jueves, 19 de abril de 2012

Saber escoger el lado positivo de la vida

Tere es el tipo de persona que te encantaría ser. Motivadora por naturaleza, siempre trasmitiendo buenas vibraciones y con algo positivo que aportar.
Si alguien tiene un mal momento ella está ahí para decirle cómo ver el lado positivo de la situación.
Un día le pregunté: No lo entiendo. No es posible ser una persona positiva todo el tiempo. ¿Cómo lo haces? Tere respondió:
"Cada mañana me despierto y me digo a mí misma: Tere, tienes dos opciones Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor". "Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima y buscar alguien a quien culpabilizar o aprender de ello. Escojo aprender de ello". "Cada vez que alguien viene a mí a quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida".
Sí, claro, pero no es tan fácil, protesté. "Sí lo es", dijo Tere. Todo en la vida es una elección. Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación; tú eliges cómo afectará a la gente tu estado de ánimo; tú eliges entre limitarte a vagar por la vida y sobrevivir o tener ideales, metas y valores dignos que te motivan a seguir adelante.
Tu eliges entre lamentarte porque la botella esta medio vacía o en alegrarte porque está medio llena; tu eliges entre pensar que nada se puede hacer y que nada vale la pena o creer en lo que haces y poner entusiasmo para conseguirlo; tu eliges entre dejarte vencer por las limitaciones y los problemas que te rodean o por superarlos y aprovechar las oportunidades. "En resumen, TU ELIGES CÓMO VIVIR LA VIDA".
En una ocasión Tere fue agredida por unos ladrones, necesitando una larga estancia en el hospital y posterior rehabilitación. Al preguntarle si no tuvo miedo en esas circunstancias contestó: "Los médicos no dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones de sus caras me asusté. Podía leer en sus ojos: "Va a morir". Supe entonces que debía tomar una decisión.
¿Qué hiciste? le pregunté. "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgica a algo y respirando profundo grité: ¡Sí, a las balas! Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera viva, no muerta".
Tere vivió por la destreza de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la posibilidad de optar por vivir plenamente. Que la ACTITUD, al final, lo es todo. Que sólo se frustran aquellos que no quieren ver la parte positiva de su experiencia y de la vida.
A Tere en realidad no la conozco. Ni siquiera sé si es real o quien la ha inventado.

Del blog de Alejandro Córdoba


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