1. PENTECOSTES es COMUNIDAD. El Espíritu Santo une lo que está
resquebrajado; acerca lo que está distante. Siempre existen más motivos
para la unión que para la dispersión. ¿Por qué no buscas más lo que
adhiere y no separa?
2. PENTECOSTES es VIDA. El cielo, una vez más, abre sus puertas y –a
través de ellas- desciende la voz de Dios, su fuerza y su poder.
¿Guardas silencio en y con tu vida?
3. PENTECOSTES es CONFIRMACION. El cristiano se siente acompañado y
protegido por la mano del Señor. Siente que no está sólo, Alguien le
sostiene. ¿Te dejas llevar frecuentemente por el puro y duro activismo?
4. PENTECOSTES es ALEGRIA. Frente a las dificultades, el Espíritu, nos
hace ver el otro lado afable de la vida. No todo es tan negro como el
mundo nos enseña. ¿Eres optimista o has plegado las alas de tu ilusión?
5. PENTECOSTES es VALENTIA. La cobardía, en el fondo, es fruto de la
inseguridad. El Espíritu nos aporta certidumbre en el combate de la fe,
fortalece los muros de nuestra personalidad cristiana. ¿Te preocupa algo
en este momento?
6. PENTECOSTES es ECLESIALIDAD. El Espíritu Santo nos reúne con su
carisma, nos habilita para el bien, para la comunión fraterna. Nos hace
estar en permanente guardia frente aquellos que intentan dividirnos.
¿Cómo ves a la Iglesia? ¿La amas de verdad?
7. PENTECOSTES es APERTURA. El Espíritu Santo nos guía por los caminos
que conducen hacia Cristo. Abrirse al Espíritu es sentir curiosidad por
las cosas de Dios, por la vida del Hijo, en la Gloria del Espíritu
Santo. ¿Te acercas con frecuencia a la lectura de la Palabra de Dios?
8. PENTECOSTES es INTREPIDEZ. El Espíritu Santo nos capacita para dar
testimonio de nuestra fe. Nos llama a la perfección, a la audacia y a la
insistencia evangelizadora. ¿Estás comprometido en algún movimiento o
tarea eclesial?
9. PENTECOSTES es DINAMISMO. El Espíritu Santo nos instala en los
caminos de la vida. Es necesario que la Buena Noticia sea conocida,
proclamada, vivida y escuchada. ¿Encontrará el Señor mensajeros de sus
Palabras?
10. PENTECOSTES es MISION. El Espíritu Santo hace que nos interroguemos
¿Qué puedo hacer yo por Cristo? ¿Qué hago yo en su Iglesia? ¿Soy
positivo en mi comunidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario