sábado, 31 de octubre de 2015

¿Dónde está tu hermano?

"Siempre me angustió la situación de los que son objeto de las diversas formas de trata de personas. Quisiera que se escuchara el grito de Dios preguntándonos a todos: «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9). 

¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. 

Hay mucho de complicidad ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda."

Evangelii Gaudium (IV. La inclusión social de los pobres)

viernes, 30 de octubre de 2015

JORNADAS APERTURA EDIP 2015



Con esas caras bonitas de alegría, de ilusión, de esperanza,  los Coordinadores Regionales y de Sector de los diferentes EDIP's de nuestra geografía hispana, este último fin de semana nos hemos reunido en la Residencia de las Esclavas  de Madrid (sobresaliente para todas las monjas por su hospitalidad y su comida) y nos hemos dedicado a buscar el "pulso" del Movimiento. Y hemos de de decir, sin falsa humildad,  que está con unas constantes vitales espléndidas en todos los lugares. Valga como ejemplo que, por primera vez, en todas las regiones hay equipos en pilotaje, lo cual debe llenarnos de satisfacción y la vez motivarnos en nuestra tarea.

 Dos palabras se han repetido continuamente en estos días: misericordia y comunicación. En base a tres aspectos fundamentales: misericordia, misión y alegría  por un lado y por otro: fidelidad, verdad y misericordia. Unas palabras que significan un compromiso, que nos indican un camino a seguir y unas metas por alcanzar. Y una comunicación, tanto interna como externa, fluida, vertical y horizontal, que llegue con claridad allí donde sea necesaria nuestra palabra y nuestro testimonio.
Hemos trabajado, hemos rezado, hemos compartido y nos hemos divertido, magníficamente guiados por nuestros Responsables Superregionales, Alberto y Mercedes, los Coordinadores superregionales de EDIP, Rafa y Francisca, (con mención especial para Rafa) y por el consiliario P. Josep, que lleva la motivación y los equipos en lo más profundo de su interior. 
Ahora toca llevara nuestros lugares toda la vivencia y espíritu que allí hemos recogido. Nuestra tarea no ha hecho más que comenzar. Pero miramos el futuro con una esperanza real, sabiendo que tenemos un nuestra mano un gran tesoro: LOS EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA.

Conchi y Jesús
Coordinadores Regionales de EDIP


jueves, 29 de octubre de 2015

Discurso del Papa Francisco en los 50 años del Sínodo de los Obispos: 20 frases

EXTRAORDINARIO discurso del Papa Francisco en los 50 años del Sínodo de los Obispos: las 20 frases más emblemáticas y el discurso completo

Francisco pide una Iglesia sinodal, descentralizada, servidora, que escucha más que habla y que cuenta con el pueblo de Dios y reitera su idea y urgencia de pensar en una “conversión del papado”.

SELECCIÓN DE LAS PRINCIPALES 20 FRASES DEL DISCURSO

1.- Desde el Concilio Vaticano II a la actual Asamblea sinodal sobre la familia, hemos experimentado de manera poco a poco más intensa la necesidad y la belleza de “caminar juntos”.

2.- Desde el inicio de mi ministerio como Obispo de Roma he intentado valorizar el Sínodo, que constituye una de las herencias más preciosas de la última reunión conciliar.

3.- Este instrumento (el Sínodo) podrá aun ser mejorado. Quizás la colegial responsabilidad pastoral puede expresarse en el Sínodo aún más plenamente.

4.- El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio.

5.- Ha sido esta convicción a guiarme cuando he deseado que el Pueblo de Dios viniera consultado en la preparación de la doble cita sinodal sobre la familia.

6.- Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia que escuchar “es más que oír”. Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio Episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo.

7.- El camino sinodal culmina en la escucha del Obispo de Roma, llamado a pronunciarse como “Pastor y Doctor de todos los cristianos”: no a partir de sus convicciones personales, sino como testigo supremo de la fides totius Ecclesiae, “garante de la obediencia y de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al Evangelio de Cristo y a la tradición de la Iglesia”.

8.- El hecho de que el Sínodo actué siempre cum Petro et sub Petro – por lo tanto no sólo cum Petro, sino también sub Petro – no es una limitación de la libertad, sino una garantía de la unidad.

