La ceremonia
de beatificación del P. Pino Puglisi el 25 de mayo en Palermo (Sicilia) nos
emocionó. Habían anunciado su celebración en el Estadio Barbera, con capacidad
para 37.460 espectadores. Acertaron con habilitar una campa extensa junto al
puerto, pues os congregamos más de 80.000 fieles, tal vez 100.000, la mayoría
jóvenes llegados de todo el mundo, especialmente de las diócesis vecinas.
Fue asesinado
por la mafia el 15 de septiembre de 1993, el mismo día que cumplía 56 años, de
un tiro en la nuca, a la puerta de su casa. Testigo fiel del Evangelio, vivía la verdad que predicaba hasta el martirio.
El Consiliario
del Equipo 5 de Palermo, P. Francesco Michele Stabile, compañero, amigo y
postulador de la causa del beato Puglisi nos explicó con claridad por qué la
mafia se sentía incómoda con la predicación y coherencia de Pino Puglisi: la
religiosidad tranquiliza la conciencia de los mafiosos, al tiempo que practican
una moral y mantienen una actitud lejana al Evangelio, les duele , por tanto ,
la predicación de d. Pino y su lucha por los valores cristianos, aún a costa de
perder la vida, como le dijo, con su habitual sonrisa, a su asesino cuando lo
encañonaba “ me lo esperaba”. Esta
beatificación es la primera condena expresa de la jerarquía católica contra la
mafia, aunque se sientan católicos practicantes, porque sus actitudes no son
acordes con los valores evangélicos.
Los
matrimonios que lo disfrutaron como consiliario no olvidan su amor por la
familia y los jóvenes, entrega incondicional a sus múltiples ocupaciones y
compromisos y, sobre todo, la cordial sonrisa.
Pedro
Pablo y M.ª Ángeles Abad-Helguera
Coordinadores
de la Región Nororeste
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