jueves, 15 de octubre de 2015

Papa Francisco y la Familia… HACE UN AÑO


               
Me ha llamado la atención, el interés y la dedicación de nuestro Papa Francisco hacia la familia, en sus catequesis semanales, entre otros momentos. He ido leyendo las informaciones que han aparecido en prensa y he ido recogiendo datos e ideas, que os propongo el acercaros a ellas, en textos de una página. Hoy os invito a recordar lo que dijo el 14 de diciembre de 2014. Acababa de concluir la primera parte del Sínodo de la Familia:

                        “ …Hoy quisiera contar lo que fue el Sínodo. Ante todo, pedí a los padres sinodales que hablaran con franqueza y valentía, y que escucharan con humildad, que dijeran con valentía todo lo que tenían en el corazón.
            En el Sínodo no hubo una censura previa, sino que cada uno podía —es más, debía— decir lo que tenía en el corazón, lo que pensaba sinceramente. «Pero, esto daría lugar a la discusión». Es verdad, hemos escuchado cómo discutían los Apóstoles. Dice el texto: “surgió una fuerte discusión. Los Apóstoles se gritaban entre ellos, porque buscaban la voluntad de Dios sobre los paganos, si podían entrar en la Iglesia o no”. Era algo nuevo.
            Siempre, cuando se busca la voluntad de Dios, en una asamblea sinodal, hay diversos puntos de vista, y se da el debate ,y  esto no es algo malo. Siempre que se haga con humildad y con espíritu de servicio a la asamblea de los hermanos. Hubiese sido algo malo la censura previa.
No, no, cada uno debía decir lo que pensaba… todos los padres pudieron hablar, y todos escucharon. Y era edificante esa actitud de escucha que tenían los padres. Un momento de gran libertad, en el cual cada uno expuso su pensamiento con parresia y con confianza. En la base de las intervenciones estaba el “Instrumento de trabajo”, fruto de la anterior consulta a toda la Iglesia. Y aquí debemos dar las gracias a la Secretaría del Sínodo por el gran trabajo realizado, tanto antes como durante la asamblea. Han sido verdaderamente muy buenos. Ninguna intervención puso en duda las verdades fundamentales del sacramento del Matrimonio, es decir: indisolubilidad, unidad, fidelidad y apertura a la vida: Esto no se tocó…
 Todas las intervenciones se recogieron.  Los documentos oficiales que salieron del Sínodo son tres: el Mensaje final, la Relación final y el discurso final del Papa. No hay otros.
La Relación final, que fue el punto de llegada de toda la reflexión de las diócesis hasta ese momento, se publicó y se enviará a las Conferencias episcopales, que la debatirán con vistas a la próxima asamblea, la Ordinaria, en octubre de 2015.
También se han publicado las preguntas dirigidas a las Conferencias episcopales, que se convierten  en Lineamenta del próximo Sínodo.
Debemos saber que el Sínodo no es un parlamento, al que viene el representante de esta Iglesia, de esta otra Iglesia, etc, etc … No, no es esto. Viene el representante, sí, pero la estructura no es parlamentaria, es totalmente diversa. El Sínodo es un espacio protegido a fin de que el Espíritu Santo pueda actuar; no hubo enfrentamiento de grupos, como en el parlamento donde esto es lícito, sino una confrontación entre los obispos, que surgió tras un largo trabajo de preparación y que ahora continuará en otro trabajo, para el bien de las familias, de la Iglesia y la sociedad. Es un proceso, es el normal camino sinodal. Ahora esta Relatio vuelve a las Iglesias particulares y así continúa en ellas el trabajo de oración, reflexión y debate fraterno con el fin de preparar la próxima asamblea.
Esto es el Sínodo de los obispos.
 Lo encomendamos a la protección de la Virgen nuestra Madre. Que Ella nos ayude a seguir la voluntad de Dios tomando las decisiones pastorales que ayuden más y mejor a la familia. Os pido que acompañéis con la oración este itinerario sinodal hasta el próximo Sínodo –que en estas fechas acaba de comenzar-. Que el Señor nos ilumine, nos haga avanzar hacia la madurez de lo que, como Sínodo, debemos decir a todas las Iglesias. Y en esto, es importante vuestra oración”.


Fernando

1 comentario:

  1. Dios quiera de de este Sínodo salgan directrices para el bien de las familias

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