viernes, 27 de noviembre de 2015

TESTIMONIOS JORNADA DE FORMACIÓN: VOCACIÓN Y MISIÓN (III)



DESDE VALLADOLID

El pasado fin de semana del 21 y 22 de noviembre participé con alegría en el encuentro de formación de ENS en la casa de ejercicios “Virgen del Camino” de León. Fui invitado como miembro del equipo 11 de Valladolid que soy, que cumplíamos siete años en el movimiento.

Con sorpresa me encontré casi como el único consiliario que acudía al evento, lo cual me hizo reflexionar sobre la importancia de la presencia de la vocación sacerdotal junto a la matrimonial en equipos tal y como lo vio el P. Caffarel. Reviví de nuevo la alegría de compartir la fe entre las distintas vocaciones en la Iglesia.

Las ponencias me han parecido muy enriquecedoras; ayudan a iluminar, recordar, avivar la espiritualidad conyugal desde la fuente del encuentro con Cristo. La experiencia pone en acción el valor y lo convierte en virtud. Necesitamos, se decía en una de las ponencias, a uno o varios P. Caffarel, que nos introduzcan en el misterio de la oración, que nos enseñen a rezar. Tal vez ese deseo de alimentar la oración, como motor que pone en movimiento cualquier espiritualidad, se podría haber concretado como experiencia en algún momento del encuentro con la adoración del Santísimo en una hora santa por ejemplo.

Disfruté mucho compartiendo en los grupos mixtos la experiencia de los matrimonios, sus esperanzas, sus interrogantes y dificultades, en un clima de confianza y respetos mutuos. Pude comprobar de nuevo en un contexto más amplio del equipo base: ¡Cuánto bien hacen los matrimonios que viven su matrimonio en el Señor!

También disfruté mucho compartiendo en los momentos de distensión, que se redujeron a las comidas y descansos. Entre bocado y bocado aprovechamos para intercambiar experiencias muy enriquecedoras con los diferentes matrimonios con los que coincidí.

Otra experiencia muy gratificante fue el encuentro con los niños. Ellos también necesitan crecer con un alimento adecuado a su edad en la fe que comparten sus padres. Tuve la oportunidad de acercarme dos veces para preparar la Eucaristía del sábado con ellos. La primera no me dejaron, pues estaban preparando la actuación de la velada, y era “secreto”. Por fin al segundo intento pude entrar en la sala y les conté una parábola. Salvo algunos estuvieron muy atentos y respondían a mis preguntas. La fe no es aburrida para los niños si se les presenta asequible para su entendimiento, al contrario, tienen una mayor facilidad para abrirse a la verdad de la presencia del Señor en sus vidas. Para muestra un botón. Después de bendecir en la frente a una niña pequeña, fue a su mamá a decirla con emoción: ¡mami, me ha dado un beso de Jesús! Está claro, “de los que son como ellos es el reino de los cielos”.

Además pude vivir mi ministerio sacerdotal en la faceta de la misericordia con varias personas que se acercaron a confesarse. La gracia del sacramento también estuvo presente en el encuentro. ¡Cuánto bien nos hace a los sacerdotes servir a todas las vocaciones de la Iglesia para que la puedan vivir en plenitud!

Por fin, la experiencia en su conjunto me ha resultado muy gratificante y enriquecedora, y tiene muchas posibilidades de crecimiento, que sin duda con la aportación de todos, y sostenidos por la mirada recreadora de Dios se podrá llevar a cabo.
¡Gracias a todos por vuestro testimonio!

Javier Sánchez Matías. Consiliario equipo 11 de Valladolid.




DESDE SALAMANCA

Reflexión Jornadas de Formación – La Virgen del  Camino

Cuando se nos invitó al equipo a participar en las jornadas de formación y vocación, nos alegró mucho y nos ilusionamos con ello, porque pensamos que ahora en el movimiento y más en particular en el Sector de Palencia-Salamanca, nos hace falta una nueva motivación y un empujón ¡y grande! para  volver a ilusionarnos con nuestro equipo y por extensión con el movimiento.

Al acercarse las fechas de dicho encuentro lo teníamos todo preparado, 4 matrimonios del equipo llegaríamos el viernes para no tener que madrugar y aprovechar a hacer la reunión de trabajo, pero dos días antes un matrimonio se ponen los dos enfermos y no podrían asistir, que pena, tristeza y rabia por esta oportunidad perdida, pero el Señor sabrá sus motivos.
Como llegamos pronto nos dio tiempo a asistir a la Eucaristía en la Basílica de la Virgen del Camino, ¡ya empezábamos con buen pie!, que mejor comienzo rezando ante la Virgen y pidiéndola que nos ayudase a acoger todo lo que íbamos a recibir y a guardarlo en nuestro corazón en este fin de semana.

Llegamos a la Casa de Ejercicios y nos estaban esperando para darnos la bienvenida Mª Nieves y Herminio, que como siempre nos recibieron con un abrazo fraterno, lleno de alegría y de gozo.

El sábado empezaba lo serio y lo duro ¡qué  jornada tan intensa, larga y cansada! 

Cuántos matrimonios jóvenes y con niños, que alegría y esperanza.  

4 fueron las ponencias, todas expuestas con mucha claridad, con mucho trabajado anterior, y todas con el mismo fin, el darnos a todos un nuevo impulso, remover nuestros corazones, invitándonos a no ser tibios, sino todo lo contrario, a volver a ilusionarnos por pertenecer a los ENS, y creemos que el objetivo marcado caló en todos los participantes, pues hemos vuelto a nuestros hogares, renovados, con las pilas cargadas.

Uno de los momentos fuertes, a parte de las eucaristías, fueron las reuniones de equipos mixtos, que siempre son tan interesantes y enriquecedoras, donde compartimos con otros matrimonios que no conocíamos, pero que tenemos un mismo sentir y un mismo carisma: preocupaciones, anhelos, etc.

Se nos ha quedado muy dentro lo de INHALAR (cogemos todo lo que se nos ha dicho y todas las vivencias) y EXHALAMOS (tenemos que transmitirlo a nuestros equipos), no nos lo podemos quedar para nosotros solos, hay que compartirlo.

En fin gracias a  Mar y Melchor, Jesús y Conchi, Javier y Cristina y Herminio y Mª Nieves  que hicieron posible estas Jornadas, porque nos han marcado y mucho, no sabemos cómo agradeceros todo lo que habéis hecho por nosotros. Dios os lo premiara. Que la Virgen del Camino nos ayude en nuestra vida de matrimonio y de pertenencia a los Equipos de Nuestra Señora.

Angelines y Ramón (Equipo nº 1 de Salamanca)


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