9.- Si comprendemos que, como dice San Juan Crisóstomo, “Iglesia y Sínodo son sinónimos”  –porque la Iglesia no es otra cosa que el “caminar juntos” de la Grey de Dios por los senderos de la historia que sale al encuentro de a Cristo Señor–entendemos también que en su interior nadie puede ser “elevado” por encima de los demás. Al contrario, en la Iglesia es necesario que alguno “se abaje” para ponerse al servicio de los hermanos a lo largo del camino.

10.- Por esto, quienes ejercen la autoridad se llaman “ministros”: porque, según el significado originario de la palabra, son los más pequeños de todos.

11.- Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz.

12.- El primer nivel de ejercicio de la sinodalidad se realiza en las Iglesias particulares.

13.- El segundo nivel es aquel de las Provincias y de las Regiones Eclesiásticas, de los Consejos Particulares y, en modo especial, de las Conferencias Episcopales.

14.- En una Iglesia sinodal, como ya  afirmé, “no es oportuno que el Papa sustituya a los Episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, advierto la necesidad de proceder a una saludable descentralización”.

15.- El último nivel es aquel de la Iglesia universal. Aquí el Sínodo de los Obispos, representando al episcopado católico, se transforma en expresión de la colegialidad episcopal al interno de una Iglesia toda sinodal.

16.- El compromiso de edificar una Iglesia sinodal –misión a la cual todos estamos llamados, cada uno en el papel que el Señor le confía– está grávido de implicaciones ecuménicas.

17.- Estoy convencido de que, en una Iglesia sinodal, también el ejercicio del primado Petrino recibirá mayor luz. El Papa no está, por sí mismo, por encima de la Iglesia; sino dentro de ella como Bautizado entre los Bautizados y dentro del Colegio episcopal como Obispo entre los Obispos, llamado a la vez, como Sucesor del apóstol Pedro- a guiar a la Iglesia de Roma, que preside en el amor a todas las iglesias.

18.- Mientras reitero la necesidad y la urgencia de pensar a «una conversión del papado», de buen grado repito las palabras de mi predecesor el Papa Juan Pablo II: “Como Obispo de Roma soy consciente […], que la comunión plena y visible de todas las Comunidades, en las que gracias a la fidelidad de Dios habita su Espíritu, es el deseo ardiente de Cristo. Estoy convencido de tener al respecto una responsabilidad particular, sobre todo al constatar la aspiración ecuménica de la mayor parte de las Comunidades cristianas y al escuchar la petición que se me dirige de encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva”.

19.- Nuestra mirada se extiende también a la humanidad. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones (cfr. Is 11, 12) en un mundo que – aun invocando participación, solidaridad y la transparencia en la administración de la cosa pública – a menudo entrega el destino de poblaciones enteras en manos codiciosas de pequeños grupos de poder.

20.- Como Iglesia que “camina junto” a los hombres, partícipe de las dificultades de la historia, cultivamos el sueño que el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.

miércoles, 28 de octubre de 2015

¿Por qué nos sentimos siempre cansados?

"El problema no es siempre el exceso de actividades, sino sobre todo las actividades mal vividas, sin las motivaciones adecuadas, sin una espiritualidad que impregne la acción y la haga deseable. De ahí que las tareas cansen más de lo razonable, y a veces enfermen.
No se trata de un cansancio feliz, sino tenso, pesado, insatisfecho y, en definitiva, no aceptado. Esta acedia pastoral puede tener diversos orígenes. 
Algunos caen en ella por sostener proyectos irrealizables y no vivir con ganas lo que buenamente podrían hacer. Otros, por no aceptar la costosa evolución de los procesos y querer que todo caiga del cielo. Otros, por apegarse a algunos proyectos o a sueños de éxitos imaginados por su vanidad. Otros, por perder el contacto real con el pueblo, en una despersonalización de la pastoral que lleva a prestar más atención a la organización que a las personas, y entonces les entusiasma más la «hoja de ruta» que la ruta misma. Otros caen en la acedia por no saber esperar y querer dominar el ritmo de la vida. 
El inmediatismo ansioso de estos tiempos hace que los agentes pastorales no toleren fácilmente lo que signifique alguna contradicción, un aparente fracaso, una crítica, una cruz."

