Así dice el estribillo de una canción de Pablo Alborán... y que mejor frase
para comenzar este curso. Sería bueno plantearnos este inicio de curso -desde
donde nos toque vivirlo: alumnos, profes, padres…- como una invitación a abrir
esas puertas que hagan de este periodo un tiempo de vida.
Quién abrirá la puerta hoy… a establecer relaciones sanas, limpias,
compasivas que humanicen.
Quién abrirá la puerta hoy… a dar una opinión diferente y humanizadora
aunque nos haga ir contracorriente
Quién abrirá a puerta hoy… a vivir desde el agradecimiento dejando de lado
la queja sin fundamento y la protesta sin propuesta.
Quién abrirá la puerta hoy… a superar los límites que nosotros mismos nos
ponemos sabiendo que estamos llamados a ser don de Dios y llamados a cosas
grandes.
Quién abrirá la puerta hoy… a reinventar la vida, a no darla por sabida, y
descubrir que todo puede ser diferente.
Quién abrirá la puerta hoy… a ser esperanza y optimismo antes la
desesperanza y el pesimismo reinante.
Quién abrirá la puerta hoy… ¿quizás Tú?
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