La presentación corrió a cargo del Secretario de Estado, Cardenal Pietro
Parolin, quien realizó las siguientes manifestaciones:
El Santo Padre afirma que la misericordia es necesaria porque funciona
como un antídoto al relativismo “que hiere mucho a las personas”.
El mundo necesita la
misericordia porque “es una humanidad
herida, una humanidad que tiene heridas profundas. No sabe cómo curarlas o
cree que no es posible hacerlo. Y no son sólo las enfermedades sociales o las
personas heridas por la pobreza, la exclusión social o las tantas esclavitudes
del tercer milenio: también el relativismo hiere mucho a las personas, todo
parece igual, todo parece lo mismo. Esta humanidad necesita la misericordia”.
“Nuestra sociedad, a la que
nos gusta referirnos hoy como ‘líquida’, parece haber perdido no solo el sentido de lo que está mal, sino también la fe en la existencia de Alguien que
pueda salvarnos, regenerarnos, acogernos siempre y levantarnos cuando caemos”.
“Quien esté a la búsqueda de
revelaciones en medio de estas páginas terminará tal vez un poco desilusionado:
no es un libro en el que el Papa relata curiosidades inéditas o anécdotas
particulares sobre sí mismo. No se trata tampoco de una entrevista sobre todos
los ámbitos de la actualidad que tienen que ver con la Iglesia y el
mundo”. En vez de eso, “lo que presentamos hoy es un libro con el que el
Papa nos quiere hacer entrar, casi tomándonos de la mano, en el gran y confortador misterio de la
misericordia de Dios”.
La misericordia es “el documento de identidad de nuestro Dios”, y este libro-entrevista es un
texto “que abre las puertas, que las quiere mantener abiertas y que busca
señalar posibilidades, que desea al menos subrayar, si no hacer brillar, el don gratuito de la infinita misericordia
de Dios”.
“Ya que deja abiertas las
puertas y busca que se vislumbre la misericordia de Dios, es un libro que en
algunas páginas puede conmover. Conmueve
porque el Papa Francisco, evocando y buscando en su experiencia los pasajes
evangélicos, las citas de los Padres de la Iglesia o algunas palabras de sus
predecesores, presenta el rostro del Dios de misericordia, el Padre que toca
los corazones y que busca incansablemente alcanzarnos para darnos su amor y su
perdón”.
Resalta que “la misericordia de Dios es la irrupción en
nuestras vidas de otro criterio, de un criterio nuevo: mucho más allá de
nuestros cálculos, de nuestros razonamientos humanos sobre la justicia, de
nuestra ‘ética del balance’.
“He querido concluir
recordando estos aspectos que se refieren a la vida de la sociedad y de los estados, para
hacer comprender cómo el mensaje del Papa, el mensaje cristiano de la
misericordia y del perdón, las muchas puertas santas que se están abriendo de
par en par, el reclamo a dejarnos abrazar por el amor de Dios, es algo que no
considera sólo la conversión de cada uno de nosotros, la salvación del alma de
cada persona: en realidad es algo que
nos ve también como pueblo, como sociedad, como país y puede ayudarnos a
construir relaciones nuevas y más fraternas para que, quien ha
experimentado sobre sí la sobreabundancia de la gracia en el abrazo de la
misericordia, quien ha sido y sigue siendo perdonado, pueda restituir al menos
un poco de lo que ha recibido gratuitamente”.
Añadimos que el Santo Padre nos ha explicado en
otro momento, de dónde le vino la inspiración para convocar a este tiempo
especial para la Iglesia: “no hubo
un momento particular o definitivo. Las cosas me llegan por sí mismas, siempre
en las maneras del Señor y luego se preservan en la oración”.
“Me inclino
a nunca confiar en mi primera reacción a una idea o a una proposición que me
hacen. Nunca confío en mí mismo en parte porque mi primera reacción es usualmente
equivocada. He aprendido a esperar, a confiar en el Señor, a pedirle su ayuda,
para que pueda discernir mejor y recibir guía”.
“Puedo decir
que la centralidad de la misericordia, que es para mí el mensaje más importante
de Jesús, ha evolucionado lentamente con el paso de los años en mi servicio
como sacerdote, como consecuencia de mi experiencia como confesor y gracias a
las muchas historias positivas y hermosas que he conocido”.
Fernando
No hay comentarios:
Publicar un comentario