La Adoración Perpetua de Palencia está formada por cristianos
que oran, que dedican al menos una hora a la semana a estar con el Señor
expuesto, en la Iglesia de las Claras. Yo voy los lunes por la noche.
Vamos al Señor para encontrarnos con Él, para alabarle, para adorarle,
para estar con el Amigo que nos ama, para escucharle, para interceder ante Él,… haciéndole presentelo que vemos, nos preocupa,
…tantas pobrezas espirituales,…tantas carencias de esta nuestra sociedad, que
parece empeñada en dejar a Dios en silencio, en alejarlo de la vida diaria...
Nos sentimos personas que sufrimos a causa de nuestras
debilidades; a veces también por alguna enfermedad o dolencia, unas veces física,…otras afectiva porla falta de amor con que nos encontramos,…y otras,psicológica,por las heridas
de la vida… También sufrimos, espiritualmente,
ante las necesidades de amor a Dios, las propias, las de los más cercanos, las
de nuestros hermanos en la fe, …Sabemos que Dios busca al pobre, es decir, al
pecador, al insensato, al débil, .. a aquel que está vacío de Dios,…que
necesita de ese amor divino, absolutamente gratuito… Porque Dios no es que nos
proteja de todo fallo, es que quiere que descubramos su Amor, que no se basa en
nuestra virtud sino que surge espontáneamente de Su corazón y que no hay
riesgo de que cambie…pues Dios jamás se
retirará.
¿Cómo lo hacemos?
Cuando llegamos, de rodillas, saludamos al Señor, mostramos
nuestra alegría por encontrarnos, de nuevo,
ante Él, …y nos disponemos a abrirle nuestro corazón, …allí Él estápresente, y le vamos a
acompañar, aunque más bien, es Él quien quiere encontrarse con cada uno de nosotros.
Queremos que,en esa noche o en ese tiempo,Él esté cercano, nos libere y nos sane.
Para ello, nos vamos a esforzar en abrirlenuestro corazón, para acoger su
bondad y su ternura… Le decimos: “Señor,
queremos acoger tu bondad, vivir tu Amor,
encontrarnos contigo”.Seguimos diciéndole: “Señor te alabo y te bendigo por…” (podemos ayudarnos de alguna expresión
personal y espontánea:”Señor te alabo y
te doy gracias por…”;o bien, … me ayudo de alguna oración escrita que llevo
preparada).
“Señor
te pido por: que te hagas presente con tu
Gloria, con tu
Amor, con tu ternura, con
tu poder, haciendo de nuevo maravillas por tu Pueblo”. “Tú eres
la luz que se nos derrama con tu Espíritu, Luz que te pedimos nos ilumine en
las tinieblas, y en aquellos de nuestros momentos de sombra, para poder salir
de ellos, y seguir a tu lado…”
Podemos orar con el salmo 6, para que la luz del Señor, entre en nuestra vida…
Este salmo es
una experiencia de gozo, de alegría, de luz, en medio de las
pruebas. Las pruebas de la vida son una oportunidad para
buscar a Dios, para acercarnos a Él, para encontrarle, y de
este modo, nos permiten unirnos a Él.En la prueba,es cuando parece que Dios no
nos escucha, que no nos hace caso; pero este salmo nos da una palabra para que
en nuestra oscuridad, en nuestra soledad,en
nuestra angustia y ansiedad, podamos dirigirnos a Él.
Dios no nos abandona nunca en el
sufrimiento…desterremos
la idea de que Dios nos ha abandonado,
ya que aveces
la prueba es una corrección –nos dicen los santos.Pensamos que Dios no es indiferente a nuestro sufrimiento, a
nuestra soledad, o que no oye nuestra súplica. También Jesús pasó por esto,
haciendo suya nuestra soledad y nuestro abandono, en su grito desde la cruz:
'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Sí: "las pruebas
espirituales o físicas son una maravillosa oportunidad de descubrir su Amor y su consuelo,
y de profundizar nuestra relación con Él. La sanación es una resurrección, a la
espera de nuestra resurrección definitiva". Hemos de abrirnos confiadamente
a la acción salvadora de Dios, -como el salmista- suplicando la sanación:
"También nosotros podemos dirigirnos a Él y decirle: 'Tengo miedo, Señor, estoy
agotado, me siento triste, te necesito. Por eso me dirijo a Ti,
desde el fondo de mi corazón, y te grito: ¡Señor,
ven a mí! ¡Sáname!".
(continuará)
Fernando
Fernando, sigue transmitiéndonos tus vivencias de las que aprendemos los demás. Que Dios os siga acompañando. Y que esos encuentros se oración sean momentos de intenso encuentro con el Señor, para después vivirlo en familia y en sociedad. Un abrazo. H y MN
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