jueves, 11 de diciembre de 2014

ORAR…¡da sentido y…mucha seguridad¡ La ADORACIÓN PERPETUA 2ª parte



“Alabado seas mi Señor,…El sol y las estrellas proclaman tu grandeza, las flores y la luna nos cantan tu poder… Alabado seas mi Señor … Cantando el universo, te ofrece su hermosura, pues toda criaturaes cántico de amor...Alabado seas mi Señor ... Los pájaros y el bosque, los árboles y el viento, los ríos y los mares nos cantan tu poder…Alabado seas mi Señor Por todos los hermanos, que acogen y perdonan, por todos los que rezan en su tribulación…Alabado seas mi Señor
Sí gracias por ese mundo que has creado, por la vida que nos has dado, para que crezca y madure…hasta el día que me encuentre contigo, Señor…

Ante el misterio de la muerte, término final de nuestra vida, … lo rezamos… para afrontarlo con esperanza. Pensemos en que, después de la muerte, creemos que algo mucho más grande y maravilloso nos espera. La fe nos dice que la muerte no existe, que es sólo el paso a la vida plena y definitiva. La verdadera muerte es estar separados de Dios. Santa Teresita, a las puertas de la muerte, dijo: 'no muero, entro en la vida'. Es la vida en plenitud que nos aguarda.

Ante el sufrimiento también decimos y oramos: Las Bienaventuranzas, que proclamamos el día de Todos los Santos, nos hablan de la dicha del que sufre. Sabemos que si sufrimos seremos consolados. Todas las oraciones movidas por el dolor y el sufrimiento que aparecen en la Biblia terminan en una oración llena de esperanza. En ese acto de fe y esperanza recibimos el consuelo de Dios. Cuando decimos: 'sé que estás conmigo y que me amas', viene el consuelo a nuestro corazón, y, la paz.

Se siguen  produciendo sanaciones, la gente se cura, no sólo por la ciencia médica, sino también con la intervención de Dios, según la fe con la que se lo pidamos, pero siempre pensando que si es bueno para nosotros, Dios nos lo concederá: confiemos en el Señor. Sí, hay que insistir en nuestra oración a Dios, pidiéndoselo, y qué mejor en esta Iglesia, con la Oración Perpetua, … a donde tantos y tantos acuden a orar y estar con Dios… presente…que tanto espera a su criatura especial… nosotros… el hombre…Sí, hay muchos testimonios de vida en los se nos dice que el Señor sana muchas enfermedades: el cáncer, migrañas,… problemas de corazón, de huesos, de espalda, de estómago, depresiones,... muchísimas, y también libera de vicios, dependencias, y de espíritus de pecados como envidia, mentira, .... Dios sigue haciendo maravillas… Pedimos la curación, la sanación, … por los enfermos…

También el Señor nos habla: hay que tener un tiempo en silencio, en el que callemos, y dejemos que Él nos diga, nos hable. Ante  los hechos y situaciones de nuestra vida, Él nos va a decir  “¡No tengáis miedo!”, continúa adelante, sigue caminando… todo se arreglará…

Encomendemos a nuestra Iglesia diocesana, a nuestro Obispo, …que los sacerdotes sean santos y vivan el celo apostólico, … que seamos fieles a nuestra Iglesia… que evitemos las murmuraciones y discordias, … que nuestros allegados vivan su fe, … sientan el amor y la preocupación que Dios los tiene, …

También hemos de acudir a la Virgen, encomendándola las familias,… los enfermos también, los cristianos perseguidos, todos los que sufren, …

Para terminar, podemos rezar de nuevo una “estación” al Santísimo, ...¡hay pedir tanto por el Papa! …y,… concluimos nuestro encuentro, despidiéndonos de tan excelente compañía,  ¡hasta la próxima, mi Señor!.
Fernando


P.D. Cuando salgo de tan estupenda visita… ¡qué bien me encuentro!...¡no hay penas, y sí valor y fuerza para actuar con serenidad, para tratar … ese problema…¡bah, no tiene importancia… sí tengo que acoger… perdonar… cuidar el trato, …sonreír,… amar.

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