lunes, 24 de octubre de 2016

Por qué callas, izquierda?

La izquierda siempre ha reclamado tener la fuerza y la convicción para alzar su voz en defensa de los débiles.
Si miramos las noticias de estos últimos meses, la izquierda se ha pronunciado activamente sobre una gran cantidad de cosas y casos: la pobreza, la creciente desigualdad social, la violencia de género, la corrupción, los refugiados, el trabajo precario, el desempleo juvenil, Europa, Putin, Obama y Hebdo.
Pero ¿cuándo se ha posicionado, ante los crímenes perpetrados contra los cristianos a causa de su fe?
La periodista italiana Lucia Annunziata habla de la soledad del Papa Francisco al intentar focalizar la atención de la comunidad internacional para que no permanezca muda e inerte ante unos crímenes que constituyen una preocupante violación de los derechos humanos fundamentales. Todo lo contrario de Charlie Hebdo, de hecho.
¿Por qué no recibo llamadas a firmar manifiestos y a participar en reuniones y manifestaciones?, se pregunta la periodista.
Cuestiona las razones de Estado y el miedo al choque de civilizaciones, utilizado como argumento para justificar el silencio y la inacción.
La mirada crítica a Italia que hace la periodista mencionada creo que es totalmente extrapolable a España. Aquí la izquierda cristiana cuestiona el sesgo de Ayuda a la Iglesia Necesitada hacia los movimientos más conservadores, para justificar su desconfianza y su no colaboración con la ayuda que ésta presta a los cristianos perseguidos. Y tienen razón. Pero eso no justifica su silencio cómplice y su inacción. Porque hay muchos otros medios para prestar esa ayuda.
Esa izquierda cristiana que se muestra tan papista (de lo cual me alegro) deja solo al Papa cuando éste recuerda que los cristianos perseguidos son nuestros mártires de hoy. ¡Y que son muchos!.
Me indigna que nuestra izquierda no se indigne ante el hecho de que haya gente que está siendo perseguida a causa de su fe. Que no se implique; que no se movilice; que no presione para que se adopten soluciones. Y quiero denunciarlo.
Alejandro Córdoba

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