Seamos exigentes como S.
Pablo “Hay de mí si no anunciara el
Evangelio…”.Tenemos que orar mucho, confiar en el Señor porque somos
humanos, pero ponernos manos a la obra, comunicar que nuestro Movimiento ofrece
la ayuda que necesitan otros matrimonios. que propongan seguir a Cristo con
valentía y entusiasmo .¿O somos demasiado condescendientes que siempre decimos
que Él es el que hace el buen trabajo.
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