La
felicidad viene del compromiso, aunque hay quienes piensan que no, que una
persona más libre de ataduras, sin compromisos ni obligaciones, es más feliz.
¿Será verdad? Esa persona hace lo que le apetece, no lo que quiere.
Es esclava de las modas, de las emociones; va hacia donde le empujan, no hacia donde
quiere y debe ir. Estar libre de ataduras no es lo mismo que ser libre.
Y el
comprometerse libera de la esclavitud de las fantasías y los apetitos.
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