Dios y en amar. Y hoy nos hemos sentido amados de Dios, al poder acoger la imagen de Nuestra Señora llegada de Fátima.” (Ángel Moreno, Extracto de la homilía del 1-2 de Mayo con ocasión de la Visita de la Imagen Peregrina de Fátima).

lunes, 15 de mayo de 2017

Papa Francisco y la Familia: Ante el Buen Pastor.



Conocemos todos la imagen del Buen Pastor que lleva sobre sus hombros a la oveja perdida. Desde siempre este icono representa la atención de Jesús hacia los pecadores y la misericordia de Dios que no se resigna a perder a nadie. La parábola es narrada por Jesús para hacer entender que su cercanía con los pecadores no debe escandalizar, sino al contrario provocar en todos una seria reflexión sobre cómo vivimos nuestra fe.
La narración presenta, de una parte, a los pecadores que se acercan a Jesús para escucharlo y, de otra parte, a los doctores de la ley, los escribas,  que se alejan de Él por su comportamiento. Estos se alejan, porque Jesús se acerca a los pecadores. Estos eran orgullosos, eran soberbios, se creían justos.
Nuestra parábola se desarrolla en relación a tres personajes: el pastor, la oveja perdida y el resto del rebaño. Pero quien actúa es sólo el pastor, no las ovejas. El pastor es el único verdadero protagonista y todo depende de él. Una pregunta introduce la parábola: «Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?».
Se trata de una paradoja que induce a dudar del actuar del pastor: ¿Es sabio abandonar las noventa y nueve por una sola oveja? Y además, ¿no en la seguridad de un redil, sino en el desierto? Según la tradición bíblica el desierto es el lugar de muerte donde es difícil encontrar alimento y agua, sin protección y a merced de las fieras y de los ladrones. ¿Qué cosa pueden hacer noventa y nueve ovejas indefensas?
La paradoja continua diciendo que el pastor, al encontrar a la oveja, «la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: Alégrense conmigo». Entonces, ¡parece que el pastor no regresa al desierto a buscar a todo el rebaño! Tendido hacia aquella única oveja parece olvidar las otras noventa y nueve. Pero en realidad no es así. La enseñanza que Jesús quiere darnos es que ninguna oveja puede perderse. El Señor no puede resignarse al hecho que una sola persona pueda perderse.
El actuar de Dios es aquel que va a buscar a los hijos perdidos, para después hacer fiesta y alegrarse con todos porque los ha encontrado. Se trata de un deseo irrefrenable: ni siquiera las noventa y nueve ovejas pueden detener al pastor y tenerlo cerrado en el redil. Él podría razonar: “Pero, hago un balance: tengo noventa y nueve, he perdido una, pero no es tanta la perdida, ¿no?”. Él va a buscar aquella, porque cada una es muy importante para Él y aquella es la más necesitada, la más abandonada, la más descartada; y Él va ahí a buscarla.
Somos todos avisados: la misericordia hacia los pecadores es el estilo con el cual actúa Dios y a esta misericordia Él es absolutamente fiel: nada ni nadie podrá alejarlo de su voluntad de salvación. Dios no conoce nuestra actual cultura del descarte, en Dios esto no cabe. Dios no descarta a ninguna persona; Dios ama a todos, busca a todos… ¡Todos! Uno por uno. Él no conoce esta palabra “descartar a la gente”, porque es todo amor y toda misericordia.
El rebaño del Señor esta siempre en camino: no posee al Señor, no podemos ilusionarnos de aprisionarlo en nuestros esquemas y en nuestras estrategias. El pastor se encontrará allí donde está la oveja perdida. ¡El Señor pues, debe ser buscado allí donde Él quiere encontrarnos, no donde nosotros pretendemos encontrarlo!
Mientras busca a la oveja perdida, Él provoca a las noventa y nueve para que participen en la reunificación del rebaño. Entonces no sólo la oveja llevada en sus hombros, sino todo el rebaño seguirá al pastor hasta su casa para hacer fiesta con los “amigos y vecinos”.
Deberíamos reflexionar muchas veces sobre esta parábola, porque en la comunidad hay siempre alguien que falta y se ha ido, dejando el lugar vacío. A veces esto desanima y nos lleva a creer que sea una perdida inevitable, una enfermedad sin remedio. ¡Y entonces corremos el peligro de encerrarnos dentro de un redil, donde no habrá el olor de las ovejas, sino el hedor de cerrado! Y los cristianos no debemos estar cerrados porque tendremos el hedor de las cosas cerradas. ¡Jamás! Debemos salir y este cerrarse en sí mismos, en las pequeñas comunidades, en la parroquia, ahí, … pero nosotros “los justos” …
Esto sucede cuando falta el impulso misionero que nos lleva a encontrar a los demás. En la visión de Jesús no existen ovejas definitivamente perdidas – esto debemos entenderlo bien – para Dios ninguno está definitivamente perdido. ¡Jamás! Hasta el último momento, Dios nos busca. Piensen en el buen ladrón; pero sólo en la visión de Jesús: que ninguno está definitivamente perdido, sino sólo en ovejas que son encontradas.
La perspectiva por lo tanto es totalmente dinámica, abierta, estimulante y creativa. Nos impulsa a salir en búsqueda, para iniciar un camino de fraternidad. Ninguna distancia puede tener alejado al pastor; y ningún rebaño puede renunciar al hermano. ¡Encontrar a quien se ha perdido es la alegría del pastor y de Dios, pero es también la alegría de todo el rebaño! ¡Somos todos nosotros ovejas encontradas y reunidas por la misericordia del Señor, llamados a congregar junto a Él a toda la grey! Gracias.

