martes, 3 de septiembre de 2013

Soñar con los ojos despiertos

El que sueña con los ojos abiertos se siente impulsado a alcanzar lo que sueña. Así lo hizo Martin Luther King con ocasión de la marcha sobre Washington en defensa de los derechos cívicos, de la que hoy se celebran los 50 años. Su discurso, titulado «Tengo un sueño» decía así:
«Sueño que llegará el día en que los hombres se elevarán por encima de sí mismos y comprenderán que están hechos para vivir juntos, en hermandad.
Sueño que llegará el día en que todos los negros de este país, todas las personas de color del mundo, serán juzgados por el contenido de su personalidad y no por el color de su piel.
Todavía sueño, hoy, que llegará el día en que las industrias paradas de Appalachia serán puestas en marcha y servirán para llenar los estómagos vacíos del Mississippi, y que la hermandad será algo más que unas palabras colocadas al final de un sermón: que en las agendas de todos los hombres de negocios se encontrará escrita la palabra “hermandad”.
Todavía sueño, hoy, que llegará el día en que la justicia fluya libre como el agua, y la honradez como un torrente poderoso.
Todavía sueño, hoy, en que en todos los Ministerios y en todos los Ayuntamientos serán elegidos los hombres que obrarán con justicia y misericordia, siguiendo los pasos de su Dios.
Todavía sueño, hoy, que la guerra se acabará, que los hombres cambiarán la espada por el arado, la lanza por la podadera; que las naciones no volverán a levantarse contra otras naciones ni forjarán nuevos planes de guerra».
Gracias a M.L. King por tan precioso mensaje.
La persona esperanzada es una persona alegre. Porque la esperanza es activa, dinamizadora y una poderosa fuente de energía. Si además se es creyente hay un plus de sentido que aporta la esperanza cristiana a la esperanza humana.

1 comentario:

  1. Me uno a esas palabras Martin Luter King. Yo también sueño con un mundo en paz, sueño con un barrio donde los vecinos se sientan amigos, sueño con una familia donde solo por ser persona se ama, sueño con Un Dios que veo a mi lado. H Y MN

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