sábado, 22 de noviembre de 2014

RETRATO PICTÓRICO DE SANTA TERESA


Fray Juan de la Miseria pintó el rostro de Santa Teresa sobre lienzo, que es el cuadro más parecido al aspecto original, por realizarlo con la protagonista delante de sus ojos, y con los pinceles en la mano, en 1576, cuando la santa tenía 61 años. Lo podemos disfrutar y contemplar en el monasterio de las carmelitas descalzas de Sevilla que además tienen la gran suerte de custodiar también en su clausura una de las joyas más preciadas de todo la historia de la espiritualidad: Castillo interior. Fray Juan de la Miseria, del taller del pintor Alonso Sánchez Coello, pintó el rostro de la Madre Teresa, por orden del P. Jerónimo, en los últimos días de la estancia de ésta en el convento de San José de Sevilla..Es un cuadro realizado al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 82 por 78 centímetros, y a pesar de las imperfecciones técnicas que evidentemente tiene la pintura, nos encontramos con un documento histórico de primer orden, pues el rostro de la madre Teresa  viene a coincidir con las descripciones que nos dejó María de San José. El Padre Gracián nos cuenta la trama del cuadro:

 "Este retrato mandé yo hacer por mortificar a la Madre, porque ella me pedía con gran instancia que la mortificase; mas no me atreví á tanto que por aquella curiosa mortificación consintiese entrar seglar dentro del monasterio, sólo á fr. Juan de la Miseria que entraba á pintar allá dentro otras cosas...Un día le mandé que la retratase, y a ella que estuviese queda y se dejase retratar. Esto sintió ella mucho porque era muy humilde; y no sintió tanto la descomodidad y grosería con que fr. Juan la retrataba, que la hacía estar sin menearse la cabeza ni alzar los ojos mucho tiempo, cuanto que hubiese de quedar memoria y figura de ella en el mundo; y al cabo la retrató mal; porque, aunque era pintor, no era muy primo y así solía decir la Madre Teresa con mucha gracia: Dios te lo perdone, fr. Juan, que ya que me pintaste, me has pintado fea y legañosa".

Fray Juan de la Miseria, que no tenía una gran imaginación, y tal vez en este caso fuera lo mejor, copió directamente del natural el rostro de la Madre Teresa. Las manos fueron pintadas después, y para que resaltasen las hizo en color oscuro sobre el hábito y claro sobre la capa. También son añadidos posteriores las inscripciones situadas en el lado derecho de la imagen, donde va el nombre y se anota la edad de la Madre y la fecha de ejecución del rostro: "DIE SECVNDO ME / SIS IVNII", así como el nombre del autor: "ESTE RETRATO FUE SA / CADO DE LA MADRE / TERESA DE JHESUS / FUNDADORA DE LAS DES / CALZAS CARMELITAS / PINCTOLO FRAI JUAN / DE LA MISERIA RELI / GlOSO DE LA DICHA ORDEN".

Una vez beatificada la Madre Teresa, 1614, se añadió la paloma, símbolo del Espíritu Santo, y la filacteria que sale de su boca, con la leyenda: "MISERICORDIAS DOMINI IN ETERNVM CANTABO".

Pedro Pablo y Mª Ángeles



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