                                                                                                          Fernando

domingo, 14 de mayo de 2017

El camino

Al final de la última cena, los discípulos comienzan a intuir que Jesús ya no estará mucho tiempo con ellos. La salida precipitada de Judas, el anuncio de que Pedro le negará muy pronto, las palabras de Jesús hablando de su próxima partida, han dejado a todos desconcertados y abatidos. ¿Qué va a ser de ellos?
Jesús capta su tristeza y su turbación. Su corazón se conmueve. Olvidándose de sí mismo y de lo que le espera, Jesús trata de animarlos: «No os inquietéis. Confiad en Dios y confiad también en mí». Más tarde, en el curso de la conversación, Jesús les hace esta confesión: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre sino por mí». No lo hemos de olvidar nunca.
«Yo soy el camino»
El problema de muchos no es que vivan extraviados o descaminados. Sencillamente viven sin camino, perdidos en una especie de laberinto: andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, les van indicando las consignas y modas del momento.
¿Y qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino? ¿A quién se puede dirigir? ¿Adónde puede acudir? El que camina tras los pasos de Jesús podrá seguir encontrándose con problemas y dificultades, pero está en el camino acertado que conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.
«Yo soy la verdad»
Estas palabras encierran una invitación escandalosa a los oídos modernos. Y, sin embargo, también hoy hemos de escuchar a Jesús. No todo se reduce a la razón. El desarrollo de la ciencia no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano ha de vivir ante el misterio último de su existencia.
Jesús se presenta como camino que conduce y acerca a ese Misterio último. Dios no se impone. No fuerza a nadie con pruebas ni evidencias. El Misterio último es silencio y atracción respetuosa. Jesús es el camino que nos puede conducir a confiar en su bondad.
«Yo soy la vida»
Jesús puede ir transformando nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde lo más profundo de nuestro ser, infunde en nosotros un germen de vida nueva.
Esta acción de Jesús en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. El mismo creyente solo intuye una presencia imperceptible. A veces, sin embargo, nos invade la certeza, la alegría incontenible, la confianza total: Dios existe, nos ama, todo es posible, incluso la vida eterna. Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida.