Evangelii Gaudium (II. No a la acedia egoísta)

martes, 27 de octubre de 2015

EXCURSIÓN REGIONAL ENS

LA RIOJA LOGROÑESA
Ruta de monasterios marianos, camino de Santiago, orígenes de la lengua española y el vino


El enoturismo de la Rioja llena hoteles, está de moda, y el Camino de Santiago atrae peregrinos, muchos, de todas las edades que pueden caminar, desde la juventud  a la madurez más longeva, y naciones más diversas.
ENS Región Noroeste se suma a la iniciativa del Sector de Palencia y prepara ya la excursión-convivencia 2016. Excursión, visitando la naturaleza y el arte más emblemáticos -Patrimonio de la Humanidad- de la Rioja logroñesa. Convivencia, disfrutando de la gastronomía y enología más valoradas en la moda actual, viviendo los momentos más espirituales junto a las monjas y monjes de prestigiados monasterios, y, sobre todo, compartiendo alegría y amistad de este grupo, exquisita y acogedora familia.
Saldremos de Palencia el día 22  de abril, viernes, hacia Casalarreina. Este año 2016 las dominicas contemplativas que habitan el Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad celebran el 8º Centenario de la fundación dominicana. Nos esperan, junto a la guía, Maríasun, para mostrarnos lo mejor del monasterio: templo, claustro, dos coros, sala capitular… Ayuntamiento y Hogar del Jubilado están a disposición para cuanto precisemos (higiene y alimentación). Al mediodía entraremos en el Principado de Viana. La técnico de turismo, Pilar, guiará nuestra visita a esta histórica localidad, cuna de los Borgia. Almorzaremos en el Palacio  Pujadas (elegancia y buena cocina).
A la tarde Pilar Lumbreras nos guiará por el casco histórico de Logroño para ubicarnos y conocer los atractivos del entorno de la concatedral Santa María de la Redonda. Mucho ambiente y tanta fiesta (es la moda) aconsejan descansar en lugar tranquilo, con más vegetación que ruidoso adoquinado. Por fortuna la Hospedería del Seminario nos brinda el descanso y la alimentación que precisamos para reponer la energía necesaria al abordar las jornadas diurnas.
El sábado, día 23, pocos kilómetros y mucho que admirar. La primera parada en Nájera, evocador casco histórico y regio Monasterio de Santa María la Real. Panteón Real de las monarquías de Navarra, reyes de Aragón y Castilla. Habitado por los cluniacenes hasta la desamortización, hoy son franciscanos los moradores. Al mediodía visitaremos en San Millán de la Cogolla los Monasterios de Yuso y Suso (glosas emilianenses). Almorzaremos en el Asador de San Milán (cocina riojana) amplio salón, adecuado para reponer fuerzas. Por la tarde nos acercaremos (muy próximo) al Monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas, abadía cisterciense femenina, una de las primeras fundaciones españolas. Esta noche es la oportuna para celebrar nuestra fiesta en la sala prevista, amplia y discreta para que nuestros decibelios no perturben vecinos.
El domingo 24, celebraremos la eucaristía en la misma Hospedería y saldremos en dirección a Palencia. Bien cerca está Briones que nos espera para ofrecernos su casco histórico, los buenos vinos, el Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivancos, probablemente el mejor del  mundo con esta temática. Después del almuerzo, siesta en el autocar hasta la parada técnica de regreso a Palencia.

En cuanto al presupuesto, pretendemos no superar los 195 €, todo incluido (también las visitas más caras y las guías).

lunes, 26 de octubre de 2015

Papa Francisco y la Familia: Ante la vida


En nuestros días, con motivo de los progresos científicos y técnicos, las posibilidades de curación física han aumentado notablemente; y, sin embargo, en algunos aspectos parece disminuir la capacidad de «hacerse cargo» de la persona, sobre todo cuando sufre, es frágil e indefensa.  
La atención a la vida humana, sobre todo cuando se encuentra en especiales dificultades, es decir, la del enfermo, el anciano, el niño, implica profundamente a la Iglesia y su misión. Por ello, la Iglesia se siente llamada a participar en el debate que tiene por objeto la vida humana, presentando la propia propuesta fundada en el Evangelio. Desde muchos aspectos, la llamada calidad de vida está vinculada preferentemente a las posibilidades económicas, al «bienestar», a la belleza y al deleite de la vida física, olvidando otras dimensiones más profundas de la existencia como son las relacionales, espirituales y religiosas.

