Corre la carrera de tu vida con alegría, con un objetivo en tu mente y
viviendo con fe el camino hacia tu futuro, avanzando por el camino seguro.
Corre la carrera de la vida con paciencia, con perseverancia y con limpieza.
No cargues más con ese pecado a cuestas porque puedes perder tu falta de firmeza y caer.
Corre la carrera de la vida sin peso, sin temores ni preocupaciones,
habiendo dejado todo al cuidado del Señor y dirígete hacia la meta
confiando en su amor y su protección.
Tu carril tiene el nombre de Vencedor, de verdadero, de fiel y
victorioso. Levanta tu mirada hacia al frente, y avanza con tu propósito
en mente.
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