Acoger la vida significa estar despiertos a la novedad de cada día:
apagar el despertador por la mañana con la esperanza de que vuelva a
sonar 5 minutos después y saborear esos 5 minutos de descanso,
levantarte con el propósito de hacer muchas cosas, aceptar el cambio de
planes a las 9,00 de la mañana descabalando tu proyecto de ese día,
trabajar teniendo la cabeza en otro pensamiento, centrarte en lo
importante, reconocer los sentimientos que nos surgen ante las palabras o
gestos de los demás... salir a la calle con la esperanza de disfrutar
de un precioso paseo y ver que empieza a llover, volver a casa con la
ilusión de disfrutar del descanso y caer en la cruda realidad de las
tareas domésticas... llamar a alguien por teléfono y reirse un rato...
escribir un mail y recibir respuesta... dedicar tiempo a una tarea y no
ser reconocida... sentarse en el sofa con un amigo/a y charlar de la
vida... poner la tele y que siempre coincidan los anuncios... acostarse y
escuchar el camión de la basura recordándonos que es hora de dormir...
dormir y... levantarse al día siguiente con un propósito para el día...
Acoger la vida es estar despiertos a la novedad, saber romper las
rutinas que nos atan y atender lo inmediato, escuchar a un hermano,
pararse al encontrar a alguien y charlar, correr para no llegar tarde a
una cita, responder ese email que hará feliz al quien lo recibe... alzar
la mirada hacia lo alto y descubrir que en cada cosa que hago ESTÁ DIOS
ofreciéndome oportunidades de VIVIR.
Encar_AM
Qué bonita reflexión. H y MN
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