A la luz de la fe y de la recta razón, la vida humana es siempre sagrada y siempre «de calidad». No existe una vida humana más sagrada que otra: toda vida humana es siempre sagrada, válida e inviolable, y como tal se debe amar, defender y atender. Como tampoco existe una vida humana cualitativamente más significativa que otra, por disponer de mayores medios, derechos y oportunidades económicas y sociales.

Hoy, el pensamiento dominante propone a veces una «falsa compasión»: por ejemplo: dicen que es una ayuda para la mujer es favorecer el aborto, o bien, que un acto de dignidad es facilitar la eutanasia, lo mismo que, una conquista científica es «producir» un hijo considerado como un derecho en lugar de acogerlo como don; se llega  hasta usar vidas humanas como conejillos de laboratorio para salvar posiblemente a otras...

La compasión evangélica, en cambio, es la que acompaña en el momento de la necesidad, es decir, la del buen samaritano, que «ve», «tiene compasión», se acerca y ofrece ayuda concreta (p.e. Lc 10, 33), y, tiene especial atención hacia los ancianos, los enfermos y los discapacitados.  

Por eso nos alienta a todos a ser «buenos samaritanos», teniendo especial atención hacia los ancianos, los enfermos y los discapacitados. La fidelidad al Evangelio de la vida y al respeto de la misma como don de Dios, a veces requiere opciones valientes y a contracorriente que, en circunstancias especiales, pueden llegar a la objeción de conciencia, por ejemplo, para los médicos.

Y a muchas consecuencias sociales que tal fidelidad comporta: Tener hijos en lugar de acogerlos como don… el jugar con la vida es un pecado contra el Creador. Cuando muchas veces en mi vida de sacerdote escuché objeciones: «Pero, dime, ¿por qué la Iglesia se opone al aborto, por ejemplo? ¿Es un problema religioso?» —«No, no. No es un problema religioso». —«¿Es un problema filosófico?» —«No, no es un problema filosófico». Es un problema científico, porque allí hay una vida humana y no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema. «Pero no, el pensamiento moderno...» —«Pero, oye, en el pensamiento antiguo y en el pensamiento moderno, la palabra matar significa lo mismo». Lo mismo vale para la eutanasia: todos sabemos que con muchos ancianos, en esta cultura del descarte, se realiza esta eutanasia oculta.  De hecho, parece que el hombre dice a Dios: «No, el final de la vida lo decido yo, como yo quiero…

Tened amor a la vida, sirvámosla en su dignidad, sacralidad e inviolabilidad.

 Os pido, por favor, que recéis por mí, y de corazón os bendigo. Gracias.

