lunes, 1 de septiembre de 2014

LOS PROYECTOS

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos proyectando qué hacer en cada momento, que cosas queremos realizar y que metas nos proponemos alcanzar.
Los proyectos no siempre suponen grandes o difíciles acciones para conseguirlos, a veces son pequeños pasos que lentamente nos llevan a su consecución.
Hay proyectos sencillos en el día a día que no requieren mayor esfuerzo que el de seguir viviendo como lo hacemos habitualmente.
Sin embargo los proyectos importantes requieren de nuestra atención, pensamiento, realismo, vigor y oración pausada.
Ningún proyecto importante, en lo vital, se alcanza con un sólo paso... pero cada paso es necesario para alcanzarlo.
No dejes nunca de soñar tu propio sueño, de alcanzar tus propias metas, de reflexionar sobre lo que eres y lo que quieres ser, de vivir desde el proyecto que quieres realizar en el que sientes a Dios como centro de tu actuar.
Si das un primer paso vendrá un segundo, y un tercero, y un cuarto... y te darás cuenta de que los grandes proyectos están dentro de ti, tan sólo tienes que tener la valentía de cogerlos en la palma de tus manos, contemplarlos, mirarlos, mimarlos, ordenar y decidir qué quieres hacer con dichos proyectos.
El mejor proyecto de tu vida eres tú mismo, no lo dudes. 
Dios es el arquitecto, nosotros los constructores.

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