domingo, 31 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY

Aprender a perder


El dicho está recogido en todos los evangelios y se repite hasta seis veces: “Si uno quiere salvar su vida, la perderá, pero el que la pierde por mí, la encontrará”. Jesús no está hablando de un tema religioso. Está planteando a sus discípulos cuál es el verdadero valor de la vida.
El dicho está expresado de manera paradójica y provocativa. Hay dos maneras muy diferentes de orientar la vida: una conduce a la salvación, la otra a la perdición. Jesús invita a todos a seguir el camino que parece más duro y menos atractivo, pues conduce al ser humano a la salvación definitiva.
El primer camino consiste en aferrarse a la vida viviendo exclusivamente para uno mismo:hacer del propio “yo” la razón última y el objetivo supremo de la existencia. Este modo de vivir, buscando siempre la propia ganancia o ventaja, conduce al ser humano a la perdición.
El segundo camino consiste en saber perder, viviendo como Jesús, abiertos al objetivo último del proyecto humanizador del Padre: saber renunciar a la propia seguridad o ganancia, buscando no solo el propio bien sino también el bien de los demás. Este modo generoso de vivir conduce al ser humano a su salvación.
Jesús está hablando desde su fe en un Dios Salvador, pero sus palabras son una grave advertencia para todos. ¿Qué futuro le espera a una Humanidad dividida y fragmentada, donde los poderes económicos buscan su propio beneficio; los países, su propio bienestar; los individuos, su propio interés?
La lógica que dirige en estos momentos la marcha del mundo es irracional. Los pueblos y los individuos estamos cayendo poco a poco en la esclavitud del “tener siempre más”. Todo es poco para sentirnos satisfechos. Para vivir bien, necesitamos siempre más productividad, más consumo, más bienestar material, más poder sobre los demás.
Buscamos insaciablemente bienestar, pero ¿no nos estamos deshumanizando siempre un poco más? Queremos “progresar” cada vez más, pero, ¿qué progreso es este que nos lleva a abandonar a millones de seres humano en la miseria, el hambre y la desnutrición? ¿Cuántos años podremos disfrutar de nuestro bienestar, cerrando nuestras fronteras a los hambrientos?
Si los países privilegiados solo buscamos “salvar” nuestro nivel de bienestar, si no queremos perder nuestro potencial económico, jamás daremos pasos hacia una solidaridad a nivel mundial. Pero no nos engañemos. El mundo será cada vez más inseguro y más inhabitable para todos, también para nosotros. Para salvar la vida humana en el mundo, hemos de aprender a perder.
José Antonio Pagola
31 de agosto de 2014
22 Tiempo ordinario(A)
Mateo 16, 21-27

sábado, 30 de agosto de 2014

Afrontar las adversidades, olvidar los agravios

Cuando se tienen dificultades que sortear hay una gran oportunidad para aprender, para madurar, para crecer.
La superación de una dificultad puede ser el camino a la felicidad. Porque no es lo mismo un regalo que algo ganado con entrega y esfuerzo.
Si esa dificultad tiene que ver con agravios recibidos no seas tan tonto de guardarlos en una caja de acero y de reservar un cántaro de barro para almacenar los momentos felices. Aprende del sabio que dijo "no tengo tiempo para perderlo en tristezas".
Superar los agravios puede no ser fácil. Pero no lo dejes para mañana, la semana próxima o para cuando se te haya ido el mal humor.
Mañana no sabes si podrás. Pero ahora que has tomado conciencia del problema sí que puedes hacerlo. AHORA es la palabra clave.
Hay circunstancias en las que es difícil mantener encendida la llama del afecto cuando te han rechazado, traicionado o abandonado. Es muy comprensible. En esos momentos detén tu oración en el “no nos dejes caer en la tentación”.
No caer en la tentación de odiar o de responder al “ojo por ojo”. Dice el refranero popular que “una gota de miel caza más moscas que un galón de hiel”. Y decía A. Lincoln “La suavidad y la amistad son más poderosas que la furia y la fuerza”.
No dejes que el rencor te paralice. Postergar tu actuación te va a llevar a generar sentimientos de culpabilidad. Decidir ponerte en marcha es cuestión de segundos. Vencer el rencor puede llevarte años pero al final lo olvidarás. Y te darás cuenta de que lo que el tonto deja para el final el sabio lo hace al principio.

jueves, 28 de agosto de 2014

Maestro ¿quién eres?

