lunes, 14 de abril de 2014

Francisco: "El Espíritu Santo no es un sindicalista; trabaja en nosotros siempre"



Advirtió que no es suficiente con saber el catecismo ni estudiarlo
Para conocer a Cristo es necesario recorrer el camino del apóstol Pedro, aprender de la "tan difícil ciencia de las lágrimas, del llanto"
El Papa Francisco aseguró hoy que "el espíritu santo no es sindicalista" porque es "un gran trabajador" y "trabaja siempre" para que los seres humanos puedan conocer a Jesús.
Durante el sermón de su misa privada cotidiana, celebrada en la capilla de su residencia vaticana de Santa Marta, el líder católico estableció que "para conocer a Cristo" se necesita vivir como sus discípulos, antes que estudiarlo en la teoría.

"Tantas veces Jesús nos dirige a nosotros esta pregunta: ¿Quién dicen ustedes que soy yo? Y recibe de nosotros la misma respuesta de Pedro, la que aprendimos en el catecismo", indicó.

Advirtió que no es suficiente con saber el catecismo ni estudiarlo, algo de por si importante, pero aclaró que para conocer a Cristo es necesario recorrer el camino del apóstol Pedro, aprender de la "tan difícil ciencia de las lágrimas, del llanto".
"Conocer a Jesús es un don del padre, y él nos hace conocer Jesús: es un trabajo del espíritu santo, que es un gran trabajador. No es un sindicalista, es un gran trabajador y trabaja en nosotros siempre. Hace este trabajo de explicarnos el misterio de Jesús", ponderó.
Francisco ha indicado que "parece que para responder a esa pregunta que todos nosotros sentimos en el corazón - '¿quién es Jesús para nosotros?' - no es suficiente lo que nosotros hemos aprendido, estudiado en el catecismo, que es importante estudiarlo y conocerlo, pero no es suficiente.

Para conocer a Jesús es necesario hacer el camino que ha hecho Pedro: después de esta humillación, Pedro ha ido con Jesús adelante, ha visto los milagros que Jesús hacía, ha visto su poder, después ha pagado los impuestos, como le había dicho Jesús, ha pescado un pez, quitado una moneda, ha visto muchos milagros como esos. Pero, a un cierto punto, Pedro ha renegado de Jesús, ha traicionado a Jesús, y ha aprendido esa ciencia tan difícil - más que ciencia, sabiduría - de las lágrimas, del llanto".

El Santo Padre ha continuado explicando que Pedro pide perdón a Jesús a pesar de todo, después de la Resurrección, se siente interrogado tres veces por Él en el Tiberiades, y probablemente en el reafirmar el amor total por su maestro llora y se avergüenza en el recordar sus tres negaciones.

Así Francisco ha recordado que "esta primera pregunta - '¿quién soy yo para vosotros, para ti? - a Pedro, solamente se entiende a lo largo de una camino, después de un largo camino, un camino de gracia y de pecado, un camino de discípulo. Jesús, a Pedro y a sus apósteles, no ha dicho '¡Conóceme!' ha dicho '¡sígueme!' Y este seguir a Jesús nos hace conocer a Jesús. Seguir a Jesús con nuestras virtudes, también con nuestros pecados, pero seguir siempre a Jesús. No es un estudio de cosas que es necesario, sino una vida de discípulo".
El Papa ha insistido que es necesario "un encuentro cotidiano con el Señor, todos los días, con nuestras victorias y nuestras debilidades". Pero, ha añadido, es también "un camino que nosotros no podemos hacer solos". Y para ello es necesaria la intervención del Espíritu Santo.
Francisco ha afirmado que "conocer a Jesús es un don del Padre, es Él que nos hace conocer a Jesús; es un trabajo del Espíritu Santo, que es un gran trabajador. No es un sindicalista, es un gran trabajador y trabaja en nosotros siempre. Hace este trabajo de explicar el misterio de Jesús y de darnos este sentido de Cristo. Miramos a Jesús, a Pedro, a los apóstoles y sentimos en nuestro corazón esta pregunta: '¿quién soy yo para ti?' Y como discípulos pedimos al Padre que nos dé el conocimiento de Cristo en el Espíritu Santo, que nos explique este misterio".

No hay comentarios:

Publicar un comentario