sábado, 13 de mayo de 2017

Lectura apasionada del Cristo de Velazquez

El mensaje que transmite “El Cristo crucificado”, de Velázquez (Museo del Prado) es inimaginable. Es casi un pecado cultural no ver, meditar y disfrutar una pintura tan impactante.
Este Cristo no parece estar muerto. La muerte está fuera de él, en el fondo negro de un cuadro en el que no hay paisajes ni figuras. No hay ángeles, ni símbolos de nada ni de nadie. La única compañera en este trance final es la tiniebla.
Por la serenidad y el misterio que evoca ha sido este lienzo punto de partida de muchas meditaciones literarias.
El contraste entre luz y oscuridad, entre la blancura del cuerpo y la negrura del fondo impresionó a Miguel de Unamuno “¿En qué piensas Tú, muerto, Cristo mío? ¿Por qué cae sobre tu frente ese velo de cerrada noche de tu abundosa cabellera negra de nazareno?”
Dice de él José María Gabriel y Galán, «el dulcísimo Mártir / clavado en el leño/ con su frente de Dios dolorida/ con sus ojos de Dios entreabiertos/ con sus labios de Dios amargados/ con su boca de Dios sin aliento...».
Al eliminarse cualquier referencia espacial, se acentúa la sensación de soledad, silencio y reposo, frente a la idea de tormento de la Pasión. Los dedos se recogen sobre la palma de la mano, como queriendo abrazar el clavo en un gesto de sumisión a la vez que de perdón. Cada miembro del cuerpo crucificado respira vida, espíritu, aliento.
En el cuadro no hay flacidez ni contorsión de miembros. Hay abandono divino en los brazos del Padre.
Este Cristo es la Luz, antorcha que ardiendo nos alumbra, luz que esclarece en el mundo a los mortales. Es luz de amanecer, de vida. La cruz es como el lecho en el que reposa el cuerpo fatigado por los dolores sufridos, antes de levantarse para una vida nueva.
Cristo vive en absoluta soledad la negra muerte del mundo, que lo envuelve en busca de presa. ¡Sólo la negrura del mundo! ¡Sólo la luz de un muerto que vive!.
La cortina de su pelo, que oculta parcialmente el rostro, vela y desvela el misterio de Dios, imposible de mostrar con el pincel. Algo se entrevé del misterio por esa luz de eternidad, que, en su fugacidad, serenamente brilla y enardece.
León Felipe destaca que por el resquicio en la melena entra la imaginación y sirve de trasluz a la divinidad. Esa melena, que cae remite al misterio, a algo trascendente y sublime. Por entre la celosía de sus cabellos la pobre luz humana contacta la infinita Luz y de ella se contagia.
A mí me ha contagiado y he querido compartirlo contigo.
Alejandro Córdoba

viernes, 12 de mayo de 2017

Delicadeza de María

Eres, María;
delicadeza en la dureza
delicadeza cuando asoman las pruebas
delicadeza cuando llama Dios
delicadeza cuando te llaman los hombres.
Eres, María;
delicadeza en el trato con Dios
delicadeza con las necesidades de los hombres.
Eres, María;
delicadeza para embellecer nuestra fe
delicadeza para profundizar en nuestra oración
delicadeza que nos ayuda en la Eucaristía
delicadeza para escuchar la Palabra de Dios.
Eres, María;
flor delicada y cortada para Dios
flor con  aroma de servicio
flor sin miedo a la espina de dolor
flor que, cuanto más se aprieta, más fragancia ofrece.
Eres, María;
delicadeza que se compromete
delicadeza que sabe darse
delicadeza que sabe respetar
delicadeza que sabe amar.
Eres, María;
un jardín donde crece la flor del gusto
tal vez, por eso mismo,
no quiso pasar de largo.
Amén.
Ave María y canto
J.Leoz

jueves, 11 de mayo de 2017

Silencio de María

Nunca, María,  una mujer como Tú
sin decir nada, dijo tanto.
Vale más, tu actitud de escucha,
que mil palabras.
Hablan más tus obras
que un libro de multitud de páginas.
Nunca, María, nadie como Tú
dijo tanto en tan poco espacio de tiempo.
Con un ¡Si!, comenzó Dios a hacerse grande en tu seno
Con un ¡Sí!, germinó Jesús en tus entrañas
Con un ¡Sí!, Belén preparó humilde morada al Niño
Sí, María;
tus hechos fueron más elocuentes que tus dichos.
Tu sencillez más certera que tus palabras
Tu silencio el secreto más profundo
de tus galanteos con el Espíritu.
Si, María;
enséñanos el difícil arte
de decir poco y hacer mucho.
Sí, María;
enséñanos a ahorrar palabras
y regalarnos en gestos.
Enséñanos a construir la escuela del silencio
el aula de la paz y de la mansedumbre
el desierto de la calma y el misterio
el oasis donde Dios, de forma determinante,
habla para quien lo busca.
Amén.
Ave María
J.Leoz