Además, hay niños que no tienen qué comer,
que no pueden ir a la escuela por la guerra, la pobreza. Hay niños que cuando se enferman no pueden ir al hospital.
Recen por estos niños.
¿El mundo será siempre
así?. Puede mejorar, pero hay algo de lo que no gusta hablar, pero se
debe hablar: en el mundo existe la lucha entre el bien y el mal, dicen los
filósofos. Es la lucha entre el demonio y Dios. Esto existe, cuando a cada uno de
nosotros le vienen las ganas de hacer
una maldad. Esa pequeña maldad es una inspiración del diablo, que a través de la debilidad que ha dejado en
nosotros el pecado original te lleva a esto. Se hace el mal tanto en las
pequeñas cosas como en las cosas grandes.
Es
una guerra contra la verdad de Dios, contra la verdad de la vida,
contra la alegría. Esta lucha entre el
diablo y Dios dice la Biblia que continuará
hasta el fin.
Todos
tenemos dentro un campo de batalla, de lucha entre el bien y el mal, tenemos tentaciones, y tenemos que
hablar con los párrocos o los catequistas sobre estas cosas para saberlas y
sobre todo para conocer el bien.
También existen muchas cosas buenas en el mundo. ¿Por qué estas cosa no se
publicitan? Parece que a la gente le gusta más ver noticias malas y feas.
Tenemos el ejemplo de África, donde también hay misioneros,
sacerdotes, religiosas, que han dejado toda su vida allí predicando el
Evangelio, en pobreza. Pero estas cosas no se ven en la televisión porque hay
esta atracción por el mal, y parece que gusta más ver las
cosas feas que las cosas buenas y grandes.
El
diablo hace de las suyas; pero hay mucha gente santa en el mundo, en el
trabajo, en las familias, mucho abuelos… estas son las cosas que hace Dios;
pero esto no se ve en la televisión porque esto no da rating o
audiencia, no da publicidad.
Parece que con las cosas
buenas la gente se aburre, o no saben presentar bien las cosas buenas. Cuando
vean ustedes la televisión en
su casa recuerden esto: hay una lucha entre el bien y el mal, es la lucha entre Dios y el diablo. Pero
también hay mucha gente santa,
que da la vida por ayudar a los otros. ¿Por qué en la televisión no se ven
monjas de clausura que se pasan la vida rezando por nosotros? Esto no interesa,
quizás interesan más los joyeros de una vida importante que se hacen ver, las
cosas que se hacen vanidad…
No nos dejemos engañar. En el mundo hay
cosas feas, feas, feas,… es el trabajo del diablo contra Dios; pero hay cosas
santas, grandes cosas que son la obra de Dios, como existen los santos escondidos,
que no vemos. ¡Cuántos
grandes gestos de bondad, de amor y solidaridad han llenado los días de este
año, aunque na hayan sido convertidos en noticia por los noticieros!. Estos
signos de amor no pueden y no deben ser oscurecidos por la prepotencia del mal.
El bien vence siempre, aunque en
algún momento pueda parecer más débil u oculto. Por todo ello, nosotros te alabamos, oh Dios. Tú eres
nuestra esperanza; no seremos confundidos por siempre. Amén
Fernando
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