Fernando

domingo, 25 de octubre de 2015

Curarnos de la ceguera

¿Qué podemos hacer cuando la fe se va apagando en nuestro corazón? ¿Es posible reaccionar? ¿Podemos salir de la indiferencia? Marcos narra la curación del ciego Bartimeo para animar a sus lectores a vivir un proceso que pueda cambiar sus vidas.
No es difícil reconocernos en la figura deBartimeo. Vivimos a veces como «ciegos», sin ojos para mirar la vida como la miraba Jesús. «Sentados», instalados en una religión convencional, sin fuerza para seguir sus pasos. Descaminados, «al borde del camino» que lleva Jesús, sin tenerle como guía de nuestras comunidades cristianas.
¿Qué podemos hacer? A pesar de su ceguera, Bartimeo «se entera» de que, por su vida, está pasando Jesús. No puede dejar escapar la ocasión y comienza a gritar una y otra vez: «ten compasión de mí». Esto es siempre lo primero: abrirse a cualquier llamada o experiencia que nos invita a curar nuestra vida.
El ciego no sabe recitar oraciones hechas por otros. Solo sabe gritar y pedir compasión porque se siente mal. Este grito humilde y sincero, repetido desde el fondo del corazón, puede ser para nosotros el comienzo de una vida nueva. Jesús no pasará de largo.
El ciego sigue en el suelo, lejos de Jesús, pero escucha atentamente lo que le dicen sus enviados: «¡Ánimo! Levántate. Te está llamando». Primero, se deja animar abriendo un pequeño resquicio a la esperanza. Luego, escucha la llamada a levantarse y reaccionar. Por último, ya no se siente solo: Jesús lo está llamando. Esto lo cambia todo.
Bartimeo da tres pasos que van a cambiar su vida. «Arroja el manto» porque le estorba para encontrarse con Jesús. Luego, aunque todavía se mueve entre tinieblas, «da un salto» decidido. De esta manera «se acerca» a Jesús. Es lo que necesitamos muchos de nosotros: liberarnos de ataduras que ahogan nuestra fe; tomar, por fin, una decisión sin dejarla para más tarde; y ponernos ante Jesús con confianza sencilla y nueva.
Cuando Jesús le pregunta qué quiere de él, el ciego no duda. Sabe muy bien lo que necesita: «Maestro, que pueda ver». Es lo más importante. Cuando uno comienza a ver las cosas de manera nueva, su vida se transforma. Cuando una comunidad recibe luz de Jesús, se convierte.
José Antonio Pagola
30 Tiempo Ordinario - B
(Marcos 10,46-52)

sábado, 24 de octubre de 2015

Cuestión de perspectiva

Dice la voz popular aquello de que «en este mundo cruel nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira». Es un poco excesivo eso del todo y nada. Alguna verdad buscamos, y en ella creemos. Y alguna mentira también hay, por más que se quiera enmascarar de subjetividad o conveniencia. Pero, dicho eso, cierto es que la perspectiva cambia muchas cosas. Que a veces hacemos dramas enormes de tonterías. Y en cambio ignoramos las verdaderas tragedias que, quizás, están lejos. Por eso, no está mal intentar encontrar la perspectiva que nos permita mirar a la realidad con lucidez y respeto.

jueves, 22 de octubre de 2015

Que sea presencia (Oración)

Señor, que sea presencia,
para que hable de Tí sin nombrarte;
que sepa callar cuando es preciso con el gesto que reemplace la palabra.

Que sea presencia con la luz que ilumina el lenguaje del silencio
y voz, que surgiendo de la vida, no habla.

Que sea presencia para decirle a los demás que estamos cerca,
aunque sea grande la distancia que separa.

Que sea presencia para intuir la esperanza de los otros y simplemente, llenarla.

Que sea presencia para sufrir con el que sufre y desde dentro, mostrarle que Dios
cura nuestras llagas.

Que sea presencia riendo con el que ríe y alegrándome con el gozo del hermano porque ama.

Que sea presencia para  gritar con la fuerza del Espíritu
la verdad que desde Dios siempre nos salva.

Que sea presencia para vivir expuesto y sin armas, confiando ciegamente en tu Palabra.

Que sea presencia para llevar el “desierto” a los hermanos,
que es compartir tu Misterio y decirles que los amas.

Que sea presencia para escuchar tu lenguaje en silencio,
y para“ver” por ellos cuando la fe pareciera que se apaga.

Que sepa ser presencia, Señor, para saber esperar tu tiempo
sin apresuramientos y con calma.

Ser presencia para dar serenidad con una paz muy honda,
y vivir la tensión del desconcierto
en una Iglesia que, porque crece, cambia.

Ser presencia para abrirme a los “signos de los tiempos”
manteniéndome fiel a tu Palabra.

En fin, ser presencia Señor, para continuar siendo peregrino
en el camino poblado de hermanos,
gritando en silencio que estás vivo
y que nos tienes tomados de la mano.

Cardenal Eduardo Pironio

miércoles, 21 de octubre de 2015

Quiero ser eco de Tu voz

Tu también estás invitado a ser discípulo de Jesús y a difundir con entusiasmo el Evangelio. Pero ¿Qué necesitás para ser un buen misionero? Basta que estés convencido de la presencia de Jesús en tu corazón y en tu vida, para anunciarlo a los que no lo conocen aún ¡Dejá que el Señor le de sentido a tu camino y guíe tu acción evangelizadora!

