-¿Qué clase de personas hay aquí?
El anciano le pregunta: "¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes?"
-"Oh, un grupo de egoístas y malvados" replicó el caminante. Estoy encantado de haberme ido de allí."
El anciano contestó: "Lo mismo habrás de encontrar aquí."
Ese mismo día, otro caminante se acercó a beber agua a la fuente y viendo al anciano le preguntó:
-"¿Qué clase de personas viven en este lugar?
"El viejo respondió con la misma pregunta:
"¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?"
-"Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias. Me duele mucho haberlos dejado."
"Lo mismo encontrarás tú aquí", respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
-"¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cuál el viejo contestó:
Aquél que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquél que encontró amigos allí podrá encontrar amigos aquí
MORALEJA
Cada uno recibe aquello que él mismo está dispuesto a dar.
Trata a los demás como quieras que ellos te traten a ti
Del blog de Alejandro Córdoba
Bonita enseñananza. Una vez más pone de manifiesta que la sabiduría de vivir nace en uno mismo. Como tu no te quieras, no querrás a los demás. Y como no quieras a los demás, serán para ti persona egoistas y hasta malvadas. En cambio si soy capaz de ver con los ojos de la bondaz nada de lo que hay a mis ojos será malvado, mejor dicho ninguna persona será malvada, aunque pueda discrepar de sus comportamientos. Herminio
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