6 de Mayo de 2012. 5
Domingo de Pascua (B). San
Juan 15,1-8
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Palabra del Señor
"CONTACTO PERSONAL
Según
el relato evangélico de Juan, en vísperas de su muerte, Jesús revela a sus
discípulos su deseo más profundo: "Permaneced
en mí". Conoce su cobardía y mediocridad. En muchas ocasiones les
ha recriminado su poca fe. Si no se mantienen vitalmente unidos a él no podrán
subsistir.
Las
palabras de Jesús no pueden ser más claras y expresivas: "Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí".
Si no se mantienen firmes en lo que han aprendido y vivido junto a él, su vida
será estéril. Si no viven de su Espíritu, lo iniciado por él se extinguirá.
Jesús
emplea un lenguaje rotundo: "Yo
soy la vid y vosotros los sarmientos". En los discípulos ha
de correr la savia que proviene de Jesús. No lo han de olvidar nunca. "El que permanece en mí y yo en él,
ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada". Separados
de Jesús, sus discípulos no podemos nada.
Jesús
no solo les pide que permanezcan en él. Les dice también que "sus palabras permanezcan en ellos". Que no las olviden. Que
vivan de su Evangelio. Esa es la fuente de la que han de beber. Ya se lo había
dicho en otra ocasión: "Las palabras que os he dicho son
espíritu y vida".
El
Espíritu del Resucitado permanece hoy vivo y operante en su Iglesia de
múltiples formas, pero su presencia invisible y callada adquiere rasgos
visibles y voz concreta gracias al recuerdo guardado en los relatos evangélicos
por quienes lo conocieron de cerca y le siguieron. En los evangelios nos
ponemos en contacto con su mensaje, su estilo de vida y su proyecto del reino de
Dios.
Por
eso, en los evangelios se encierra la fuerza más poderosa que poseen las
comunidades cristianas para regenerar su vida. La energía que necesitamos para
recuperar nuestra identidad de seguidores de Jesús. El Evangelio de Jesús es el
instrumento pastoral más importante para renovar hoy a la Iglesia.
Muchos
cristianos buenos de nuestras comunidades solo conocen los evangelios "de
segunda mano". Todo lo que saben de Jesús y de su mensaje proviene de lo
que han podido reconstruir a partir de las palabras de los predicadores y
catequistas. Viven su fe sin tener un contacto personal con "las palabras
de Jesús".
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