Tú eres un grito de fe porque crees en el hombre.  
Un pregón de esperanza porque siembras lo que otros cosechan.
Un testimonio de amor porque mueres un poco cada día, para que otros vivan plenamente.
No dejes de sembrar con coraje en el surco del corazón humano.
Y volverás a ser pan de muchas mesas para vivir cuando ya no vivas.

Educador:
El camino es largo y la tarea es dura, pero no te desalientes, porque el que confió en tu debilidad, te llamó para la siembra y ahora te acompaña entre los surcos.
En el ocaso de la jornada, cuando tu silencio fatigado se quede recordando muchos rostros, escucharás su voz que te repite:
“lo que hiciste con uno de estos mis pequeños,  a mi me lo hiciste...”
...Y en el apacible atardecer de la larga jornada de tu vida, llenará tu alma la alegría de una misión cumplida.  
Tu ocaso se iluminará con la luz de muchos amaneceres porque tus recuerdos se harán proyectos en los que ayer fueron tus alumnos.
Tu voz apagada seguirá hablando en los que te oyeron; tus pies fatigados proseguirán en otros el camino; tus manos quietas y rugosas, continuarán en otras la siembra comenzada; y en muchos corazones nuevos arderá rejuvenecida la llama del amor que tú encendiste.
Y entonces, cuando ya no esperes, te ofrecerán un fruto muy sabroso, que madura lentamente y se llama... gratitud.

martes, 26 de agosto de 2014

Ahora que estás aquí conmigo

Ahora que estás aquí conmigo, ahora que el camino me he dejado ligero de equipaje, ahora que has puesto mi corazón al viento, ardo en deseos de hablar contigo.
Me llamaste Señor, y yo salí a tu encuentro con la mochila llena, busqué seguridades: “oro, plata, dos túnicas, bastón y sandalias”, mil sueños de triunfo y de grandeza. 
Pero paso a paso, el camino y Tú fuisteis despojándome de todas mis posesiones y miserias. Ni un instante dejaste de llamarme; volcaste en mí Señor, tu inquebrantable ternura, me afianzaste en la Roca que eres Tú y encendiste mi esperanza. Ahora llevo en mi mochila lo que Tú me das, lo que Tú haces de mí. Ahora recibo de tus manos la luz y el trabajo, la vida en aventura, la cruz y el pan de cada día. ¡Todo es gratuidad! Ahora Señor, que estás conmigo, ahora que el camino me ha dejado ligero de equipaje, ahora que has puesto mi corazón al viento, ardo en deseos de hablar contigo, ¡y llevo el deseo de TI, Señor, en todos mis deseos!

lunes, 25 de agosto de 2014

Lámpara es tu Palabra para mis pasos

“Lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi sendero”. “Tu ternura es inmensa, Señor, dame vida con tus mandamientos. Tu palabra se funda en la verdad, tus justos mandamientos son eternos” (Sal 118).

En la vida cotidiana andamos con mucha prisa y pocas veces tenemos la calma de sentir la presencia de Jesús que quiere estar siempre a nuestro lado. Lo ven los que son capaces de mirarlo, los que tienen abiertos los ojos del corazón. Él quiere ser para nosotros el camino hacia Dios. Dale la posibilidad de serlo.  

“Sabéis el camino para ir adonde yo voy.” Le dice Tomás: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¡cómo podemos saber el camino!” Le dice Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre” (Jn 14, 4-7).

Para tu reflexión:
Dios no nos deja solos en nuestro camino; hay alguien que le conoce tan bien que se llama a sí mismo “El Camino”... Mira tu vida cotidiana con calma para que percibas una presencia. Sea la ternura de Jesús tu mayor dulzura, su luz tu verdad para el Camino, su amor tu consuelo y descanso en los momentos difíciles.

