viernes, 1 de marzo de 2013

Qué se busca en los Ejercicios Espirituales





Este encuentro con Dios busca que la persona descubra las actitudes, las maneras de ser o comportarse que en su vida no le ayudan a relacionarse bien con Dios, consigo mismo, con su familia y la comunidad. Además nos ayuda a conocer las actitudes que proceden del Espíritu del bien, que es el Espíritu de Jesús y contribuyen a "buscar y hallar la voluntad de Dios", es decir, comportarnos como personas maduras en la fe y en la vida.


Los Ejercicios Espirituales son un "camino de libertad" para transformarse, para que seamos de verdad hijos de Dios, hermanos de todos y servidores del Reino, de la Vida.


Los Ejercicios intentan liberarme de todo lo que me ata, lo que no me permite poner en práctica la voluntad de Dios, es decir, lo que Dios quiere que yo sea.


La libertad la trabajamos con perseverancia, con oración, con lectura y reflexión de la Palabra de Dios.


Hacer los Ejercicios Espirituales es comenzar a encontrar a Dios en todas las cosas y en todo:


· No sólo en la Iglesia o en la oración,
· No sólo cuando leemos o escuchamos la Palabra de Dios,
· Sino también cuando conversamos con otros,
· Cuando ayudamos a los demás, cuando nos solidarizamos o luchamos por la justicia,
· Cuando hacemos los oficios de la casa y trabajamos en los sitios de trabajo,
· Cuando estamos solos o descansamos etc.etc.
· Y hacer los Ejercicios Espirituales es comenzar a amar y a usar de todas las cosas, según Dios lo quiere (es decir, según su voluntad).


Los Ejercicios Espirituales son una ayuda para nuestra vida personal:


· "Nadie puede hacer que amanezca"; pero sí puede estar despierto para esperar la hora en que vaya a amanecer,
· Nadie puede obligar a Dios que me diga claramente cuál es su voluntad, lo que El quiere que yo haga en un problema concreto; pero sí puedo estar atento para descubrir lo que Dios me va diciendo en la vida, a través de los sentimientos que vivo en mi corazón,
· Para "vivir una vida diferente",
· Para vivir más desde adentro de mí mismo, desde mi corazón, que es también lo mejor que cada uno de nosotros tiene y posee como regalo de Dios,
· Sabiendo el por qué hago las cosas y para qué las hago,
· Entonces lo que decimos tiene sentido y lo que vivimos (la alegría, el dolor, el fracaso...) tiene su profundidad, su valor, porque Dios puede convertirlo en fuente de gracia.

Los Ejercicios Espirituales nos pueden ayudar a construir la Comunidad:


· Porque nos persuadimos que Jesús nos envía a construir su Reino,
· Porque experimentamos que Dios quiere que nuestro ser cristiano lo vivamos como hijos de Dios y hermanos entre nosotros,
· Porque en la Comunidad nos encontramos con la experiencia de otros hermanos nuestros que también viven el amor de Dios.

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