lunes, 20 de febrero de 2017

Papa Francisco y la Familia: Ante la lucha entre el bien y el mal, o, el demonio contra Dios


          
  Hay mucha gente que sufre en el mundo, hoy: hay guerras, en África, en Oriente Medio, donde ha nacido Jesús, en Ucrania… en muchos sitios, en América latina… Las guerras causan pobreza, dolor, mal. Pensemos en los que sufren.  
               Además, hay niños que no tienen qué comer, que no pueden ir a la escuela por la guerra, la pobreza. Hay niños que cuando se enferman no pueden ir al hospital. Recen por estos niños.

            ¿El mundo será siempre así?.  Puede mejorar, pero hay algo de lo que no gusta hablar, pero se debe hablar: en el mundo existe la lucha entre el bien y el mal, dicen los filósofos. Es la lucha entre el demonio y Dios. Esto existe, cuando a cada uno de nosotros le vienen las ganas de hacer una maldad. Esa pequeña maldad es una inspiración del diablo, que a través de la debilidad que ha dejado en nosotros el pecado original te lleva a esto. Se hace el mal tanto en las pequeñas cosas como en las cosas grandes.
           
Es una guerra contra la verdad de Dios, contra la verdad de la vida, contra la alegría. Esta lucha entre el diablo y Dios dice la Biblia que continuará hasta el fin.
Todos tenemos dentro un campo de batalla, de lucha entre el bien y el mal, tenemos tentaciones, y tenemos que hablar con los párrocos o los catequistas sobre estas cosas para saberlas y sobre todo para conocer el bien.

            También existen muchas cosas buenas en el mundo. ¿Por qué estas cosa no se publicitan? Parece que a la gente le gusta más ver noticias malas y feas.
            Tenemos el  ejemplo de África, donde también hay misioneros, sacerdotes, religiosas, que han dejado toda su vida allí predicando el Evangelio, en pobreza. Pero estas cosas no se ven en la televisión porque hay esta atracción por el mal, y parece que gusta más ver las cosas feas que las cosas buenas y grandes.
          
El diablo hace de las suyas;  pero hay mucha gente santa en el mundo, en el trabajo, en las familias, mucho abuelos… estas son las cosas que hace Dios; pero esto no se ve en la televisión porque esto no da rating o audiencia, no da publicidad.
            Parece que con las cosas buenas la gente se aburre, o no saben presentar bien las cosas buenas. Cuando vean ustedes la televisión en su casa recuerden esto: hay una lucha entre el bien y el mal,  es la lucha entre Dios y el diablo. Pero también  hay mucha gente santa, que da la vida por ayudar a los otros. ¿Por qué en la televisión no se ven monjas de clausura que se pasan la vida rezando por nosotros? Esto no interesa, quizás interesan más los joyeros de una vida importante que se hacen ver, las cosas que se hacen vanidad…
           
            No nos dejemos engañar. En el mundo hay cosas feas, feas, feas,… es el trabajo del diablo contra Dios; pero hay cosas santas, grandes cosas que son la obra de Dios, como existen los santos escondidos, que no vemos.  ¡Cuántos grandes gestos de bondad, de amor y solidaridad han llenado los días de este año, aunque na hayan sido convertidos en noticia por los noticieros!. Estos signos de amor no pueden y no deben ser oscurecidos por la prepotencia del mal. El bien vence siempre, aunque en algún momento pueda parecer más débil u oculto. Por todo ello, nosotros te alabamos, oh Dios. Tú eres nuestra esperanza; no seremos confundidos por siempre. Amén 

                                                                                              Fernando


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