En el principio era el Amor. O la Palabra. Que es lo mismo. Porque Dios es palabra enamorada. ¿Quién no aspira, en lo profundo, al amor?Amor de amigos, de amantes, de padres, de hijos. Es verdad que hay gente que bastante tiene con sobrevivir en este mundo.
Y aún en esos casos, es el amor lo que hace que en medio de las tormentas y las lágrimas de vez en cuando asome una risa. En este mundo, golpeado por tantas incomprensiones, egoísmos y grietas que a unos y otros anulan, a veces olvidamos una verdad universal.
¿Quién no quiere amar y ser amado?¿Quién no aspira a un momento de intimidad, de comunión, de confianza profunda, en que miras a otros ojos y te ves en ellos, tal cual eres, y te sientes en paz?
pastoral s.j.
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