Hoy te voy a recomendar una película que llega al corazón, lo toca y puede ayudarte a crecer como persona. “Ismael” suscita una reflexión enriquecedora sobre la paternidad, el perdón, las segundas oportunidades y de cómo el trabajo nos come la vida.
Félix (Mario Casas) es un joven implicado en la educación de jóvenes problemáticos. Años antes el miedo a comprometerse le había hecho dejar escapar a la persona a la que más había amado.
Su madre (Belén Rueda) está volcada en un restaurante al que ha dedicado más tiempo que a su propio hijo y que se ha convertido en su proyecto de vida. Entre ambos la relación es fría y distante.
Ismael es fruto de aquel viejo amor. Cuando aparece reabre viejas heridas del pasado. Pero, también, abre puertas a la vida y brinda nuevas oportunidades para pedir perdón, rehacer la vida y volver a coger el tren perdido.
“¿Vas a dejar que el miedo decida otra vez por ti?”, le pregunta la madre a su hijo.
Moraleja
A veces surge la oportunidad de resarcirnos de los errores cometidos. De no permitir que el miedo sea quien decida de nuevo. De demostrarnos que hemos cambiado y que no vamos a repetir el mismo error.
Alejandro Córdoba
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