domingo, 24 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY

Qué decimos nosotros


También hoy nos dirige Jesús a los cristianos la misma pregunta que hizo un día a sus discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. No nos pregunta solo para que nos pronunciemos sobre su identidad misteriosa, sino también para que revisemos nuestra relación con él. ¿Qué le podemos responder desde nuestras comunidades?
¿Conocemos cada vez mejor a Jesús, o lo tenemos “encerrado en nuestros viejos esquemas aburridos” de siempre? ¿Somos comunidades vivas, interesadas en poner a Jesús en el centro de nuestra vida y de nuestras actividades, o vivimos estancados en la rutina y la mediocridad?
¿Amamos a Jesús con pasión o se ha convertido para nosotros en un personaje gastado al que seguimos invocando mientras en nuestro corazón va creciendo la indiferencia y el olvido? ¿Quienes se acercan a nuestras comunidades pueden sentir la fuerza y el atractivo que tiene para nosotros?
¿Nos sentimos discípulos y discípulas de Jesús? ¿Estamos aprendiendo a vivir con su estilo de vida en medio de la sociedad actual, o nos dejamos arrastrar por cualquier reclamo más apetecible para nuestros intereses? ¿Nos da igual vivir de cualquier manera, o hemos hecho de nuestra comunidad una escuela para aprender a vivir como Jesús?
¿Estamos aprendiendo a mirar la vida como la miraba Jesús? ¿Miramos desde nuestras comunidades a los necesitados y excluidos con compasión y responsabilidad, o nos encerramos en nuestras celebraciones, indiferentes al sufrimiento de los más desvalidos y olvidados: los que fueron siempre los predilectos de Jesús?
¿Seguimos a Jesús colaborando con él en el proyecto humanizador del Padre, o seguimos pensando que lo más importante del cristianismo es preocuparnos exclusivamente de nuestra salvación? ¿Estamos convencidos de que el modo de seguir a Jesús es vivir cada día haciendo la vida más humana y más dichosa para todos?
¿Vivimos el domingo cristiano celebrando la resurrección de Jesús, u organizamos nuestro fin de semana vacío de todo sentido cristiano? ¿Hemos aprendido a encontrar a Jesús en el silencio del corazón, o sentimos que nuestra fe se va apagando ahogada por el ruido y el vacío que hay dentro de nosotros?
¿Creemos en Jesús resucitado que camina con nosotros lleno de vida? ¿Vivimos acogiendo en nuestras comunidades la paz que nos dejó en herencia a sus seguidores? ¿Creemos que Jesús nos ama con un amor que nunca acabará? ¿Creemos en su fuerza renovadora? ¿Sabemos ser testigos del misterio de esperanza que llevamos dentro de nosotros?

sábado, 23 de agosto de 2014

La vida... con humor





Hija, has progresado sólo has estado dos horas en el teléfono,

- ¿Quien era?

- Nada, uno que se ha equivocado.

jueves, 21 de agosto de 2014

Sentido de la vida

Una vez tuve un clavo
clavado en el corazón,
y yo no me acuerdo ya si era aquel clavo
de oro, de hierro o de amor.
Sólo sé que me hizo un mal tan hondo,
que tanto me atormentó,
que yo día y noche sin cesar lloraba
cual lloró Magdalena en la Pasión.
"Señor, que todo lo puedes
-pedile una vez a Dios-,
dame valor para arrancar de un golpe
clavo de tal condición."
Y diómelo Dios, arranquelo.
Pero... ¡quién pensara!... Después
ya no sentí más tormentos
ni supe qué era dolor;
supe sólo que no sé qué me faltaba
en donde el clavo faltó,
y al parecer... al parecer tuve nostalgia
de aquella pena... ¡Buen Dios!
Este barro mortal que envuelve el espíritu,
¡quién lo entenderá, Señor!...
ROSALIA DE CASTRO
Por momentos me cuesta entenderlo. En otros momentos veo cumplirse aquel texto tan bello de Isaías: «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos». Y me aferro a Él.

martes, 19 de agosto de 2014

Salmo de la ternura

Tú eres, Maria, la experiencia más bella del Evangelio.
En Ti Dios se ha hecho Noticia Buena para el hombre.
Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;
eres esa estrella matutina que anuncia el día.
Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra;
la Mujer joven que entra en el plan de Dios libre y gozosa. 
Eres estilo de vida, nuevo y fascinante en la Historia;
eres, Maria, la virgen bella y fecunda de Nazaret.

