El plato fuerte de la jornada, la imagen que ha quedado para la Historia y que ha sido recogida por las cámaras de televisión, es la que ha mostrado a Benedicto XVI abandonando el Vaticano a bordo de un helicóptero. Cuando vuelva a poner el pie en el suelo del Vaticano, dentro de alrededor de un par de meses, ya no será Papa, sino Papa Emérito.
Cuando se contemplaba al Papa llegando al helicóptero blanco, sus fieles podían leer en su cuenta de Twitter, @Pontifex: "Gracias por vuestro amor y cercanía. Que experimentéis siempre la alegría de tener a Cristo como el centro de vuestra vida".
El viaje en helicóptero desde el Vaticano a Castel Gandolfo fue breve: menos de 15 minutos. Una vez en la residencia estival papal, Benedicto XVI ha llevado a cabo el último acto público de su Pontificado. Se ha asomado al balcón del palacio apostólico de Castel Gandolfo y ha saludado a los fieles de esa localidad y a los turistas y curiosos que habían acudido a la misma para despedirle. Probablemente, nunca más volvamos a verle.
Desde el balcón, de manera improvisada, sus últimas palabras han sido: "Gracias, gracias de corazón. Gracias por vuestra amistad y vuestro afecto. No soy más el Pontífice. A partir de las 20.00 horas, seré simplemente un peregrino que continúa su peregrinaje sobre la tierra y afronta la etapa final. Gracias y buenas noches".
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