Sin
embargo, nos encontramos con que las ciencias humanas, como la metodología y la
pedagogía, y todo lo relacionado con la investigación en las áreas relacionadas
con ellas, nos están aportando luz para
entender aspectos, como por ejemplo, la pedagogía de los ENS, o el valor y buen
hacer de los medios empleados por este
Movimiento, que la sabia intuición o iluminación del Señor a quienes lo
iniciaron, sean tan adecuados a lo que
la metodología señala como propios de una dinámica avanzada y moderna.
Cuando
acudimos a Barcelona a celebrar los Cincuenta años de la llegada a España del
Movimiento de los ENS, el entonces más joven
Francesc Torralba, hijo de un matrimonio ENS y Doctor en Filosofía y
Teología, entre otros bagajes formativos, tuvo el acierto de analizar todos las
dinámicas y metodologías de este Movimiento, y confrontarlas con la más moderna
aplicación científica, y así justificar la corrección de todos medios que nos
propone este Movimiento para avanzar en el camino a seguir, y para alcanzar más
fácilmente la meta perseguida.
Por eso, en su
dinámica, este Movimiento engancha, porque es coherente. En su más perfecta
aplicación comporta muchos aprendizajes, muy útiles en la relación con los
demás, que, como sabemos, son la base para llevarnos hasta Dios. Por ejemplo, al
principio, se insistía mucho en practicar la “acogida” al otro, a los demás;
hoy, esto, es práctica habitual y propia de una conciencia ciudadana abierta;
el trabajar en equipo -nosotros nos
decimos “equipos”- sigue resultando un tanto difícil, no nos acertamos a
trabajar en equipo… si a eso unimos el fuerte “individualismo” de la cultura
dominante, … Y así muchos ejemplos más. No digamos a nivel de Iglesia: fue muy
fuerte, en aquellos años, el hecho de juntarse en las casas un grupo de
matrimonios con un sacerdote, para orar,
para “participar” a los demás cómo íbamos en nuestro caminar espiritual, el
hacer partícipes a los demás nuestra actitud en cuanto realizamos ,… etc,
etc… Sí, este Movimiento es activo, es exigente,
nos anima a esforzarnos, unos a otros nos ayudamos y, además, vemos cómo todos
tenemos parecidas dificultades, … y esto mueve a superarnos.
Así que surge
una amistad muy singular, un sentir que los miembros de
nuestro Equipo ya forman parte de nuestra familia, es más son nuestra nueva
familia… y, con los años, son los más imprescindibles, … y las “reuniones” ya
no pueden fallar, porque se sale de ellas, en forma y dispuestos a lo mejor:
entregarnos cada vez más a Dios, a su obra la Iglesia, a los demás, … o sea:
¡la felicidad en esta vida!...
Saludos de
corazón. Hasta pronto
Fernando
Nos unimos a estas palabras de Fernando. Tras las reuniones de equipo sales fortalecidos, son un ayuda en las dificultades de cada día, son una celebración de la vida en matrimonio y en familia. Para comprobarlo hay que estar. Vente. H y MN
ResponderEliminar