martes, 12 de abril de 2016

La vaciedad de la demagogia


La demagogia es la capacidad de vestir ideas menores con palabras mayores» (Abraham Lincoln).
La demagogia tiene mucho de palabra grandilocuente y vacía. Las ideas que en ella laten son raquíticas, pero van re­vestidas de un celofán muy vistoso.
Los populismos políticos son demagogia pura. Pretenden engañar al pueblo con promesas vacías, adornadas de oropel.
La demagogia es siempre engañosa porque vende «ideas menores con palabras mayores».
La demagogia es engaño puro y duro. Es un pernicioso instrumento político para confundir a la gente, formulando promesas que no se podrán cumplir.

El demagogo es una figura más dictatorial que democrá­tica. La verdadera democracia no es compatible con la dema­gogia. La democracia es claridad y verdad. La demagogia, en cambio, es oscurantismo y mentira. El demagogo promete y no cumple. El demócrata debe cumplir siempre lo que promete.

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