"Pero esa convicción se sostiene con la propia experiencia, constantemente renovada, de gustar su amistad y su mensaje. No se puede perseverar en una evangelización fervorosa si uno no sigue convencido, por experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo.

No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo. Por eso evangelizamos.

El verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera. Si uno no lo descubre a Él presente en el corazón mismo de la entrega misionera, pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie."

Evangelii Gaudium (V. El encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva) 

martes, 20 de octubre de 2015

INAUGURACIÓN DEL CURSO 2015 - 2016


El pasado sábado día 17 de octubre tuvo lugar, en el sitio habitual, los salones de la RR. de MM. Inmaculada, la inauguración de este curso 2015-2016.

A las ocho de la tarde nos dábamos cita en dicho lugar más de medio centenar de equipistas y varios consiliarios para "vivir el encuentro" de esta nueva inauguración del curso

Tras la alegría del reencuentro,  después de un largo y cálido verano, dio comienzo el acto. María y Ángel nos transmitieron sus vivencias de las Jornadas de la Apertura del Curso Nacional, así como el Lema, Tema y Objetivos para todo este curso que ahora iniciamos y como no el RETO lanzado desde nuestra Región Noroeste: DESTAPA EL TESORO ENS

Continuamos con una alegre y participada Eucaristía oficiada por el Consiliario del Sector, D. Jesús Manuel, que sirvió para dar gracias a Dios y a Nuestra Señora de los Hogares por la iniciación de este nuevo Curso en los Equipos de Nuestra Señora del Sector de Palencia y Salamanca.

Finalizamos compartiendo un riquísimo chocolate con churros en un ambiente de alegría, cercanía y armonía, como no podía ser menos en un Encuentro ENS.

 J y C


lunes, 19 de octubre de 2015

Papa Francisco y la Familia… “JESÚS NACIÓ EN UNA FAMILIA”



Hoy el Papa nos presenta a Jesús, José y María: la Sagrada Familia, su casa, el largo tiempo que pasaron juntos, su vida diaria...Nazaret.

 “Dios eligió nacer en una familia humana, que Él mismo formó. La formó en un poblado, perdido, de la periferia del Imperio Romano: exactamente, en Nazaret. Pero…   «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» (Jn 1, 46). Puede que, hasta nosotros nos expresemos así, cuando oímos el nombre de algún sitio periférico de una gran ciudad. Sin embargo, precisamente allí, en esa periferia del gran Imperio, se inició la historia más santa: la de Jesús entre los hombres. Y allí se encontraba esta familia.
Jesús permaneció en esa periferia durante treinta años.
El evangelista Lucas resume este período así: Jesús «estaba sujeto a ellos» [es decir, a María y a José]. Y uno podría decir: «Pero este Dios que viene a salvarnos, ¿perdió treinta años allí, en esa periferia de mala fama?». ¡Perdió treinta años!  Él quiso esto. El camino de Jesús estaba en esa familia. «Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (2, 51-52).
No se habla de milagros o curaciones, ni de predicaciones —no hizo nada de ello en ese período—, ni de multitudes que acudían a Él. En Nazaret todo parece suceder “normalmente”, según las costumbres de una piadosa y trabajadora familia israelita: se trabajaba, la mamá cocinaba, hacía todas las cosas de la casa, planchaba las camisas… todas las cosas de mamá. El papá, carpintero, trabajaba, enseñaba al hijo a trabajar. Treinta años.
 «Pero… ¡qué desperdicio, padre!». Los caminos de Dios son misteriosos. Lo que allí era importante era la familia. Y eso no era un desperdicio. Eran grandes santos: María, la mujer más santa, y José, el hombre más justo… La familia.
Ciertamente que nos enterneceríamos con el relato acerca del modo en que Jesús adolescente afrontaba las citas de la comunidad religiosa y los deberes de la vida social; al conocer cómo, siendo joven obrero, trabajaba con José; y luego su modo de participar en la escucha de las Escrituras, en la oración de los salmos y en muchas otras costumbres de la vida cotidiana.
Los Evangelios, en su sobriedad, no relatan nada acerca de la adolescencia de Jesús y dejan esta tarea a nuestra afectuosa meditación. El arte, la literatura, la música recorrieron esta senda de la imaginación. Ciertamente, no se nos hace difícil imaginar cuánto podrían aprender las madres de las atenciones de María hacia ese Hijo. Y cuánto los padres podrían obtener del ejemplo de José, hombre justo, que dedicó su vida a sostener y defender al niño y a su esposa —su familia— en los momentos difíciles. Por no decir cuánto podrían ser alentados los jóvenes por Jesús  adolescente en comprender la necesidad y la belleza de cultivar su vocación más profunda, y de soñar a lo grande.
Jesús cultivó en esos treinta años su vocación para la cual lo envió el Padre. Y Jesús jamás, en ese tiempo, se desalentó, sino que creció en valentía para seguir adelante con su misión. Cada familia cristiana —como hicieron María y José—, ante todo, puede acoger a Jesús, escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el mundo. Hagamos espacio al Señor en nuestro corazón y en nuestras jornadas. Así hicieron también María y José, y no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron que superar! No era una familia artificial, no era una familia irreal.
 La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de cada familia: convertir en algo normal el amor, y no el odio; convertir en algo común la ayuda mutua, no la indiferencia o la enemistad. Esta es la gran misión de la familia: dejar sitio a Jesús que viene, acoger a Jesús en la familia, en la persona de los hijos, del marido, de la esposa, de los abuelos… Jesús está allí. Acogerlo allí, para que Él crezca espiritualmente en esa familia”.  