Gracias, Maria, por tu corazón bueno y disponible.
Gracias, Maria, por tu corazón de ojos limpios y puros.
Gracias, Maria, por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, Maria, por tu corazón claro y luminoso.
Gracias, Maria, por tu corazón sencillo y humilde.
Gracias, Maria, por tu corazón lleno de luz y de amor.
Gracias, Maria, por tu corazón abierto al infinito.
Gracias, Maria, por tu corazón joven; sencillamente, joven.

Aquí me tienes, en busca de un camino de libertad.
Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida.
Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dejar mi amor.
Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría.
Aquí me tienes, en busca de la paz y el bien.
Aquí me tienes, en busca de un sendero de justicia.
Aquí me tienes, en busca del rostro del Dios vivo.
Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida.

Gloria a ti, Maria, Casa donde Dios mora
Gloria a ti, Maria, Madre de Cristo y Madre mía.

lunes, 18 de agosto de 2014

Camina por el hombre y llegarás a Dios

Jesús dijo: “Yo soy el camino”, “Y nadie va al Padre sino por mi”. (Jn 4,6)

San Agustín nos dejó esto escrito: “Camina por el hombre y llegarás a Dios”. Es mejor caminar cojeando por el camino justo que caminar deprisa pero fuera de camino. Quien camina cojeando, cada paso que da le aproxima más a la meta. Quien se aparta del camino, cuanto más avanza, más se aleja de la meta.
Si quieres acercarte hacia la meta, ya sabes el camino. “Nadie va al Padre sino por Mí. Y el camino para llegar a Él pasa por el hombre. ¡A no errar el camino!

domingo, 17 de agosto de 2014

Jesús es de todos


Una mujer pagana toma la iniciativa de acudir a Jesús aunque no pertenece al pueblo judío. Es una madre angustiada que vive sufriendo con una hija “atormentada por un demonio”. Sale al encuentro de Jesús dando gritos: “Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David”. La primera reacción de Jesús es inesperada. Ni siquiera se detiene para escucharla. Todavía no ha llegado la hora de llevar la Buena Noticia de Dios a los paganos. Como la mujer insiste, Jesús justifica su actuación: “Solo me han enviado a las ovejas descarriadas de la casa de Israel”.
La mujer no se echa atrás. Superará todas las dificultades y resistencias. En un gesto audaz se postra ante Jesús, detiene su marcha y de rodillas, con un corazón humilde pero firme, le dirige un solo grito: “Señor, socórreme”.
La respuesta de Jesús es insólita. Aunque en esa época los judíos llamaban con toda naturalidad “perros” a los paganos, sus palabras resultan ofensivas a nuestros oídos.: “No está bien echar a los perros el pan de los hijos”. Retomando su imagen de manera inteligente, la mujer se atreve desde el suelo a corregir a Jesús: “Tienes razón, Señor, pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los señores”.
Su fe es admirable. Seguro que en la mesa del Padre se pueden alimentar todos: los hijos de Israel y también los perros paganos. Jesús parece pensar solo en las “ovejas perdidas” de Israel, pero también ella es una “oveja perdida”. El Enviado de Dios no puede ser solo de los judíos. Ha de ser de todos y para todos.
Jesús se rinde ante la fe de la mujer. Su respuesta nos revela su humildad y su grandeza: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! que se cumpla como deseas”. Esta mujer le está descubriendo que la misericordia de Dios no excluye a nadie. El Padre Bueno está por encima de las barreras étnicas y religiosas que trazamos los humanos.
Jesús reconoce a la mujer como creyente aunque vive en una religión pagana. Incluso encuentra en ella una “fe grande”, no la fe pequeña de sus discípulos a los que recrimina más de una vez como “hombres de poca fe”. Cualquier ser humano puede acudir a Jesús con confianza. Él sabe reconocer su fe aunque viva fuera de la Iglesia. Siempre encontrarán en él un Amigo y un Maestro de vida.
Los cristianos nos hemos de alegrar de que Jesús siga atrayendo hoy a tantas personas que viven fuera de la Iglesia. Jesús es más grande que todas nuestras instituciones. Él sigue haciendo mucho bien, incluso a aquellos que se han alejado de nuestras comunidades cristianas.
José Antonio Pagola
17 de agosto de 2014
20 Tiempo ordinario (A)
Mateo 15, 21-28

