sábado, 23 de junio de 2012

La parábola de los ENS


La parábola de los ENS

            Cuando Jesús llevaba la Buena Nueva al pueblo judío, empleaba el método de las parábolas para explicar verdades elevadas con un método al alcance de todos. Pues bien, el Sector de Palencia ha celebrado, como todos los años, la clausura festiva del presente curso con una alegre acampada, que, en esta ocasión, ha tenido una estrecha relación con las parábolas del N.T.
            Muchos de los hechos transcendentes de la vida de Jesús tuvieron lugar alrededor de una mesa  -boda de Caná, multiplicación de panes y peces, Santa Cena, etc- y en los ENS, reunidos en torno a una mesa, finalizamos nuestras reuniones con un modesto ágape. Imitando a Nuestro Señor, hemos empezado la jornada visitando la villa de Dueñas, llena de arte e historia, con la inestimable guía de nuestros hermanos María Ángeles y Pedro Pablo. En la hermosa iglesia de Santa María de la Asunción celebramos la Eucaristía dominical, en cuyo evangelio se hablaba , casualmente, de la parábola de la simiente que crece. Y hemos terminado a la mesa para dar cuenta de las viandas preparadas por el Sector, en medio de la acogida y hospitalidad de nuestros anfitriones Es una bendición de Dios poder ver un nutrido grupo de matrimonios cristianos asistiendo a unos actos en familia, cuando en estas familias hay un elevado número de niños. Por un momento pensábamos: “Ahí esta la simiente del Evangelio, y ahí está el futuro de los ENS”.
            El llorado Juan Pablo II lo dijo bien claro: “no tengáis miedo”. En todos los ambiente cristianos se repite el mensaje de que la Iglesia está en crisis; que los distintos movimientos se quedan reducidos a gente muy mayor; que la juventud huye de los templos, etc. Si Dios nos ama tanto que ha sido capaz de darnos a su Hijo para nuestra salvación ¿es que ahora va a dejarnos abandonados? A lo largo de la historia de la cristiandad han existido momentos peores que el actual. Y la Iglesia persiste.
            Jesús empleaba las parábolas para la gente sencilla, pero se añade….” a los apóstoles se lo explicaba en privado”. A lo largo de nuestra vida nos han contado más de una parábola. Desde que el P. Caffarel explicó  que el matrimonio también es un camino de santidad, nos vamos convirtiendo en apóstoles a los que el Señor quiere explicar su mensaje en privado. Así como la semilla representa el crecimiento de nuestra espiritualidad, también podemos asegurar que es Dios, y no nosotros, quien controla ese crecimiento. Podemos observar la planta, de día o de noche, y no notaremos cambios importantes. Él ha sembrado la semilla; a nosotros nos toca regarla y, sin darnos cuenta, crece y crece para acabar dando su fruto. Esos niños que ven al Señor en sus hogares representan esa semilla que recibe el riego de la parábola, que crece con el valor del ejemplo y grana con el calor del amor. ¡ No tengáis miedo!
                                                          
                                                                                              Neme y Paco
                                                                                              E- 16 .- Palencia

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