Quiero ser como Tú, María
con un ojo apuntando al cielo
y, con el otro, no olvidando al hombre
Quiero ser como Tú, María,
con una mano acariciando a Jesús
y, con la otra, meciendo al hombre.
Quiero ser como Tú, María,
elevada en los altares
pero caminando a pie llano en la tierra
Quiero ser como Tú, María,
con dos movimientos en tu corazón:
uno para Dios y, el otro,
regalándose a los hombres.
Quiero ser como Tú, María,
con tres miradas y con tres vértices:
Dios, Jesús y los hombres.
Quiero ser como Tú, María,
llena de Dios pero volcándote en los hombres.
Quiero ser como Tú, María,
elegida por Dios pero sin dar la espalda a los hombres.
Quiero ser como Tú, María,
tan llena de Dios
que siempre tienes lugar
para todos los que te miran y te enaltecen.
Amén.
Ave María
J.Leoz
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