TESTIMONIO DE PABLO Y SAGRARIO
LA DIFUSIÓN
Hoy es un día muy especial de recuerdos y de acción de gracias.
Queremos agradecer a Dios haber puesto en nuestro camino a los Equipos de Nuestra Señora, al Padre Caffarel ejemplo de oración y dedicado a transmitir a través de sus escritos, conferencias y testimonio, todo el amor que tenía en su corazón puesto al servicio de los matrimonios.
¿Qué han significado para nosotros estos 45 años dentro del Movimiento?
A nivel humano nos sentimos acogidos y queridos, hemos conocido el valor de la amistad, de la ayuda mutua, hemos aprendido a escuchar, a dialogar, a compartir a abrir nuestro corazón y nuestra casa, a pedir perdón y a perdonar.
Hemos descubierto lo importante que es buscar momentos de silencio para escuchar a Dios que nos habla.
Pero lo más importante, donde reside la fuerza que da significado a nuestra vida, que nos ayuda a permanecer fieles al amor que un día nos prometimos, es habernos encontrado con Jesús de Nazaret, descubrirlo a través de la oración y sentir su presencia, dejándonos modelar por Él.
Bien es verdad que hemos tenido muchas ayudas, la presencia, el cariño y la dedicación de nuestros consiliarios, ellos son la luz que ilumina nuestra fe y nos ayudan a comprender la Palabra de Dios, forman parte nuestra familia y les profesamos respeto y amor. Muchas gracias.
También reconocemos la ayuda de los que trabajáis los distintos cargos de responsabilidad para que lleguen a nosotros los temas, las cartas, los boletines, que organizáis encuentros y os preocupáis de estar cerca de nosotros.
Cómo transmitir todo esto a los demás. ¿Cuál es el lenguaje que más directamente nos llega a todos? El lenguaje del amor.
Ya antes de conocerles, les amamos, hemos hablado a Dios de ellos.
No se trata de hacer grandes discursos, solamente decir como lo vivimos, lo felices que somos, que el haber descubierto a Jesús ha cambiado nuestra forma de ver la vida.Hemos aprendido a comunicarnos con Él a través de la oración, sentimos la necesidad de hacer un alto en el camino y , en su presencia, hablar de nuestras cosas serenamente. Practicamos la ayuda mutua y, al hacerlo, experimentamos la grandeza del amor incondicional.
Como es verdad que lo vivimos, se nota, y se contagia, porque de la abundancia del corazón, habla boca.
Nosotros os decimos a todos: proclamad vuestro amor de esposos y de padres, y si sentís cansancio en el camino, no os desaniméis, no tendáis miedo, Jesús siempre está a nuestro lado con sus manos extendidas para que nos agarremos a ellas.
Acoged a todos sin ninguna distinción ni prejuicios, que todos cabemos en el corazón del Padre.
No olvidéis que nuestra fortaleza reside en la confianza y en el Amor de Dios. Que permanecer dentro de la gran familia de los E.N.S., es ser fieles a la llamada de Jesús que nos dice: “Ven y sígueme “.
En algunos momentos puede parecer difícil, y lo es, pero como dice S. Francisco de Asís: “Empieza por hacer lo necesario, luego lo que es posible y pronto te encontrarás haciendo lo imposible “y tú mismo te sorprenderás.
El viaje más importante que podemos hacer en la vida, es el de conocer a otros en el camino, y ayudarles.
Dios no nos ama porque seamos buenos y bellos, sino que nos hace buenos y bellos porque nos ama. (Lo dice San Bernardo)
Muchas gracias.
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