                                                                                                         Fernando

domingo, 18 de octubre de 2015

Nada de eso entre vosotros

Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, se separan del grupo y se acercan ellos solos a Jesús. No necesitan de los demás. Quieren hacerse con los puestos más privilegiados y ser los primeros en el proyecto de Jesús, tal como ellos lo imaginan. Su petición no es una súplica sino una ridícula ambición: «Queremos que hagas lo que te vamos a pedir». Quieren que Jesús los ponga por encima de los demás.
Jesús parece sorprendido. «No sabéis lo que pedís». No le han entendido nada. Con paciencia grande los invita a que se pregunten si son capaces de compartir su destino doloroso. Cuando se enteran de lo que ocurre, los otros diez discípulos se llenan de indignación contra Santiago y Juan. También ellos tienen las mismas aspiraciones.La ambición los divide y enfrenta. La búsqueda de honores y protagonismos interesados rompen siempre la comunión de la comunidad cristiana. También hoy. ¿Qué puede haber más contrario a Jesús y a su proyecto de servir a la liberación de las gentes?
El hecho es tan grave que Jesús «los reúne» para dejar claro cuál es la actitud que ha de caracterizar siempre a sus seguidores. Conocen sobradamente cómo actúan los romanos, «jefes de los pueblos» y «grandes» de la tierra: tiranizan a las gentes, las someten y hacen sentir a todos el peso de su poder. Pues bien, «vosotros nada de eso».
Entre sus seguidores, todo ha de ser diferente: «El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos». La grandeza no se mide por el poder que se tiene, el rango que se ocupa o los títulos que se ostentan. Quien ambiciona estas cosas, en la Iglesia de Jesús, no se hace más grande sino más insignificante y ridículo. En realidad, es un estorbo para promover el estilo de vida querido por el Crucificado. Le falta un rasgo básico para ser seguidor de Jesús.
En la Iglesia todos hemos de ser servidores. Nos hemos de colocar en la comunidad cristiana, no desde arriba, desde la superioridad, el poder o el protagonismo interesado, sino desde abajo, desde la disponibilidad, el servicio y la ayuda a los demás. Nuestro ejemplo es Jesús. No vivió nunca «para ser servido, sino para servir». Este es el mejor y más admirable resumen de lo que fue él: servicio a todos.
José Antonio Pagola
29 Tiempo Ordinario - B
(Marcos 10,35-45)
18 de octubre 2015

sábado, 17 de octubre de 2015

Diez realizaciones que se derivan de "Laudato si"

Laudato si’ no tiene parangón en muchos sentidos. En el pensamiento social de la Iglesia, es la primera encíclica papal que trata los temas de medio ambiente y el cambio climático a la luz de la fe. Ninguna otra encíclica papal ha recibido tanta atención antes y después de su lanzamiento como ésta. Podría decirse que esta es una de las encíclicas más influyentes que podrían tener impacto duradero en nuestra fe, el desarrollo humano y el medio ambiente. En lugar de hacer un comentario sobre la encíclica, he adjudicado diez realizaciones a título personal después de leer la encíclica.