viernes, 15 de agosto de 2014

A NUESTRA SEÑORA DEL TOVAR



María, lámpara encendida
En ella se realizan
las promesas de nuestra salvación;
en Ella se refleja la belleza primera
con la que Dios concibió a la humanidad.
En Ella se cumple el misterio soberano
de la Encarnación que glorifica a Dios
y trae la paz a la tierra.
En Ella, el silencio profundo del alma perfecta y
abierta hacia el infinito, se transforma en amor,
en palabra, en vida, se hace Cristo.
En Ella, toda piedad, gentileza,
soberanía y poesía es viva;
en Ella el dolor se hace tan acerbo que
ningún otro corazón de madre puede igualarlo.
n Ella, tanto la fe como la esperanza,
la fortaleza y la bondad,
la humildad y la gracia
con esa estela de realismo y misterio
tienen expresiones sobrehumanas.
En Ella cual cirio encendido,
se irradia a Cristo y su Espíritu.
(Juan Pablo II)

jueves, 14 de agosto de 2014

Quiero, Virgen María,
un hogar cálido como el tuyo
para que Dios no pase de largo.
Quiero, Virgen María,
un hogar sin puertas como el tuyo,
para que el Ángel entre sin dificultades.
Quiero, Virgen María,
un hogar sin techo,
para que, aún durmiendo,
pueda contemplar la inmensidad del cielo.
Quiero, Virgen María,
un hogar sencillo y con maderos
para que, ni la vida ni los problemas,
me alejen del espíritu de aquel esposo carpintero.
Quiero, Virgen María,
un hogar con veleta apuntando hacia Dios
un hogar con pozo de agua fresca
un hogar con alma sencilla
un hogar donde, cuando Jesús entre,
encuentre siempre la mesa puesta y el corazón dispuesto.
Quiero, Virgen María,
un hogar con paredes blancas y corazones fuertes
un hogar con fuego vivo y sábanas blancas
un hogar, donde el Evangelio,
sea escuchado, seguido y proclamado.
Así, Virgen María,
quiero que sea mi hogar.
Amén
 Ave María
J.Leoz

miércoles, 13 de agosto de 2014

Bendito seas, Señor

1.- De nuevo te digo: Bendito seas, Señor, porque me has guiado durante mi vida. Me has concedido lo de la oración: "Dirige, Señor, en tu presencia mis pasos". Gracias y perdón por no haber correspondido como debía.

2.- Tu presencia es activa entre nosotros. Tu acción perseverante, y así puedo seguir en tu amor y gracia.
3.- Te siento, Jesús, cada vez más hermano al verte entre nosotros en el Sagrario.
4.- Haz que siempre me adhiera a tus mandatos y no permitas que jamás me aparte de Ti.
5.- En los momentos de cansancio, Señor, permanece conmigo.
José María Lorenzo Amelibia

lunes, 11 de agosto de 2014

CAMINAR EN EL ESPÍRITU

Espíritu Santo,  eres viento: llévame donde quieras;
Eres brisa: déjame respirar lo nuevo;
Eres fuerza: levántame del suelo;
Eres vida: dame pasión por la vida;
Eres alimento: nútreme de tu savia;
Eres luz: ilumíname con tus rayos;
Eres calor: calienta mi existencia;
Eres libertad: hazme libre;
Eres fecundidad: cúbreme con tu sombra;
Eres agua viva: dame de beber;
Eres respuesta: dame fuerza para decir sí  al Padre,  al Hijo  y a ti, Espíritu Santo.

domingo, 10 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY

¿Por qué Dios quiso caminar sobre las aguas con el mar embravecido? ¿Por qué no las calmó primero, si lo hizo luego?
 Es que es un Dios que no se hacia milagros así mismo para no pasar sufrimiento.

Sí que caminó sobre el mar, pero sin reprender al mar, sino dejando que el mar estuviera como estuviera. Él, Nuestro señor Jesucristo, quería ir con los suyos y por eso anduvo sobre el mar, porque los suyos lo necesitaban a su lado, y Él, Dios, fue a ellos, para que ellos no estuvieran solos.
 ¡Cuántas locuras de amor hace Dios Nuestro Señor Jesucristo con todos y cada uno de nosotros! Él Ama a la Iglesia y no la abandona. Es más, manda a Su Madre para que se aparezca a algunos de sus hijos, y les pide oración y les anima a seguir a su hijo Dios Hijo.

¿Qué clase de Persona es Dios que hace “trabajar” a Su Madre?
 María podría estarse tranquila en el Cielo Eterno, disfrutando del Amor de los justos y ensalzada de continuó por los Santos y Ella es la Embajadora del Reino de los Cielos.

Mujeres, siempre hay tiempo para ayudar a Dios. Vosotras, amadas hijas de Dios, podéis influir tanto en el mundo y parece que preferís jubilaros. María no está jubilada, María trabaja. María acude a sus hijos pequeños. Y tú mujer puedes hacer tanto bien a los niños. Hay muchos niños sin padres que los atiendan.


Y tú estás preocupada pensando en que tu hijo te ha abandonado, y lloras, y te angustías, cuando tantas cosas podrías hacer por y para Dios. ¡No escondas tu sentido de la maternidad! Y ayuda a las almas que están solas. Puede que sea a la dependienta de donde vas a comprar el pan, o a la enfermera que te cuida en tu asilo. Ellas te necesitan y pueden ser tus hijas espirituales adoptivas. Puedes rezar a Dios por ellas y darles una de tus mejores sonrisas. ¿Y que haces? Te quejas. Incluso de ellas. De que si te envuelve al pan malamente, que si no te peina como tu quieres… Vamos a ver, vamos a ver… ¿Se queja María cuando visita a las almas del Purgatorio? Ella les lleva la esperanza de que Su Amado Hijo las Ama. Tú ¿Das esperanzas a las personas que te atienden? ¿O te quejas?

P. Jesús

sábado, 9 de agosto de 2014

Desde lo alto

Me imagino cómo sería elevarse a las alturas y contemplar el mundo desde allí. 
Quisiera encontrar el romanticismo de un bello planeta que vive en paz y armonía, que respeta los derechos de los más débiles, que no se corrompe, que mira por el bien de todos y cuida la creación de la naturaleza y humanidad. 
Pero... no es eso lo que encontraría. 
Me sorprendería por ver, aún con más claridad un mundo en el que la riqueza del fuertes se apoya en la supervivencia del débil. 
Un mundo en el que hemos construido muros que separan, más que puentes que acercan. 
Un mundo donde lo prioritario es el bienestar personal sin importar demasiado cómo están los que tenemos cerca y lejos. 
Desde lo alto vería como se violan los derechos humanos y cómo se dividen familias, grupos, sociedades y países por razones de pensamiento y religiones. 
Posiblemente también vería cosas buenas difuminadas entre las nubes. Personas anónimas que se preocupan de los otros, personas honradas que se dejan la piel por sacar adelante a sus familias inculcándoles valores que dan vida. 
Me resultaría imposible no ver a Dios desde lo alto, y le pediría con todas mis fuerzas que nos ayude a vivir con dignidad y respeto, con la alegría que solo tienen aquellos que se olvidan de si mismos para darse por enteros.

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martes, 5 de agosto de 2014

La oruga y el saltamones

Hubo una vez una pequeña oruga que se dirigía a subir una montaña. En el camino, se encontró con un saltamontes, que con mucha curiosidad, le preguntó: ¿Para donde vas?. La pequeña oruga, sin si quiera dejar de caminar, le contestó: "Anoche tuve un sueño, en el que desde la cima de la montaña podía ver todo el valle. Como me ha gustado tanto, me he decidido por realizarlo".

El saltamontes, al escuchar eso, le dijo a la oruga: "¡Estás loco! Es imposible que tu, siendo tan solo una pequeña oruga, puedas llegar hasta la cima de la montaña. Para ti cada piedra sería como una montaña, cada charco un gran mar y cada tronco un muralla impenetrable."

Sin embargo, la oruga, estando tan decidida no escuchó nada de lo que dijo el saltamontes, pues ya iba muy lejos. La oruga siguió caminando, mientras se encontraba a muchos otros animales: Topos, tortugas, arañas, ranas... Todas con la misma intención: Advertirle y decirle que su sueño era imposible, y pedirle que desistiera. Sin embargo, el seguía caminando. 

