El libro Confucio y la máquina de café versa sobre un joven tímido a
quien se le presentan formas de abordar la superación personal y las
dificultades de la vida.
Son verdades de Perogrullo y recomendaciones más fáciles de entender que de asumir. Pero no dejan
de ser interesantes las reflexiones sobre el control de los miedos, el
autocontrol, la autoestima, la actitud positiva o la capacidad de ver
el mundo desde una perspectiva distinta.
Comparto contigo algunas recomendaciones que dicen proceden de Confucio y que creo valen la pena reposar:
Si un hombre no ha conseguido ser dueño de sí mismo, ¿cómo va a conseguir que los demás lo sean?
La persona superior es lenta de palabra y diligente en la acción.
La persona superior es digna y no necesita alardear de ello. La persona vulgar se muestra orgullosa aun careciendo de dignidad.
No debes temer a tu enemigo, sino a tu propio miedo.
Quien presenta un aspecto fiero, pero es débil por dentro, da lástima.
A fin de abrir mi mente utilizo los textos y el Arte. Para dominarme, me sirvo de los buenos hábitos.
Las personas que escuchan más de lo que hablan son aquellas a las
que los acostumbramos a pedir su opinión acerca de las cosas
importantes.
Cuando veas a personas admirables, piensa en cómo igualarlas. Cuando
veas a personas zafias, incultas y malvadas, procede inmediatamente a
auto examinarte.
La falta de paciencia echa a perder los grandes propósitos.
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