En primer lugar, la belleza de la creación de Dios no tiene precio. Debemos aceptar humildemente el mal que hemos hecho a la creación de Dios debido a nuestras tendencias consumistas y preferencia por las ganancias a corto plazo sobre los dividendos a largo plazo. Este es un buen punto de partida para nuestra determinación de trabajar vigorosamente para el cuidado de nuestra “herencia compartida.”

En segundo lugar, tenemos que proteger y promover nuestra interconexión. La tierra no es una realidad externa que simplemente explotamos y dominamos para nuestro propio uso. Lo que es bueno para la tierra es también bueno para la humanidad.

En tercer lugar, el bien común es nuestra casa común, es decir, el planeta tierra. Todos pertenecemos a un mismo hábitat. La promoción del bien común significa examinar y minimizar nuestro sentido de derecho. Existen limitaciones ambientales graves de un enfoque para los recursos de la tierra basado en los derechos.

En cuarto lugar, la mentalidad de usar y tirar necesita ser transformada por una cultura de cuidado del medio ambiente. Tenemos que transmitir a las generaciones futuras un mundo habitable y sostenible. A partir de un sentido de “propiedad” se nos invita a adoptar una actitud de “buena gestión” en la forma de relacionarnos con la creación.

En quinto lugar, el grito de los pobres y el grito de la tierra están estrechamente entrelazados. Los pobres, por ser los más vulnerables, sufren la mayor parte de la degradación ambiental y el cambio climático. “Un profundo sentido de comunión con el resto de la naturaleza no puede ser real si nuestros corazones carecen de ternura, compasión y preocupación por los demás seres humanos” (# 91). La cuestión de la justicia es de suma importancia en la forma en que cuidamos de los pobres y de la tierra. La demanda de justicia no sólo es aplicable entre los que más tienen y los que tienen menos acceso a los recursos naturales. También mantiene su aplicación entre las generaciones presentes y futuras.

En sexto lugar, aunque ha habido buenas iniciativas y programas para mitigar el impacto de las catástrofes ambientales, queda mucho por hacer en las relaciones globales, esferas nacionales y locales, las familias y las interacciones individuales para hacer una diferencia real. La colaboración, el diálogo y la búsqueda del bien común son cruciales para hacer frente a nuestros desafíos ecológicos y medioambientales.

En séptimo lugar, una espiritualidad de la creación puede ser una fuerza impulsora y la motivación para proteger nuestro hogar común. “El amor de Dios es la fuerza motriz fundamental en todas las cosas creadas” (# 77). La negación de Dios como el creador del universo refuerza la idea de la autonomía y la supremacía de la humanidad con una licencia para explotar la creación a voluntad.

En octavo lugar, un nuevo estilo de vida y la espiritualidad deben perseguirse a través de la educación ecológicasucediendo en diversos entornos. La familia parece ser un lugar privilegiado para la educación ecológica. Al final, la formación de una ciudadanía global que privilegia la sensibilidad ecológica y la defensa puede echar raíces en la vida de los habitantes de la tierra.

Noveno, es importante revisar los excesos de paradigmas tecnocráticos dominantes y el antropocentrismo moderno que han causado la explotación de la naturaleza y de la creación de Dios. Si bien la tecnología ha dado lugar a un cierto desarrollo genuino de los pueblos, tenemos que revisar continuamente su impacto en la ecología y el desarrollo humano.

En décimo lugar, dado el debilitamiento de la autoridad de los Estados nacionales y la prevalencia de los sectores económicos y financieros transnacionales sobre la política, la creación de una verdadera Autoridad política mundial parece el camino a seguir para gobernar con eficacia los “bienes comunes globales” (#s 174-175). Tenemos suficientes arreglos internacionales, nacionales y locales en materia de cambio climático y la protección del medio ambiente, pero el reto parece ser el mecanismo y la voluntad política para traducir hermosas ideas en realidades concretas.


(Artículo tomado de EcoJesuit )