Cuando ya estaba sin fuerzas y muy cansado, construyó en un último esfuerzo un lugar donde pernoctar y descansar. Dijo "Estaré mejor", y murió. Todos los animales iban a ver sus retos, al animal mas loco. Su tumba era un recordatorio y una advertencia para los atrevidos. Una mañana, en que el sol resplandecía, todos los animales se había reunido alrededor de su tumba, cuando de un momento a otro todos se quedaron asombrados:

La coraza dura donde estaba comenzó a quebrarse y pudieron ver que un par de ojos y una antena salían. Todos decían: "¡Esa no puede ser la oruga!". Mientras todos miraban asombrados, comenzaron a salir las alas de colores como los del arco iris: Era una mariposa. 

Luego de eso, voló y cumplió su sueño de subir a la montaña. El sueño por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir..... 

Nuestra vida cristiana es así: Muchas veces Dios pone en nuestras mentes grandes sueños e ideas, que para muchos pueden parecer una locura y que con gran fervor tratan de frenarnos y hacernos desistir de ellos. Pero nosotros no debemos escuchar esas personas, sino al contrario, rodearnos de personas llenas de fe, que nos den palabra de ánimo. Y mas que eso, llenarnos de fe y confianza de que, si el Señor nos dio ese sueño, Él mismo nos proveerá y nos ayudará a hacerlo realidad.

¡Confía en Él! Recuerda que nada es imposible para Dios.

domingo, 3 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY

Dadles vosotros de comer


Jesús está ocupado en curar a aquellas gentes enfermas y desnutridas que le traen de todas partes. Lo hace, según el evangelista, porque su sufrimiento le conmueve. Mientras tanto, sus discípulos ven que se esta haciendo muy tarde. Su diálogo con Jesús nos permite penetrar en el significado profundo del episodio llamado erróneamente “la multiplicación de los panes”.
Los discípulos hacen a Jesús un planteamiento realista y razonable: “Despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer”. Ya han recibido de Jesús la atención que necesitaban. Ahora, que cada uno se vuelva a su aldea y se compre algo de comer según sus recursos y posibilidades.
La reacción de Jesús es sorprendente: “No hace falta que se vayan. Dadles vosotros de comer”. El hambre es un problema demasiado grave para desentendernos unos de otros y dejar que cada uno lo resuelva en su propio pueblo como pueda. No es el momento de separarse, sino de unirse más que nunca para compartir entre todos lo que haya, sin excluir a nadie.
Los discípulos le hacen ver que solo hay cinco panes y dos peces. No importa. Lo poco basta cuando se comparte con generosidad. Jesús manda que se sienten todos sobre el prado para celebrar una gran comida. De pronto todo cambia. Los que estaban a punto de separarse para saciar su hambre en su propia aldea, se sientan juntos en torno a Jesús para compartir lo poco que tienen. Así quiere ver Jesús a la comunidad humana.
¿Qué sucede con los panes y los peces en manos de Jesús? No los “multiplica”. Primero bendice a Dios y le da gracias: aquellos alimentos vienen de Dios: son de todos. Luego los va partiendo y se los va dando a los discípulos. Estos, a su vez, se los van dando a la gente. Los panes y los peces han ido pasando de unos a otros. Así han podido saciar su hambre todos.
El arzobispo de Tánger ha levantado una vez más su voz para recordarnos “el sufrimiento de miles de hombres, mujeres y niños que, dejados a su suerte o perseguidos por los gobiernos, y entregados al poder usurero y esclavizante de las mafias, mendigan, sobreviven, sufren y mueren en el camino de la emigración”.
En vez de unir nuestras fuerzas para erradicar en su raíz el hambre en el mundo, solo se nos ocurre encerrarnos en nuestro “bienestar egoísta” levantando barreras cada vez más degradantes y asesinas. ¿En nombre de qué Dios los despedimos para que se hundan en su miseria? ¿Dónde están los seguidores de Jesús?
¿Cuándo se oye en nuestras eucaristías el grito de Jesús. “Dadles vosotros de comer”?
José Antonio Pagola
3 de agosto de 2014
28 Tiempo ordinario (A)
Mateo 14, 13-21