martes, 7 de julio de 2015

Cooperación y confianza

Esta es la historia de 4 personas llamadas: TODOS, ALGUIEN, CUALQUIERA y NADIE.
•“Había que cumplir una tarea muy importante, y se le ordenó a TODOS hacerla.
•TODOS estaban seguros de que ALGUIEN lo haría, pero NADIE lo hizo.
•ALGUIEN se enojó, porque era un trabajo de TODOS
•TODOS pensaron que CUALQUIERA pudo haberlo hecho, pero NADIE se dio cuenta de que TODOS no lo iban a hacer.
•Al fin, TODOS acusaron a ALGUIEN cuando NADIE hizo lo que CUALQUIERA pudo haber hecho
Más allá del juego de palabras el relato nos pone de manifiesto que para trabajar, colaborar, o compartir un objetivo con alguien estar juntos es el principio. Pero no basta con ello. Para progresar hay que mantenerse juntos. Y aunque esto es necesario es, también, insuficiente. Para alcanzar el éxito hay que trabajar juntos hacia un mismo objetivo.
¿Cómo hacerlo?
La confianza es imprescindible.
La confianza “en” es “fianza con”, es decir, fianza recíproca: me fío de él y me fío de que él se fía de mí. Y así ambos ganamos.
¿Recuerdas, en la película, “La vida es bella” cómo el padre, a través de sus payasadas, oculta a su hijo el drama del campo de concentración y logra que éste salga sicológicamente indemne de una experiencia brutal?
¡Qué gran lección de confianza en sí mismo, de autoestima!
¡Qué lección de confianza trasmitida a su hijo, como arma defensiva contra el miedo, y de cómo mantenerse fuerte en la adversidad, para esconder las debilidades!
La confianza debe ser mutua. Y se apoya más en los hechos que en las palabras. Por algo dice la sabiduría popular (contenida en el refranero) “Obras son amores y no buenas razones”.
La confianza se apoya en la percepción que tenemos de las palabras y las acciones de otra persona. Y se manifiesta en el apoyo mutuo y la reciprocidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario