Hemos
comenzado el Año de Santa Teresa de Jesús (Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y
Ahumada) en el que conmemoramos el V Centenario de su nacimiento que tuvo lugar
el 28 de marzo de 1515 en Ávila.
Conocer la
vida de esta santa andariega, proclamada doctora de la Iglesia , mística y
escritora, fundadora de las carmelitas descalzas, siempre es un motivo para
acercarse a las huellas de su santidad.
Santa Teresa
realizó 17 fundaciones, y una de ellas, como bien sabemos, en Palencia.
Recientemente se ha presentado la ruta teresiana “Huellas de Teresa de Jesús” que parte de Ávila, su ciudad natal y
va transcurriendo por las diversas ciudades en las que difundió sus enseñanzas
místicas y religiosas: Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana,
Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz , Villanueva de la Jara , Palencia, Soria, Granada y Burgos.. En las oficinas de turismo de
estas ciudades se puede recoger una credencial para obtener la distinción del
peregrino, o bien en la página web www.huellasdeteresa.com,
y, si se ha visitado, un número de cuatro de ellas, de al menos dos comunidades
autónomas, cuando se finalice el recorrido en la ciudad de Ávila, se podrá
recoger la distinción de peregrino de esta ruta. En la página de nuestra Diócesis www.diocesispalencia.org hay
también una ventana dedicada al Año Jubilar de Santa Teresa donde aparecen los
actos que se están organizando con este motivo.
En el capítulo 29 del Libro de las Fundaciones,
está dedicado a la fundación de Palencia en 1580. Invitamos a leerlo completo,
Aquí presentamos un resumen y subrayamos algunas frases de alabanza que Santa
Teresa dedicó a las gentes de Palencia:
Trátase de la fundación de San José de
nuestra Señora de la Calle
en Palencia, que fue año de 1580, día del Rey David .
1. Habiendo venido de la fundación de
Villanueva de la Jara ,
mandóme el prelado ir a Valladolid a
petición del obispo de Palencia, que es don Álvaro de Mendoza, que el primer
monasterio que fue San José de Ávila admitió y favoreció y siempre, en todo lo que toca a esta Orden,
favorece. Y como había dejado el obispado de Avila y pasádose a Palencia,
púsole nuestro Señor en voluntad que allí hiciese otro de esta sagrada Orden.
5. La priora de Valladolid ayudaba
cuanto podía, porque tenía gran deseo de
la fundación de Palencia; mas como me veía tan tibia, también temía.
7. Tomé dos monjas para comprar la
casa. Ya, aunque me decían no era posible vivir de limosna en Palencia, era
como no me lo decir; porque haciéndola de renta, ya veía yo que por entonces no
podía ser; y pues Dios decía que se hiciese, que Su Majestad lo proveería. Y
así, aunque no estaba del todo tornada en mí , me determiné a ir, con ser el
tiempo recio; porque partí de Valladolid
el día de los Inocentes, en el año que he dicho , que por aquel año que
entraba, hasta San Juan, un caballero de allí nos había dado una casa que él
tenía alquilada, que se había ido a vivir de allí.
10. Íbamos, conmigo, cinco monjas y
una compañera que ha días que anda conmigo, freila, mas tan gran sierva de Dios
y discreta, que me puede ayudar más que otras que son del coro. Aquella noche
poco dormimos, aunque como digo había sido trabajoso el camino, por las aguas
que había habido.
11. Yo gusté mucho se fundase aquel
día, por ser el rezado del rey David, de quien yo soy devota. Luego esa mañana
lo envié a decir al ilustrísimo Obispo, que aún no sabía iba aquel día. El fue
luego allá con una caridad grande, que siempre la ha tenido con nosotras. Dijo
nos daría todo el pan que fuese menester, y mandó al Provisor nos proveyese de
muchas cosas… Mas toda la gente es de la
mejor masa y nobleza que yo he visto, y así cada día me alegro más de haber
fundado allí.
13.
Está en el pueblo una casa de mucha devoción de nuestra Señora, como ermita,
llamada nuestra Señora de la
Calle. En toda la comarca y ciudad es grande la devoción que
se le tiene y la gente que acude allí. Parecióle a Su Señoría
y a todos, que estaríamos bien cerca de aquella iglesia. Ella no tenía casa,
mas estaban dos juntas, que, comprándolas, eran bastantes para nosotras, junto
con la iglesia. Esta nos había de dar el cabildo y unos cofrades de ella, y así
se comenzó a procurar. El cabildo luego nos hizo merced de ella, y aunque hubo
harto en qué entender con los cofrades, también lo hicieron bien; que, como he
dicho, es gente virtuosa la de aquel
lugar, si yo la he visto en mi vida.
27. Yo no querría dejar de decir muchos loores de la caridad que hallé en
Palencia, en particular y general. Es verdad que me parecía cosa de la
primitiva Iglesia, al menos no muy usada ahora en el mundo, ver que no
llevábamos renta y que nos habían de dar de comer, y no sólo no defenderlo ,
sino decir que les hacía Dios merced grandísima. Y si se mirase con luz, decían
verdad; porque, aunque no sea sino haber otra iglesia adonde está el Santísimo
Sacramento más, es mucho.
Pedro Pablo y Mª Ángeles
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