lunes, 20 de julio de 2015

Un nuevo maestro

Un joven que buscaba un Maestro capaz de encauzarle por el camino de la santidad llegó a un <
- <
La fe del joven discípulo era tan grande que hizo exactamente lo que se le pedía: se dirigió al río y se introdujo en él gritando:
- <>
Y, ante el asombro de éste, el joven cruzó a nado hasta la otra orilla y regresó del mismo modo, sin sufrir el más mínimo daño.
Aquello convenció al guru de que era aún más santo de lo que había imaginado, de modo que decidió hacer a todos sus discípulos una demostración de su poder que acrecentara su fama de santidad. Se metió en el río gritando: «iAlabado sea yo! ¡Alabado sea yo!», y al instante llegaron los cocodrilos y lo devoraron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario